Luis Reyna, ingeniero mecatrónico, quien ganó las primeras medallas para el país en esta disciplina en 2007, forma parte de la minoría (40.4%) de egresados de esta licenciatura a nivel nacional que tiene un empleo relacionado con su profesión.Según datos del Observatorio Laboral, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), 59.6% restante se dedica a actividades que no están vinculadas a la carrera universitaria que estudiaron.

También señala que los ingenieros en general son quienes tienen menor índice de afinidad entre sus estudios y actividades laborales, con 28.1% del total, a diferencia de los maestros y médicos, quienes cuentan con los indicadores más altos: 8.9% y 11.3%, respectivamente, de quienes no se dedican a lo que estudiaron.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Luis, quien participó junto con Hugo Martínez en el Concurso Internacional Robolympics 2007, con el robot Pepe El Toro, en la categoría Minisumo, dice que fue una experiencia única. Sin embargo, después de dos participaciones decidió dejar las competencias porque “una medalla no te da de comer, es una etapa y hay que continuar. Ya tenía que trabajar”.

Egresado de la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (UPIITA) del IPN, trabaja para la empresa de telecomunicaciones Comtelsat. Encabeza la Dirección de Seguridad, Informática, Cámaras de Seguridad y Control de Accesos para los Edificios, y se enfoca en la programación.

Que Luis labore en un área que pareciera ajena a su formación académica demuestra la mínima especificidad que existe para la disciplina, puesto que no hay una categoría en particular en la que se haga referencia a ésta dentro de los datos del Observatorio Laboral de la STPS, lo que desencadena un problema para cuantificar la situación laboral de los mecatrónicos.

La información disponible de esta ingeniería aparece en la llamada Ingeniería Mecánica y Metalúrgica, en la que se concentran alrededor de 10 disciplinas, entre las que destacan Ingeniería Industrial, Ingeniería Mecánica e Ingeniería en Diseño Industrial.

Según los datos sobre esta categoría en 2016, 212 mil 289 personas encontraron empleo, pero su actividad laboral puede o no estar relacionada con su área de formación: 85 mil 764 egresados están vinculados a su campo y 126 mil 524 no lo están.

En contraste, de 8 mil 992 maestros de nivel medio superior, 85.2% tiene un trabajo como docente, mientras que 14.8%, no. En el caso de los 251 mil 885 médicos, sólo 10.3% no tiene un empleo afín, contra 89.7% que sí lo tienen.

Ante esta situación, Orlando Herrera, presidente de la Asociación de Robótica UPIITA, señala que hay gran desconocimiento de la industria sobre las funciones que desempeñan los ingenieros mecatrónicos: “Si buscan a  alguien con habilidades en electrónica , querrán a un  egresado de electrónica. Si se presenta un mecatrónico, piensan que no va a ser capaz. Es una desventaja. Sabemos de todo, pero no somos especialistas en nada, pero a la vez es un ventaja porque se enseña la sinergia de varias disciplinas que dan la pauta para un desarrollo amplio en el sector empresarial”.

“Falta que talento se conecte con empresas”

Luis Lupián, presidente de la Federación Mexicana de Robótica (FMR), y Luis Reyna coinciden en que existe falta de vinculación entre la academia y la industria. Sin embargo, la mayoría de egresados se desempeñan en la industria manufacturera, con 40.7%.

Las estadísticas indican que sólo 8.7% de ellos son empleadores, 80.8% trabajadores subordinados y remunerados, y 10.5% laboran por cuenta propia, como explica Lupián sobre la poca relación entre las empresas e instituciones.

“Lo que hace falta en el país, y que apenas inicia, es que el talento que se posee se conecte con las empresas y con los grupos de inversionistas; que se empiecen a traducir en oportunidades en el ámbito de la robótica, en proyectos propios”, dice.

Según datos del Observatorio Laboral, los sueldos de los ingenieros en las carreras que componen la categoría de Ingeniería Mecánica y Metalúrgica oscilan entre 4 mil 300 y 25 mil pesos mensuales, 10 mil 404 pesos más que un doctor y 15 mil 489 más que un maestro, a pesar de que existen menos ingenieros desempeñados en su área.

De los egresados, 88.1% trabaja en la iniciativa privada, mientras que 11.9% en la pública. La distribución geográfica de la fuerza de trabajo en Ingeniería Mecatrónica se concentra en la Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala, con 37.8%.

Reyna comenta que otra problemática que se presenta en esta licenciatura son los planes de estudio, “ya que no se renuevan con la misma facilidad con la que avanza la tecnología y es difícil que ésta se encuentre a la par. Lo importante es adquirir las bases y de ahí poder especializarte. Las habilidades que necesitas de la escuela son 15% de lo que aplicas, lo complementas con la vida laboral”.

Respecto a esto, el estudio Compara carreras 2016, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), explica que “la falta de información sobre la educación superior ha resultado en una oferta educativa que no se adapta al dinamismo del mercado laboral, ni a los vertiginosos cambios tecnológicos”.

Oferta educativa

Ismael cursa el séptimo semestre, de nueve de esta ingeniería, en el Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec (TESE), Estado de México, que ocupa el lugar 20 de 22 tomadas en cuenta en enseñanza de esta carrera, de acuerdo con el Ranking de las Mejores Universidades de EL UNIVERSAL 2016, y defiende los conocimientos que le han dado.

“En el Poli tienen laboratorios grandes y más equipados, nos han comentado los profesores, varios de ellos dan clases ahí, pero sólo eso”.

Según la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), en México hay 248 instituciones que imparten la carrera: 186 públicas y 59 privadas.

El IMCO explica que al seleccionar una licenciatura los jóvenes mexicanos no consideran el tiempo que tardarán en recuperar la inversión ni el riesgo, es decir, la tasa de informalidad de cada carrera, y especifica que un joven gasta 92.6% más al estudiar en una escuela privada y tardará seis años en recuperar la inversión a partir de que comience a trabajar.

Las entidades con el mayor número de planteles que imparten la carrera son: Edomex, con 27; Puebla, 26; Veracruz, 20; Ciudad de México, 19, y Nuevo León, 17. Mientras las que tienen menos son Guerrero, con una; Nayarit, Quintana Roo y Colima, dos cada uno, y Tlaxcala, tres.

Baja California Sur no tiene plantel dedicado a esa carrera.

En el ranking publicado por este diario en 2016, las cinco universidades mejor calificadas para impartir la licenciatura son: UNAM, Universidad Anáhuac del Norte, Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), IPN (UPIITA) y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

Según la ANUIES, en el ciclo escolar 2015-2016 egresaron de Mecatrónica a nivel nacional 15 mil 198 personas, de la cuales mil 424 son mujeres y 13 mil 774 hombres, lo que coincide con lo que reporta el Observatorio Laboral, donde los hombres predominan, con 92.9%, y 7.1% mujeres.

“Tenemos que ser autodidactas”

Luis Reyna prefiere no poner en su currículum que ganó un concurso de robótica. Dice que eso no le garantiza el empleo.

Al respecto, Luis Lupián, presidente de la FMR, indica que es importante entender que los premios que se ganan no son el criterio principal para seleccionar a la gente. “pero para hacer la comparación con el futbol está desde el llanero hasta el Mundial, y si a todos los jugadores que participan los comparamos como si fueran la misma cosa, estamos cometiendo un error. Por ello, hay que tener cuidado en no interpretar esos premios y medallas como una forma de diferenciar qué tanto sabe una persona”.

Al recordar su viaje a San Francisco, California, hace casi 10 años junto a su compañero Hugo Martínez como representantes del IPN y México en los Robolympics, Luis Reyna comenta que llegaron con pocas esperanzas de ganar, pero asegura que una de las satisfacciones más grandes que le ha dejado su carrera fue derrotar a países como Estados Unidos, Singapur, China y Taiwán.

“Llegamos con mochila al hombro y con una expectativa no tan grande. Recogimos las piezas con las que armamos los robots, de tiraderos de basura. Hacía falta conocer estos eventos y demostrar que teníamos la capacidad”.

Tras recordar la emoción, el primer medallista mexicano en Mecatrónica da un aconsejo a los jóvenes: “Tenemos que dar un valor agregado a la empresa en la que queramos trabajar, no estamos en la época en la que estudiabas una carrera y tenías trabajo. Tenemos que ser autodidactas, no esperar que la escuela nos dé todo”. A raíz de sus logros, tuvo la oportunidad de conocer al entonces presidente, Felipe Calderón, quien los impulsó a seguir con su trabajo. “Nos felicitó, le explicamos lo que hacían los robots y nos preguntó si pensábamos estudiar alguna maestría; le comenté con sinceridad que preferíamos entrar a trabajar”, finaliza.

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