Después de pasar 15 días en México, la familia Guerrero, formada por José, Flor y su hijo Andy emprendió el camino de regreso desde Zacapala, Puebla — donde viven sus familiares— hacia Rosemberg, Texas, ciudad en la que José y Flor laboran como jardineros desde hace más de 15 años.


Salieron de Zacapala, Puebla el pasado 2 de enero para llegar el miércoles 4 de enero a su casa. Fue un trayecto de mil 585 kilómetros hasta arribar a su destino final en Rosemberg, Texas después de 19 horas de manejo.


Aún en México y antes de emprender el viaje, José escuchó a varios de sus familiares decir que encontraría desabasto de gasolina y bloqueos en las casetas en el camino hacia Estados Unidos por los problemas relacionados con el “ gasolinazo”.


“Me sentí tenso y preocupado durante el camino, no sabía con que nos íbamos a encontrar, pero gracias a Dios pudimos llegar sin mayores problemas cuidando mucho de no quedarnos sin gasolina. Gasté más dinero de lo que tenía previsto pues yo lleno mi camioneta con 1480 pesos de Magna y acabé gastando como 500 pesos más cada vez que cargaba con gasolina Premium que era la única que había para cargar: en total gasté 1980 pesos por tanque completo, afortunadamente no encontramos bloqueos en las casetas, el único problema fue con el presupuesto para gasolina sí aumentó de regreso a casa, pero lo principal es que pudimos regresar a nuestro destino para comenzar a trabajar ”, comenta José.


En su trayecto por carretera tuvieron dificultades para cargar gasolina en Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, y Monterrey, pues había desabasto de gasolina Magna.


“En el camino de ida de Texas hacia México —entre el 18 y el 21 de diciembre— nos paramos a dormir en Querétaro para descansar; pero ya de regreso hacia nuestra casa preferimos hacerlo de corrido sin parar y no quedarnos a dormir en ninguna parte de México, para llegar cuanto antes a la frontera y así evitar los posibles plantones por los problemas con la gasolina”, asegura.

ml

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