Experto en redes sociales, buen padre de familia y compañero ejemplar, entre otras cualidades, es como se mostraba Aziz Zaghnane, esposo de la mexicana Ana Marilú Reyna, quien fue detenida ayer en Madrid por enaltecimiento, adoctrinamiento y captación de voluntarios para el Estado Islámico (EI).

Aziz se dedicaba a reclutar a sujetos con madera de futuros terroristas dispuestos a todo, informa el diario El Mundo.

Durante sus horas laborales se dedicaba a dar consejos en redes sociales, televisión y radio para que los negocios modernos triunfaran; pero en su tiempo libre reclutaba a médicos, ingenieros e informáticos para el Estado Islámico.

“Aziz echó raíces con la mexicana Ana Marilú Reyna, convertida al islam, y sus dos retoños. Vivían de alquiler, sin lujos, discretamente. Una familia en apariencia ideal con un padre de éxito y, cara a los demás, sin mayores pretensiones pese a tener un buen sueldo”, señala el diario El Mundo.

Aziz Zaghnane se encontraba con su esposa e hijos, de dos y cuatro años, en su casa ubicada en la calle de Pinto cuando fue arrestado y donde solo logró ponerse una sudadera negra con capucha para cubrirse la cabeza.

Hijo del jefe de Radiología del Hospital de Tetuán, estudió en el Instituto Español Nuestra Señora del Pilar de la ciudad marroquí, después la carrera de Bussiness Administration en la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA), y más tarde un posgrado de negocios en la prestigiosa École des Ponts Business School, en París; pero su primer trabajo lo encontró en Madrid, como responsable de un call center de Vodafone.

“En 2007 publicó un texto sobre dicho tipo de música y el islam en el que analizaba cosas como por qué cada vez que se habla de las raíces del hip-hop se habla del islam. Aziz preguntaba retóricamente: 'Si hoy en día el islam se relaciona con el terrorismo y con Al Qaeda, ¿llegará un día en el que el hip-hop sea un idioma terrorista?'”, publica El Mundo.

Sin constumbres que lo distinguieran como un musulmán radical, Aziz lamentaba que criticaran a grupos de músicos musulmanes y personas que temen rezar abiertamente  sin ser llamados terroristas.

Se sospecha que fue hace dos años, pues no tiene el perfil de una persona que tiene  años bajo el amparo del Estado Islámico. Se sabe que en diciembre de 2015 viajó a Siria aunque parapetado bajo una ONG llamada Syria Relief, registrada legalmente en el Reino Unido.  

ahc

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