Pese a las medidas implementadas para frenar la pesca ilegal de totoaba en la Reserva del Alto Golfo de California, la vaquita marina es todavía una especie amenazada y, de continuar así, podría desaparecer en los próximos dos años.

Durante las actividades de la Conferencia de Partes (COP13) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), el campañista de Océanos de Greenpeace México, Miguel Alejandro Rivas Soto, dijo que es preocupante que esta problemática persista a pesar de la prohibición del uso de redes de enamalle.

Señaló a Notimex que 70 por ciento de las vaquitas marinas han muerto por el uso de las redes para la captura de totoabas, otro pez en peligro de extinción.

En los últimos 18 meses, indicó, personal de la Secretaría de Marina ha retirado por lo menos 42 kilómetros de redes ilegales en la Reserva del Golfo de California y Delta del Río Colorado, un Área Natural Protegida (ANP) que está entre los estados de Sonora y Baja California.

Ello, aseguró, ha intensificado la práctica lucrativa de Buche de totoaba que pasa por Estados Unidos y después llega al mercado chino para su venta a precios estratosféricos.

Aunado a esto, abundó, la zona que habita el mamífero marino carece de recursos e infraestructura para establecer una efectiva vigilancia de la aplicación de la veda. Ello, ha intensificado la práctica lucrativa de la especie que pasa por Estados Unidos y después llega al mercado chino para su venta a precios estratosféricos.

“Esto la ha llevado al borde de la extinción”, expuso el ambientalista, al detallar que en 2014 quedaban 97 ejemplares y, de acuerdo con el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina, hoy restan 59.

Rivas Soto lamentó que esta situación persista con una especie endémica de México, sobre todo porque su tasa de reproducción es de una cría cada dos años, lo que la convierte en un animal marino más vulnerable.

El representante del Centro para la Diversidad Biológica en México, Alejandro Olivera Bonilla, consideró la importancia de abordar este tema en la COP13 y hacer énfasis en la necesidad de tomar decisiones más agresivas para lograr el objetivo porque la población de vaquitas marinas ha disminuido 92 por ciento desde 1997 y hasta 2015.

Olivera Bonilla agregó que la veda y la pesca sostenible son acciones indispensables e inmediatas para la sobrevivencia del mamífero, pues de lo contario el panorama es poco alentador.

ahc

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