Para que funcione, cada país necesita establecer cuáles son sus metas y qué es lo que espera obtener al legalizar la marihuana: crear y hacer crecer una industria reglamentada, o disminuir el consumo y atacar el narcotráfico, explicó Andrew Freedman, director de la Coordinación de Marihuana del estado de Colorado, Estados Unidos.

Durante el foro "Hacia una mejor política de drogas: Lecciones de una experiencia práctica", que organizó The Aspen Institute en la Coordinación de Humanidades en la UNAM, el político estadounidense explicó que es fundamental que cada país se plantee cuáles son las razones por las cuales legalizaría la sustancia.

En este sentido, el ex rector de la UNAM, coordinador del Consejo Editorial Consultivo de EL UNIVERSAL y presidente del Consejo Directivo de The Aspen Institute, Juan Ramón de la Fuente, reconoció que nadie tiene la "solución mágica" para el tema.

"Este problema es muy complejo y sobre el cual nadie tiene la solución única o mágica que pudiera resolverlo. La apertura de la Universidad nos permite libremente analizar y discutir las diversas posiciones y perspectivas", dijo en la presentación del foro.

Adicional a ello, como encargado de implementar la regulación de la marihuana en el estado de Colorado, donde su consumo recreativo y para usos medicinales es legal, Freedman explicó que es fundamental que proyecte un sistema de prevención de adicciones y consumo de drogas para evitar que adolescentes y niños tengan acercamiento a la marihuana o que narcotraficantes aprovechen la medida para producir y distribuirla.

En este sentido, se deben establecer reglas; por ejemplo: no permitir el cultivo en casa o, de hacerlo, que sólo sea legal mantener hasta cierto número de plantas para evitar que se salga de control y que pudiera intervenir el crimen organizado.

El modelo de Colorado, explicó, está basado en las necesidades del mercado, en la oferta y la demanda, puesto que quien tiene dinero y cumple con los requisitos, puede abrir una tienda. Para los críticos, este modelo aumenta la comercialización.

El otro modelo está basado en el control del gobierno, quien regula la venta y su objetivo es que no se incremente el consumo, pero no le interesa el crecimiento económico a partir de este mercado. O un modelo de regulación mixta, como el de Washington, que sólo permite un determinado número de tiendas.

"Puedes legalizar, puedes despenalizar para los usuarios y no para los distribuidores, para distribuidores y usuarios pero no para productores", dijo.

"Los objetivos para la legalización te tienen que guiar: si quieres crecimiento económico estás hablando de un sistema basado en el mercado, o más controlado para moderar el consumo".

afcl

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