justiciaysociedad@eluniversal.com.mx

A pesar de que está prohibido por la ley, en 94% de escuelas primarias y secundarias se vende comida chatarra todos los días y en 68% de planteles se ofertan refrescos no light, según los resultados de una muestra de mil 170 escuelas del país presentadas por padres de familia.

Los datos derivados de reportes hechos por padres de familia desde el ciclo escolar 2014-2015 a través del portal, destacan que las frutas y verduras no se venden de manera continua en 65% de colegios, y en 88% no existe la figura del Comité de Establecimiento de Consumo Escolar, conformado principalmente por los padres de familia, el cual es responsable de la organización de la venta y distribución de alimentos y bebidas a los estudiantes.

Para la Secretaría de Educación Pública (SEP) la estrategia no se ha quedado en el papel: a la dependencia federal le correspondió emitir los lineamientos y reglamentos para regular el expendio de productos con alto contenido calórico en las escuelas, los cuales “además son muy estrictos”, señalaron fuentes consultadas; la responsabilidad de supervisar su aplicación y cumplimiento corresponde directamente a las autoridades educativas locales.

Sin regulación. Especialistas de organizaciones civiles lamentaron que la estrategia para limitar la venta de comida chatarra esté fallando y que no haya supervisión para garantizar que en primarias y secundarias del país no se vendan estos productos.

Juan Martín Pérez García, director Ejecutivo de Red por los derechos de la infancia en México (Redim), explicó en entrevista que por un lado no hay habido información suficiente para docentes y directivos y por el otro, a partir de que las cafeterías escolares son operadas por privados, se han convertido en un incentivo económico perverso.

“Es importante proteger lo que pasa en las escuelas porque las cafeterías alcanzan a 28 millones de niños, niñas y adolescentes. La escuela es el mejor lugar para proteger a los menores y el peor lugar, porque están expuestos a este ambiente obesigénico”, explicó el activista.

“La normativa es incompleta y no hay mecanismos de supervisión. La evidencia es de omisión de parte de las autoridades, aquiescencia porque saben los niveles de corrupción y el dinero que cruzan las cooperativas, pero no las tocan ni sustituyen los productos que venden, vuelven a ser cómplices de la industria cuando siguen pensando que esto es un asunto de responsabilidad personal”.

“Autoridades no se esfuerzan”. El director de la asociación civil El Poder del Consumidor y de la Alianza por la Salud Alimentaria, Alejandro Calvillo, señaló en entrevista que la normativa que publicó la SEP en 2014 para regular la venta de comida chatarra en las escuelas se ha quedado en el papel, puesto que no ha habido información ni un esfuerzo suficiente de las autoridades educativas para asegurar su cumplimiento.

“La regulación no se ha aplicado en la mayor parte de las escuelas. Es obligatoria e incluso podría crear sanciones si no se cumpliera. Los mismos reportes oficiales indican que los consejos de padres de familia que se tendrían que crear dentro de las escuelas para el tema de vigilar que no se venda comida  chatarra no se han creado. [La estrategia] quedó en el papel. No hay ninguna campaña de orientación a la comunidad escolar sobre los lineamientos”.

El 16 de mayo de 2014 la SEP publicó en el Diario Oficial de la Federación los Lineamientos Generales para el expendio y distribución de alimentos y bebidas preparados y procesados en las escuelas del Sistema Educativo Nacional; el documento prohíbe expresamente la venta de comida chatarra e incluso refiere sanciones para quienes desobedezcan la normativa.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses