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Poza Rica, Ver.— La jerarquía católica del estado de Veracruz y decenas de feligreses despidieron en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en este municipio, a los dos sacerdotes que fueron asesinados el lunes pasado.

El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, encabezó la misa en honor a los curas Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, quienes, según las autoridades locales, fueron asesinados en el calor de una convivencia con bebidas alcohólicas y con el fin de robarles.

El líder de la Iglesia católica en Veracruz recordó que desde el año 2000 advirtieron de una descomposición social en Veracruz, y advirtió que nadie quiso hacer algo para frenarla.

En su mensaje ante fieles que lloraban a sus guías espirituales, Reyes Larios denunció que la inseguridad ha sido una constante desde hace varios años en territorio veracruzano.

Ante el obispo de la Diócesis de Papantla, José Trinidad Zapata Ortiz, consideró que la transición gubernamental en la entidad, donde el PRI perdió las elecciones frente a una alianza del PAN y el PRD, acentúa las condiciones de inseguridad.

Los restos del sacerdote Alejo Nabor Juárez de la Cruz, quien contaba con 13 años de haberse ordenado religioso, fueron trasladados al estado de Puebla, de donde era originario.

La Diócesis de Papantla, a la cual pertenecía, recordó que nació en Zoquitlán, Puebla y aunque comenzó sus estudios en el seminario de Tehuacán, decidió mudarse a Papantla.

El sacerdote José Alfredo Jiménez Suárez, con cuatro años de haberse ordenado como cura, fue llevado al municipio veracruzano de Misantla, donde sus familiares lo sepultarán.

El padre Alfredito, como le decían los creyentes de la comunidad católica, fue vicario parroquial de la capilla de Santiago Apóstol, en el municipio de Hueytamalco, Puebla, donde era conocido por estar a cargo del grupo musical Emmanuel, compuesto por jóvenes católicos y por su carácter amable y alegre.

Con seis meses de haber llegado a Poza Rica, Veracruz, los feligreses lo recordaron como un religioso dinámico, divertido y un hombre que sobresalía por permanecer contento ante cualquier dificultad.

El Centro Católico Multimedial señala que 28 sacerdotes han sido asesinados en México desde 2006, sin contar los homicidios de esta semana.

Agrega que los estados más peligrosos en el país son: Veracruz, Guerrero y México.

Los sacerdotes en México son “víctimas de intentos de extorsión, amenazas de muerte e intimidación por parte de grupos criminales organizados”, escribió el Departamento de Estado de Estados Unidos en un su informe Libertad Religiosa Internacional 2015.

Los cuerpos de los dos sacerdotes asesinados fueron encontrados a un costado de la carretera Papantla-Poza Rica, en el municipio de Papantla, después de que fueron secuestrados la noche del domingo cuando se encontraban en una iglesia del municipio de Poza Rica en un convivio.

Junto con ellos fue secuestrado también el sacristán, pero los delincuentes lo dejaron ir y posteriormente fue encontrado con vida por la policía veracruzana.

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