Ven aumento de 30% al surtir lista de útiles 2016

En los últimos cinco años, el costo de surtir una lista de útiles escolares para un estudiante de primaria de escuela pública incrementó de 25% a 30%, señalan comerciantes y padres de familia.

Según las comparaciones de precios que cada año elabora la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en ese mismo periodo el costo de surtir una lista de útiles escolares con los productos más baratos del mercado sólo se ha incrementado 8% al pasar de 218.59 a 236.59 pesos. La lista incluye un cuaderno profesional, un block tamaño carta, cuatro lápices, cuatro bicolores, dos bolígrafos, dos gomas, un sacapuntas, una tijera escolar punta roma, una caja con 12 colores de madera, un lápiz adhesivo, un juego de geometría, un compás de precisión, un diccionario y una calculadora básica.

En la lista de útiles que integró, la Profeco no considera el número de cuadernos (cuatro para tercero a sexto grado, y tres para primero y segundo) que exige la Secretaría de Educación Pública (SEP) a los estudiantes, ni la compra de un paquete de 100 hojas de papel bond.

Según las verificaciones de la Profeco, para el ciclo escolar 2016-2017, la lista de útiles puede tener un costo desde 236.59 pesos si se compran los artículos más baratos, y un valor máximo de 830.17 pesos al comprar los de mayor precio. Para la procuraduría son suficientes 14 productos, y no considera la lista completa de la Secretaría de Educación Pública, puesto que de sumar los cinco cuadernos que se piden para tercero a sexto grados, y un paquete de 100 hojas bond, el precio se incrementaría en casi 100 pesos, es decir, el pago sería de casi 350 pesos.

Durante un recorrido por el centro de la Ciudad de México, padres de familia y comerciantes percibieron un incremento mayor en el precio de la lista de útiles escolares entre el ciclo escolar pasado y este, puesto que en algunos casos consideraron un presupuesto de hasta tres mil pesos para el regreso a clases para comprar los útiles, además de uniformes para diario y de deportes, los zapatos, tenis y mochila.

Consultados en medio de los puestos ambulantes de papelerías de la calle Mesones, en el Centro Histórico, padres de familia platicaron que este año la economía familiar ha ido decayendo, lo que está llevando a muchos de ellos a elegir el mejor precio sobre la calidad. Las alternativas son llevar una lista más compacta o “genérica” (sustituyendo algunos productos caros por otros más baratos), ahorrar desde hace algunos meses para poder comprar los útiles escolares o trabajar horas extras para poder surtir su lista tal y como se las pidieron los maestros.

Ángel Gutiérrez es obrero y acude con su hija Paulina al mercado de útiles. Ella estudia el quinto grado de primaria en una escuela pública. La familia comenzó a ahorrar desde hace dos meses para el regreso a clases. Su presupuesto para este año es de dos mil pesos para comprar zapatos nuevos, uniformes de diario y de deportes, una mochila y hasta lápices de colores.

“Todo está bien caro, todo. Antes eran cosas de 10 pesos, ahora son de 15 o de 20 pesos. Los cuadernos son los que se me han hecho los más caros, tengo que llevar ocho cuadernos y ahorita los encontramos en 35 o 40 pesos, estaban en 20. Nuestro presupuesto es de dos mil pesos en útiles, zapatos, todo. Nos pusimos a ahorrar dos o tres meses para esto. Nos dieron un vale escolar de 400 pesos y con eso vamos a comprar los tenis”.

Guadalupe Perea —de 24 años de edad y originaria de la delegación Iztapalapa— tiene tres hijos (dos en primaria y uno en preescolar) y este año ve sorprendida la lista.

Los tres mil pesos que ahorró mediante tandas y cajas de ahorro durante varios meses le resultaron insuficientes para surtir lo que le pidieron a sus hijos. Como el dinero que llevaba no le alcanzó para comprar los cuadernos de pasta dura que le pidió la maestra, sus hijos tendrán que conformarse con cuadernos de tapas de cartón que son más baratos.

Dice que no entiende por qué le pidieron tantas cosas si de todas formas los profesores de su escuela han hecho paros para protestar contra la reforma educativa.

“Con la caja de ahorro y con tandas [llega a comprar], pero ahorita se me acabó el dinero y no compré los cuadernos. Están bien caros: nos pidieron de pasta gruesa y esos cuestan como 50 pesos... Si no los encuentro más baratos voy a tener que comprar de otros”.

La SEP publicó desde la semana pasada las listas de útiles escolares de primero a sexto grado de primaria, de primero a tercero de secundaria, y de preescolar, a través de la página web de la Subsecretaría de Educación Básica. La lista de primaria tiene 11 productos para primero y segundo grados, y 16 para quienes acudirán de tercero a sexto grado.

La secretaría aclaró que cada profesor podrá sugerir otros materiales en función de las necesidades de sus alumnos y el contexto, “pero en ningún caso serán riesgosos o costosos para la canasta básica familiar”.

La dependencia recomendó que antes de adquirir materiales nuevos se revisen los utilizados en el ciclo anterior, por ejemplo, pueden seguir usando los cuadernos si cuentan con hojas limpias y recurrir a reciclar otros materiales.

En la calle de Mesones, toda la mañana fue una mezcolanza entre música de cumbia, guaracha y reggaetón, hasta canciones de Ana Gabriel que se escuchan en las bocinas que han instalado los comerciantes.

Por todos lados se ven puestos de garnachas y refrescos preparados instalados entre mesas y tendidos donde comerciantes ofrecen cuadernos, lápices, plumas, puertos USB, calcetas y calcetines, batas de preescolar, libros para colorear, estampas y mochilas. Entre ellos, cientos de madres y padres de familia observan sus listas de útiles y van tachando lo que compraron o no necesitan. Aunque los productos y los precios son similares, los compradores tienen que buscar y comparar.

Para los comerciantes de útiles escolares (que venden desde notas adhesivas hasta calcetines, uniformes y mochilas escolares), sus ventas se han visto afectadas por cuestiones tan diversas que van desde el aumento en el precio de la gasolina, la fluctuación de los costos del dólar, hasta por el conflicto magisterial.

La fluctuación en la cotización del dólar ha afectado porque algunos productos son de importación, como los lápices adhesivos, por ejemplo, explicó Néstor Lara Díaz, comerciante de 47 años dedicado a vender esos productos desde hace 25 años. Para él y otros de los mercaderes consultados, una de las razones por las cuales este año la venta ha decaído, es derivado al conflicto magisterial: “Mucha gente no entra al Centro Histórico porque piensan que hay manifestaciones y no vienen para acá”.

“Muchos no traen para comprar todo lo que vienen a buscar. De hecho se tiene mucha mercancía económica, pero ellos buscan todavía un poquito más barato. Dependiendo de la lista, como venga de grande y de cosas que pidan, es lo que viene costando. La lista de los niños que van al kínder es la que viene con los precios más elevados. A nosotros nos suben los costos hasta en cuatro o cinco pesos por pieza y nosotros le tenemos que subir a los compradores”.

Esto ha afectado principalmente en productos que de por sí eran caros, como lápices adhesivos, lápices de colores y juegos de geometría, pero que este año han incrementado todavía más sus precios.

“Hay unos precios este año que sí están más elevados, hasta 30% o 40%. Los cuadernos también, principalmente si buscan marcas pueden llegar a los 50 o 60 pesos; por decir, en los colores, ahorita están en 75 pesos la caja con 24 lápices, cuando el año pasado estaban en 45 o 50 pesos. Los papás, ¿qué hacen?, tienen que buscar la forma de que sus hijos lleven todos sus útiles a la escuela, aunque por su presupuesto a veces no se llevan todo, sino nada más lo básico”, contó Gustavo González, quien se dedica a eso desde hace tres años.

En la calle de Mesones, cientos de personas empujan y logran avanzar con dificultad para regatear, consultar y buscar los mejores precios. Entre ellos, los comerciantes gritan sus ofertas y los padres de familia intentan comparar calidad, cantidad y precio, puesto que a veces les conviene más comprar cajas de productos que mercancía al menudeo.