Al despedirse de México, el nuncio apostólico Christophe Pierre aseguró que los feligreses esperan que la visita del Papa Francisco no se convierta en solo un paréntesis en la vida del país, por lo que se debe dar continuidad y veracidad al seguir su magisterio.

En la misa de despedida para ocupar su nombramiento como nuncio de Estados Unidos, dijo que la Iglesia no debe escatimar esfuerzos en acompañar y ayudar al hombre a saber acoger la verdadera libertad, practicar la justicia y vivir la solidaridad.

Indicó que la Iglesia tiene una constante preocupación por los problemas que conciernen la dignidad del hombre y las relaciones sociales que marcan un estilo de convivencia, en el que la persona humana debe ocupar el centro y destino en todas las áreas de la vida.

“De toda labor económica, política, cultural o social y lo que hoy está en juego es el hombre, su dignidad y felicidad integral y la iglesia tiene el deber de acompañarlo y ayudarlo”, sostuvo.

Dijo que en esos propósitos, la Iglesia no debe escatimar esfuerzos para llevar con creatividad el magisterio del Papa Francisco.

En la Basílica de Guadalupe, donde se reunieron cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes y laicos, indicó que pasada la visita del pontífice a México, la Iglesia se encuentra ante el reto que se cumplan, con la participación de todos, los deseos y expectativas de la sociedad.

“La gente espera y su espera apremia, conscientes de que la visita del Papa Francisco, no fue un simple paréntesis en la vida de México, qué hay que hacer entonces para que ella tenga continuidad y veracidad, sin duda es necesario mirar, discernir, reflexionar y asumir en su integridad el magisterio del sucesor de Pedro”, expuso.

Agradeció la fraternidad y cooperación de los obispos mexicanos durante los nueve años que fungió como nuncio apostólico en el país y en los cuales, el Papa Benedicto XVI y recientemente Francisco visitaron el país.

“Hoy en cierta forma nuestros caminos se separan, ustedes aquí y yo en Estados Unidos, una lejanía física, que sin embargo, gracias al ministerio de la comunión, no desanima nuestra cercanía espiritual, ni entorpecerá nuestra carrera común hacia la carrera definitiva que es Cristo Jesús”, recalcó.

Encomendó a la virgen de Guadalupe a “los hijos de la tierra mexicana, porque jamás nos deje de mirar con ternura y amor y porque nos ayude a comprender, como decía el Papa, que la única fuerza capaz de conquistar el corazón es la ternura de Dios”.

Por su parte, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Francisco Robles Ortega, agradeció a nombre de los obispos de México, el servicio apostólico del nuncio Christophe Pierre y lo encomendó a la virgen al nuevo servicio que el Papa Francisco le confió.

“La harina de la gratitud y el aceite del reconocimiento llenan hoy la tinaja y la vasija que ofrecemos a Dios por los años que usted excelentísimo señor nuncio hizo presente en nuestra patria al sucesor de Pedro”, señaló.

Reconoció también que desde su profunda comprensión de la novedosa realidad del mundo contemporáneo y de México desempeñó su ministerio “con todas sus posibilidades y limitaciones, con sus oportunidades y amenazas, en el entorno difícil, pero esperanzador de nuestros tiempos”.

Asimismo, resaltó los esfuerzos del nuncio por el fortalecimiento de la comunión del Episcopado Mexicano con el sucesor de Pedro y su magisterio.

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