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En el último año y medio, a través de la estrategia Código Infarto en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha disminuido la tasa de mortalidad de 26% a 12% en las unidades de medicina familiar y hospitales donde se aplica este programa.

José de Jesús Arriaga Dávila, director de Prestaciones Médicas del IMSS, destacó que con este programa siete de cada 10 pacientes reciben diagnóstico y tratamiento oportuno para salvar su vida mediante intervención coronaria (hemodinamia) y medicamento para disolver el coágulo que obstruye la arteria del corazón.

Indicó que los problemas cardiovasculares son la primera causa de muerte en México (debido a factores asociados como la diabetes, hipertensión, obesidad, abuso del alcohol y tabaco), por lo que la vida de la persona dependerá de la rapidez con que sea atendido por un médico.

En conferencia, los médicos del IMSS indicaron que en promedio una persona que comienza a tener síntomas de infarto al corazón tarda entre dos a tres horas para decidir acudir al doctor, lo que agrava el problema.

En 2015 el Seguro Social contabilizó 40 mil muertes a causa de esta enfermedad, es decir, un deceso cada 13 minutos, así como es la primera causa de consulta subsecuente de medicina familiar: más de 16 millones al año.

Arriaga Dávila explicó que lo más impactante es la urgencia ante un infarto, y en este modelo de atención se ha logrado reducir media hora en el tiempo de espera para recibir un medicamento que deshaga el coágulo, y se ha logrado bajar 90 minutos el tiempo de espera para entrar a cirugía en donde se abrirán las arterias bloqueadas y se restablecerá el flujo sanguíneo (sala de hemodinamia).

“Los resultados en términos de mortalidad y funcionalidad cardíaca son comparables con las mejores estrategias [para la atención del infarto] del mundo”, subrayó.

Gabriela Borrayo, directora médica del Hospital de Cardiología del CMN Siglo XXI, dijo que 35% se han reducido los tiempos de espera en la aplicación del medicamento y 37% en la intervención coronaria.

“El tiempo que teníamos antes para aplicarle al paciente con infarto un medicamento intravenoso era de 90 minutos, ahora es de 30 minutos y el tiempo para la sala de hemodinamia era de 140, ahora es de 90 minutos”, expuso.

Dijo que en el último año el IMSS ha brindado más de 17 millones de consultas por afecciones cardiovasculares. A través de la red hospitalaria conformada por 35 clínicas y hospitales, en los últimos 16 meses, 2 mil pacientes infartados han sido atendidos en cuatro estados del país, 36% más.

Se elaboró un protocolo para servicios de urgencias en donde se capacita desde el policía que está en la entrada del hospital hasta al camillero y demás personal de salud, para que en el momento que una persona llegue con síntomas de infarto sea atendida.

La Institución, agregó Borrayo, buscará para 2017, ampliar su cobertura a 35 millones de derechohabientes en todo el país.

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