“¿Quieres ver las fotos que usé como pruebas de que no los maltrataba?”, dice Gerardo mientras saca de su portafolio más de 15 hojas con montones de capturas digitales impresas. Fotos de vacaciones en la playa, torneos de la escuela, de la última Navidad que pasaron juntos. De una realidad que se desvaneció con la denuncia por maltrato que interpuso su ex esposa en abril de 2014. Imágenes de momentos que ahora siente lejanos. Porque hubo días —recuerda— en que sus dos hijos, Alicia y Rafael, de 13 y ocho años, lo miraban con amor, no con miedo.

“Pensé que renunciando a una pelea por la custodia de mis hijos evitaría problemas y podría llevar una separación pacífica, pero eso no ocurrió. Después de que renuncié a la custodia ella decidió llevárselos a otro estado y sólo volvió cuando le aumenté la pensión y le cedí los derechos sobre mi casa”, cuenta Gerardo. A pesar de concederle todo lo que pidió, su ex esposa utilizó los medios posibles para que él no viera a sus hijos: los días que le tocaban sus visitas no los llevaba a la escuela o los reportaba enfermos, regañaba a los niños si decían que querían ir con él, y al final interpuso la demanda por violencia en la que asegura que él golpeaba a los niños.

Gerardo es uno de los más de 5 mil casos de hombres que han sido despojados de sus hijos en México desde 2007, debido a que la justicia en el país se inclina a dar la custodia de menores de edad a sus madres.

Se estima que 90% de los juicios de guardia y custodia se resuelven en favor de la madre, aun cuando no sea la más apta para cuidarlos.

Las cifras son un registro de la Asociación Mexicana de Padres de Familia Separados (AMPFS), institución especializada desde hace más de una década en casos de alienación parental y padres obligados a vivir lejos de sus hijos. Del total de personas que llegan a esta institución en busca de asesoría, 80% son hombres.

Como Gerardo, quien a partir de que sus visitas a sus hijos se suspendieron, su ex pareja inició un proceso sicológico conocido como “alienación parental”, en el que uno de los padres genera en los niños una visión negativa del otro progenitor. Él pasó tres meses sin ver a sus hijos mientras se llevaba a cabo la investigación por violencia. A pesar de haber sido declarado inocente, cuando se reencontró con ellos descubrió que algo terrible había pasado: “Ya no quieren verme, dicen que me odian, que soy un hombre malo y que les pego, aunque nunca los he tocado. Cada vez que dicen eso siento una puñalada en el corazón”.

Inventar falsas situaciones de violencia hacia la mujer o los hijos, cambiarlos de domicilio, decir que están enfermos o no llevarlos a la escuela los días que toca la visita del padre que no tiene la custodia, y generar una imagen negativa en torno al otro tutor, son algunos recursos que especialistas, tanto del área jurídica como sicológica, han observado que algunos padres utilizan como forma de venganza contra ex parejas.

Cifras del despacho Ortiz Rubio Legal indican que 70% de los juicios por guardia y custodia se llevan a cabo por motivos de venganza y que 60% de éstos son interpuestos por mujeres. Aunque ambos padres son susceptibles de enfrentar este tipo de prácticas en situaciones de separación, debido a que el sistema judicial mexicano protege a la mujer, los más afectados durante las separaciones son los hombres en tales circunstancias, según los expertos.

Realidad desconocida

Antes de llegar a la AMPFS en busca de ayuda, Gerardo no lo sabía, pero la situación que vive actualmente es estudiada por sicólogos y abogados especialistas en separación bajo el nombre de padrectomía. Formada con la palabra padre y el vocablo griego ectomía, que significa extraer, la padrectomía se define como el fenómeno en el que un padre es, como el nombre lo indica, expulsado de la vida de sus hijos y despojado de sus derechos paternos. A pesar de ser un concepto relativamente nuevo, diversos países de Latinoamérica comienzan a incluirlo en sus discusiones sobre divorcio.

Especialistas observan que es cada vez más común la figura del padre que es alejado de sus hijos por las madres, quienes utilizan diversos recursos para evitar el contacto.

Alejandro Heredia es director de la AMPFS, pasó 10 años en juicios para que la ley le permitiera ver a su hijo, pero cuando lo logró, el joven, de entonces 16 años, no quería verlo porque le dijeron que él lo había abandonado.

Luis Franco, profesor uruguayo, fue el primero en introducir el término padrectomía en América Latina, y Alejandro Heredia lo ha retomado en su fundación. “Es una forma de ponerle un nombre a la situación. No hay leyes que cuiden a los hombres que enfrentan violencia”.

Ángel Paredes, director de la Asociación Rescate Familiar, que busca proteger a niños en casos de divorcios violentos, comenta que muchos grupos feministas critican el concepto de padrectomía y alienación parental porque, argumentan, son usados para proteger a pederastas. Él considera todas las posturas válidas y reconoce que la alienación es una manipulación real y posible tanto en hombres como en mujeres.

“Es un problema que ambos sufren, pero sí afecta más a hombres. Desgraciadamente hay mujeres que han pasado del feminismo al hembrismo y ejercen violencia contra el hombre aunque no sea física, sino sicológica, al separarlo de sus hijos. Pero no hay instituciones que los protejan porque histórica y socialmente el hombre es el malo y nunca la víctima. Por eso surgen estos conceptos como el de padrectomía”.

Desprotegidos por la ley

Después de que en 2014 un juez del Estado de México otorgó una custodia a la madre de una niña de 10 años por el simple hecho de ser mujer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación hizo efectivo un amparo emitido por el padre de la menor. En el documento se establecía como inviable el argumento de que los niños están mejor con la madre para decidir cuál de los padres debe obtener el cuidado de un niño.

El hecho sentó precedente en la consideración de igualdad de derechos entre hombres y mujeres en relación con el cuidado de los hijos, y está por encima de los códigos civiles de los estados, pero sigue habiendo jueces en México que se guían por códigos y por un principio de usos y costumbres.

El Código Civil del Distrito Federal, al igual que el de otros estados de la República, señala en su artículo 282 que la custodia de un menor debe ser favorable a la madre. “Los menores de 12 años deberán quedar al cuidado de la madre, excepto en los casos de violencia familiar cuando ella sea la generadora o exista un peligro grave para el desarrollo normal de los hijos”.

La abogada Valeria Ortiz, especialista en Derecho Familiar del despacho Ortiz Rubio Legal, explica que las sentencias en casos de guardia y custodia tienden a favorecer a las madres debido a que existe una idea colectiva de que los hijos están mejor con ella, cuando no en todos los casos es así.

“Muchas leyes aún protegen a la madre al momento de llevar a cabo un proceso de guardia y custodia. Por otro lado, quienes deciden, los 42 jueces en Materia Familiar en la Ciudad de México, no dejan de ser personas, tienen sus propias creencias y costumbres, y éstas muchas veces influyen, aunque no debería, en las decisiones que toman”, comenta la abogada.

Ortiz destaca que hay pocos especialistas en el tema: “Los derechos humanos hablan sobre igualdad entre hombre y mujer, no porque la mujer lo tuvo [al hijo] en el vientre significa que sea más apta que un hombre para tener la custodia. La igualdad supone que existen las mismas posibilidades, considerando que ambos tuvieran condiciones ideales para los hijos”.

Pruebas insuficientes

Emiliano no sabe por qué su mamá duerme todo el día. No sabe por qué no lo lleva al kínder ni por qué lleva varios días internada en un hospital por un sangrado en la nariz que no le para. Emiliano no sabe por qué, a pesar de que llora hasta que sus pulmones están a punto de estallar, no puede quedarse con su “papi”.

Con escasos cuatro años, tampoco sabe que su mamá lleva dos intentos de suicidio. Marco, su padre, desconoce por qué a pesar de la evidencia de que la mamá de su hijo no está en condiciones de cuidarlo, el juez insiste en que puede hacerse cargo. Ignora por qué las pruebas que ha presentado no son suficientes y no sabe qué más tiene que hacer para poder apartar al pequeño de ese ambiente que, asegura, “no es bueno para él”.

Aunque la ley especifica que la custodia se le retirará a la madre “cuando exista peligro grave para el normal desarrollo de los hijos”, Marco Monroy no ha podido ganar la custodia. Ha intentado demostrar que su ex esposa es inestable, pero las pruebas nunca parecen suficientes para cambiar las cosas.

Como Marco, otros padres enfrentan dificultades para demostrar que la mamá no es apta para cuidar a los hijos. La ley suele ser exigente con ellos al momento de presentar una acusación sobre sus ex parejas debido a la historia de abuso del hombre hacia la mujer, eso lo coloca en desventaja.

Por el contrario, en muchos lugares la mujer no tiene que brindar pruebas para levantar una denuncia por violencia.

La abogada Valeria Ortiz asegura que uno de los recursos más utilizados por las madres es levantar demandas por violencia intrafamiliar. “Antes llovían en los juzgados, ahora los jueces son más precavidos; aun así, mientras se demuestra la inocencia del papá, a éste lo alejan de sus hijos”.

La especialista asegura que no es imposible quitarle la custodia a una madre ni demostrar que es un peligro para el menor, pero muchos abogados no son especialistas e ignoran las rutas que se deben seguir para evitar las trabas legales y las impuestas por las madres.

Georgina Arias, presidenta de Mujeres, Nunca Más Otra Injusticia, organización de Morelos en defensa de víctimas de alienación parental, dice que las mujeres son más vulnerables por la corrupción, puesto que generalmente los hombres son quienes tienen el dinero para comprar jueces y quedarse con los hijos, pero reconoce que en lugares como la Ciudad de México las cosas son diferentes, “por un fuerte sistema legal” de protección hacia el sector femenino.

“Pero hay casos de mujeres que inventan historias increíbles de violencia con tal de quitarle los hijos al marido porque quieren vengarse de él por infidelidad o aumento de pensión”.

No existen cifras sobre falsas denuncias por violencia. La asociación Rescate Familiar trabaja con especialistas de la UNAM para tener las primera cifras. “Nuestra principal preocupación son los niños, ambos padres deben entender que los más afectados son los pequeños.

“Nos vamos integrando, poco a poco, a una sociedad donde se han roto paradigmas, algunas actividades que antes eran sólo de la mujer ahora también son del hombre y viceversa; las mujeres se han integrado a la vida laboral y los padres al cuidado de los hijos”, indica.

Alejandro Heredia, director de la AMPFS, concluye: “Es por eso que también los padres desean formar parte de la educación, no se conforman con proveer, quieren dar el mismo cuidado y el afecto que da una madre a sus hijos”.

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