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Cuando fallece una madre que es jefa de familia en situación de pobreza, los niños y jóvenes a su cargo tienen mayor riesgo de abandonar la escuela, de tener conductas antisociales, de andar en pandillas o caer en una adicción, por lo que es una prioridad darle a esas mujeres tranquilidad a través de un seguro de vida, para que en caso de faltar sus hijos tengan un apoyo económico que les permita continuar sus estudios y tener un mejor futuro, afirma Carlos Alberto Acra Alva, director general del Programa Seguro de Vida para Jefas de Familia de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

En entrevista con EL UNIVERSAL, indica que en México existen 61.9 millones de mujeres, de éstas, 32 millones son madres. En este último grupo, 8 millones son jefas de familia y 6.5 millones de ellas están en vulnerabilidad, por la mala situación económica y social en la que viven.

El propósito del programa de la Sedesol es dar tranquilidad con un seguro a las mujeres de 12 a 68 años de edad. Se incluyen los casos de niñas que se embarazan, por lo que se ha establecido como beneficiarias a personas en ese rango de edad temprana. Se contempla así a los hijos de cero a 24 años de edad de aquellas madres que fallecen.

Con el Seguro de Vida para Jefas de Familia, que se lanzó en marzo de 2013, se pretende una complementariedad. Se atiende la seguridad social, el rezago educativo y el ingreso, que son tres de los elementos que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) incorpora para identificar los niveles de pobreza.

“Buscamos potenciar con el apoyo de otras dependencias, atacar otras carencias de los beneficiados, en este caso niños y jóvenes en situación de orfandad”, expone Acra Alva.

Detalla que de las 6.1 millones de madres registradas en el padrón, son más de 13 mil las que han perdido la vida y 25 mil niños y jóvenes en orfandad han sido beneficiados desde el arranque del programa. Para el cierre de 2016 el objetivo es llegar a 39 mil personas respaldadas con el seguro.

“El apoyo se otorga en función de la edad escolar. Va de 350 pesos hasta 2 mil 40 pesos para quienes están en el nivel superior, con carrera cara y complicada que implica mayor gasto. Sube paulatinamente, de cero a cinco años, hasta llegar a profesional. Damos apoyos a niños y jóvenes con alguna discapacidad y para curso y taller especializado, lo cual se aprueba por el Comité Técnico del programa”, explica.

Indica que el requisito es que tengan alguna de las carencias que establece el Coneval en los rubros de servicios básicos o de salud, rezago educativo, seguridad social, alimentación y espacios en la vivienda.

El recurso, detalla, se les proporciona bimestralmente a los niños y jóvenes de acuerdo con la edad escolar y a los montos determinados en las reglas de operación y tarifas de los programas sociales. Se junta el importe de cada uno y se le entrega al responsable registrado a través de una tarjeta de débito de Bansefi.

Acra Alva indica que las madres no necesariamente deben ser solteras, viudas o divorciadas. “Se vale que ante su situación de vulnerabilidad tengan pareja bajo cualquier condición jurídica. Muchas de las veces los esposos se vuelven responsables de los niños y jóvenes en orfandad”, dice.

El programa permite obtener los datos generales de las madres y no importa el número de hijos, el apoyo se da por cada uno de ellos, Para que se les otorgue el recurso deben establecer tres responsables, uno de los cuales será el encargado y si por alguna razón deja de serlo, se activa al segundo inscrito.

En la mayoría de los casos, indica, la responsable es la abuelita, luego la hermana o el esposo. A través del programa, en todo el país se ha incrementado el registro de madres (6.1 millones hasta hoy) y familias que estén en situación de orfandad, se hace el proceso de inscripción y se llega a otorgar la ayuda de forma retroactiva si se da el caso.

“Esto quiere decir que si nos enteramos que una madre murió y los niños quedaron en orfandad en cualquier rincón del país, que la jefa de familia falleció a partir del 1 de marzo de 2013 y no se registró, se vale que lo hagan y se les paga el recurso en forma retroactiva”, comenta el director general del programa.

Se les solicita acta de defunción, de nacimiento de los niños o jóvenes, y para que se les otorgue el apoyo también deben entregar una constancia de estudios. Se pretende, dice, afiliar a las 6.5 millones jefas de familia del país que están en estado de vulnerabilidad.

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