El reforzamiento temporal del programa Hoy No Circula no ha demostrado ser efectivo para reducir las concentraciones de ozono en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México; en lugar de ello ha generado un uso más intenso de vehículos que sí pueden circular pero que son altamente contaminantes, señaló un reporte que elaboraron el Centro de Ciencias de la Atmósfera y el Instituto de Geografía de la UNAM.

De acuerdo con el documento “Consideraciones sobre la situación actual de contaminación atmosférica en el centro de México” liberado el 30 de mayo, no existen evidencias de que el reforzamiento del programa Hoy No Circula (que estará vigente hasta el 30 de junio y que contempla el retiro de 20% de la flota vehicular) haya sido efectivo.

“Ya que no fue eficiente para reducir la formación de ozono en la ZMVM. Al parecer, la medida temporal generó un uso más intenso de los vehículos que sí pueden circular para cubrir las necesidades de movilidad de la gente, así como un uso mayor de taxis y microbuses que en muchos casos son altamente contaminantes”, señala el reporte.

Para complementar el programa, hay que considerar las emisiones de otras fuentes como motocicletas, fugas y combustión ineficiente de gas LP y emisiones de vapores de gasolina, además de  incorporar a los municipios conurbanos no incluidos en las restricciones del Hoy No Circula.

Los investigadores Centro de Ciencias de la Atmósfera y el Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) emitieron 20 propuestas para aplicar en el inmediato, corto, mediano y largo plazo para mitigar el problema de la calidad del aire en la región de influencia de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).

Una de estas propuestas es incluir en la aplicación de todos los programas de control de emisiones en la Zona Metropolitana del Valle de México a todos los municipios conurbados del Estado de México, “ya que están sujetos a una continua y desordenada expansión urbana y periurbana que los ha despojado de su carácter rural”.

Además de eficientar el uso de las vías y medios de comunicación con mejor señalización y Dirección de Tránsito del Distrito Federal en horas y zonas de congestionamiento; y eficientar la  sincronización de semáforos.

El documento contabiliza que durante este año se han declarado seis contingencias ambientales debido a que las concentraciones de ozono superaron los 150 IMECAS en alguna de las estaciones de la Red Automática de Monitoreo Atmosférico (RAMA). Ayer, por ejemplo, se reportaron 142 puntos IMECA en la delegación Coyoacán, con ocho puntos más la CAMe habría tenido que declarar contingencia ambiental; en otras dos delegaciones, Tlalpan y Benito Juárez, se detectó mala calidad del aire con 141 y 138 puntos respectivamente.

De acuerdo con el reporte de la UNAM, algunos factores que pueden influir en la ocurrencia de los recientes episodios de contingencia son el aumento de un millón de vehículos en circulación que tenían hologramas 1 ó 2 y que obtuvieron el holograma cero, las condiciones meteorológicas derivadas del fenómeno de El Niño, y el retraso en la actualización y aplicación de normas referentes a energéticos.

Los contaminantes de mayor preocupación en la ZMVM por presentar con frecuencia concentraciones mayores que las establecidas por las normas nacionales de salud, son ozono, y el material particulado (PM10 y PM2.5 ), el cual tiene efectos en el sistema respiratorio y puede reducir la expectativa de vida de la población.

De acuerdo con el Cuarto Almanaque de Datos y Tendencias de la Calidad del Aire en 20 Ciudades Mexicanas (2000-2009), hasta 2009 las dos regiones más contaminadas por ozono fueron la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y la zona metropolitana de Guadalajara.

En la actualidad, las concentraciones de ozono en el ambiente (el contaminante que ha sido el principal causante de las contingencias de este año) se han ido reduciendo, mientras que en otras ciudades, como Guadalajara y León, la concentración ha aumentado y lo seguirá haciendo.

“En el centro de México la contaminación del aire es un problema persistente y es necesario conocer con mayor precisión las emisiones y sus fuentes (...) Por ejemplo, el ozono es un contaminante secundario producido por numerosas reacciones químicas que ocurren en la atmósfera a partir de compuestos emitidos por autos, industrias, negocios y residencias”, señala el reporte.

Adicionalmente es importante comprender los efectos que tienen tanto el crecimiento de la ciudad como la distribución de actividades urbanas (vivienda y empleos, principalmente) sobre los traslados de la población y de mercancías, lo cual tiene un efecto directo sobre las emisiones.

En particular, el crecimiento en la periferia de la ciudad que ha dado lugar a zonas de baja densidad poblacional genera viajes más largos en medios de transporte que no son de alta capacidad y que por lo tanto son más contaminantes, además de promover el uso del automóvil particular, generando mayores tiempos y distancias de traslado, mayor congestionamiento y en consecuencia, mayores emisiones.

jram

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