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Los primeros discursos y homilías del papa Francisco conquistaron a Norma Hernández, quien nunca antes había salido a conocer a un Pontífice.

Originaria de Ojo de Agua, un poblado en el Estado de México, no buscó una invitación para asistir a la misa que se celebró en el municipio de Ecatepec, muy cerca de donde está su casa.

Sin embargo, después de escuchar las palabras que el líder religioso ofreció en Palacio Nacional y en la Basílica de Guadalupe se decidió a ir a ver al Obispo de Roma, aunque fuera solamente durante unos segundos, en las inmediaciones del Campo Marte, antes de que Francisco volara hacia Ecatepec, en helicóptero.

Ella llegó desde las 4:00 de la mañana a las escalinatas del Auditorio Nacional. Envuelta en cobijas y chamarras resistió el frío por más de cuatro horas. Poco después de las 10:00 de la mañana finalmente lo vio. “Su mensaje en contra de la corrupción y la violencia nos da esperanza a los que somos católicos, por eso me convenció”, dijo.

A un costado del Campo Marte, Pilar Palafox se declara admiradora del papa Juan Pablo II, a quien no perdió oportunidad de ir a ver en su última visita a México, pero considera que Francisco es un líder natural para los jóvenes católicos. Su gran virtud, advierte, es su lenguaje claro y sin rodeos que les gusta a los llamados millennials.

“Creo que el Papa mismo lo dijo, la población de México es sobre todo de jóvenes, pienso que a ellos les gustan las cosas claras y precisas, que la gente no se ande con rodeos y que se llegue a un fin común para lograr el bienestar y el beneficio de todos, está llamando a la paz que es finalmente lo que todos deseamos”, señaló.

Carlos Amador y su familia llegaron poco antes de las 10:00 de la mañana a Paseo de la Reforma y Auditorio Nacional. Saludaron con gritos y porras al Pontífice cuando arribaba al Campo Marte y decidieron quedarse seis horas más para verlo por segunda vez. En la espera, escucharon la misa que ofreció el jefe del Estado Vaticano. “Su mensaje fue no caer en tentaciones y no dejarnos seducir por el dinero y la fama, es un discurso muy necesario, porque en México hay mucha corrupción y sí es bueno este llamado a no dejarnos seducir por el dinero que proviene de ella”, afirmó.

Para Carmen Fernández las palabras de Francisco son “certeras” y se dirigieron a todas las clases sociales. “En México la corrupción somos todos, porque damos mordida, desgraciadamente la aceptamos, es un llamado para que retomemos el camino. Me gustaba Juan Pablo, pero Francisco es el Papa para la época actual”, comentó.

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