Expertos en política migratoria llamaron a adoptar un enfoque que proteja los derechos humanos de los migrantes y que articule una visión regional entorno al fenómeno migratorio, el cual se prevé que aumente debido a las condiciones de pobreza y violencia que prevalecen en Centroamérica.

En el marco de la conferencia La Política Migratoria mexicana hacia Centroamérica, Emilio Álvarez Icaza, secretario general ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mencionó que es alarmante la desaparición forzada de los migrantes que transitan por territorio mexicano, destacó que el flujo migratorio se está convirtiendo en una de las fuentes de ingreso de grupos criminales, en donde el secuestro y la extorsión se están "institucionalizando".

Comentó que hay acciones "inegables" que el gobierno federal lleva a cabo para atender esta problemática, sin embargo comentó que al momento de la aplicación de la política pública existe una disociación, dado que hay servidores públicos que participan en el delito o bien se sabe que hay lugares donde se sabe que se presentan los delitos pero no se previene.

“Me parece que esos estándares internacionales que México promueve en los foros internacionales son los que tendrían  que aplicarse a nivel nacional con los centroamericanos, hay principios de política pública muy importantes en México pero lo que se ve es que a la hora de la aplicación hay una disociación. (…)  Me parece que este es un fenómeno que se ha mantenido a lo largo del tiempo y requiere  una acción mucho más enérgica desde un enfoque de derechos humanos”, expresó.

Comentó que el programa de la Frontera Sur, se centró más en reforzar la seguridad, ya que se instrumentaron retenes y hubo una reasignación de los agentes migratorios en puntos de mayor tránsito, provocó que los migrantes buscarán nuevas rutas, colocándolos en una situación de mayor vulnerabilidad.

En tanto que Omar de la Torre, titular de la Unidad de Política Migratoria de Gobernación, destacó que el número de personas que son deportadas de estados Unidos a México, 3.5 millones exige una transformación de la perspectiva sobre ser migrante, en la que se respeten sus capacidades adquiridas y que a su regreso se les pueda incorporar de manera productiva.

Destacó que el paso de los migrantes por México es un paso no garantizado para la protección de los derechos humanos, por lo que indicó que las estructuras deben fortalecerse para que las normas sean bajadas al terreno de la realidad y dar una respuesta a este conflicto.

Mientras que Tonatiuh Guillén, presidente del Colegio de la Frontera Norte dijo que México se está convirtiendo en un país de contención migratoria, por lo que alertó que de continuar en este curso nos podríamos convertir en un país anti migrante.

Destacó que México, en su frontera sur, es un empleador en condiciones precarias, lo cual puede transformar la relación histórica con Centroamérica, advirtió un riesgo de separación.

“El curso actual de las cosas no está mejorando el presente ni está construyendo un mejor futuro”, sentenció.

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