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México sufre este año una importante sequía que, en sus diferentes categorías, afecta a gran parte del territorio nacional y especialmente al estado de Baja California y el sur del país, donde se registra un fenómeno anormal para la región que acostumbra tener mayores cantidades de lluvia.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé que la situación no mejore en los próximos meses, pues si bien se esperan más lluvias no serán suficientes para resolver la situación.

“Actualmente 12.17% del país se encuentra en una condición de sequía que va de moderada a extrema. Esta condición se sitúa principalmente sobre los estados del Pacífico, que tienen el fenómeno en sus niveles moderado y severo, como son Michoacán y Guerrero, el sur de Veracruz, una región de Chiapas y en el norte de la Península de Yucatán”, explicó Reynaldo Pascual, jefe de Proyecto de Sequía de la subgerencia de Pronóstico a Mediano y Largo Plazo del SMN.

Agregó que en el norte del país también hay condiciones de sequía, especialmente en Baja California, donde en su modalidad extrema afecta 15% del territorio de esa entidad.

“Uno de los factores que hemos observado es que las ondas tropicales han pasado muy al sur del país, entonces no han aportado la humedad suficiente. Por otro lado, las ondas tropicales que se han formado en el Pacífico han sido muy lejos de las costas nacionales, mientras que en el Atlántico prácticamente no ha habido formaciones de ciclones en esta temporada. No ha habido la humedad que esperábamos”, expuso Pascual.

De acuerdo con el último reporte del Monitoreo de Sequía en México, que realiza el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), el país es anormalmente seco, especialmente en Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo.

Los estados de Jalisco, Colima, Michoacán, Nayarit, Sinaloa y Tamaulipas también sufren de una sequía anormal, revela el documento.

En Baja California la situación es más crítica y especialmente en la zona noroeste del estado, pues allí se registra una sequía extrema desde al menos el inicio del año, y no se prevé que esto cambie próximamente, pues el fenómeno meteorológico de El Niño llevará consigo temperaturas más altas y sequías más extremas para el norte del país en los siguientes meses.

Mientras tanto, en el sur se espera que la situación pueda modificarse, pues se pronosticaron lluvias más intensas en esa parte del país con ese mismo fenómeno, el cual debería tener impacto sobre el clima hasta abril del próximo año.

Tanto el SMN como el Servicio Meteorológico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos señalaron que el efecto de El Niño se amplificará en los próximos meses y se extendería hasta abril de 2016, generando mayor sequía en el norte del país y más lluvias en el sur.

“Se observarían anomalías por debajo de lo normal en la mayor parte del país, especialmente en verano y otoño. “Estas anomalías negativas se presentan con mayor intensidad en la parte noroeste, oeste, centro, este y sur del país, a excepción de zonas localizadas en Chihuahua, Coahuila, Guerrero y el norte de Chiapas, que presentan condiciones húmedas”, señaló el SMN.

De acuerdo con el mapa del Monitor de Sequía, el norte de Sonora y de Chihuahua sufren de un clima anormalmente seco y en ciertas zonas se registra una sequía severa.

El pasado jueves, Roberto Ramírez de la Parra, director general de la Conagua, afirmó a EL UNIVERSAL que la sequía extrema que ocurre actualmente en California ya tiene impacto en territorio nacional, particularmente en el norte de Baja California.

“En nuestro país ha llovido mucho, en Baja California no. Hoy tenemos a la entidad en una etapa de sequía, una etapa temprana, pero ya tiene sequía en la parte norte. Tenemos que buscar esquemas para abastecer a la población de agua”, expuso.

Ese mismo día este diario informó que hace cinco años que no llueve en esa entidad y la situación se está agravando, pues Baja California y California sufren la peor sequía de los últimos 120 años.

Esto provocó que el gobierno federal implementara un protocolo que existe a nivel internacional que mide la sequía en cinco niveles: desde la temprana hasta una extrema. Esa herramienta le ayuda a tomar las medidas tempranas, como la racionalización del agua y su almacenamiento para dotar a la población de ese recurso.

Una opción para resolver esta situación es la construcción de plantas desaladoras en Ensenada y en Rosarito, las cuales permitirán abastecer de agua a esas dos ciudades, así como a Tecate y Tijuana, que sufren sequía extrema.

Martín Ibarra, jefe del Proyecto de Pronóstico Estacional del Servicio Meteorológico Nacional, prevé que si bien la situación mejorará en los próximos meses en la mayoría del territorio nacional, en Baja California, el norte de la Península de Yucatán y en Tabasco, seguirá sufriendo de sequía.

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