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Unas 30 carpas construidas con lonas o plásticos viejos, desgarrados o sucios, se mantienen en plantón del Monumento a la Revolución. Sus ocupantes dicen que son más de 250 personas las que resguardan este movimiento de denuncia, pero en realidad no se miran en un día normal a más de 100.

Tienen claro que no se reforzará el plantón porque la pelea que hoy deben dar es en Oaxaca. Sin embargo, no quitarán las carpas ni se regresarán a su estado porque les pueden ganar su lugar que mantienen ocupado desde 2013 , aseguraron algunos de los presuntos maestros que aquí acampan.

Son apenas poco más de 250 metros cuadrados los que ocupan estas lonas o plásticos en la Plaza de la República, porque explican, el plantón de maestros “es representativo”.

Ni siquiera cabe la comparación con 2013, cuando fue un campamento de mayores dimensiones. En el Zócalo capitalino alcanzaron más de 30 mil personas y luego de que se reubicaron en el Monumento a la Revolución los cálculos llegaron a los 10 mil, pero no sólo de Oaxaca sino de otras secciones disidentes como Veracurz, Guerrero Chiapas y Michoacán.

En enero de 2014, a una semana del operativo de compactación del campamento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) al tamaño que hoy mantiene, concluyó el lavado y desinfección de 18 mil 700 metros cuadrados de los 30 mil 200 que conforman la plancha de la Plaza de la República.

Las carpas que hoy permanecen se encuentran justo de lado de la entrada del Museo del Monumento a la Revolución, por donde turistas mexicanos y extranjeros ingresan. Alrededor, vendimia de comida y ropa típica de Oaxaca y una oficina de información de la Sección 22 construida con madera que alberga papelería. Además una cocina que se identifica como comedor magisterial.

Al interior de los grandes plásticos de colores azul, amarillo, negro y rojo se resguardan pequeñas casas de campaña, algunos utensilios de cocina, de limpieza y personales.

Pocos habitantes sentados con su celular en la mano, platicando, en espera de información proveniente de Oaxaca donde se llevaba a cabo su asamblea estatal.

A principios de junio la CNTE, principalmente los docentes oaxaqueños, comenzó a reforzar su plantón con las bases de su movimiento, pues las negociaciones con la Secretaría de Gobernación —cuyas oficinas se encuentra a pocos pasos del campamento—, requerían de la presión del magisterio en el Distrito Federal.

Sin embargo, una semana después de las elecciones del 7 de junio, la Secretaría de Gobernación (Segob) condicionó el reinicio del diálogo por el regreso a clases. Los dirigentes de la CNTE dijeron que no aceptaban las presiones y con el argumento de reiniciar una nueva fase de resistencia, regresaron a sus escuelas a entregar calificaciones para cumplirle a los padres de familia, pero no al gobierno.

Abandonaron el plantón pero prometieron que regresarían, pues como parte de sus acuerdos de Asamblea Nacional Representativa, llevada a cabo el 15 de julio, determinaron reforzar la presencia el campamento en la ciudad de México. Con esa medida pretendían presionar para que las autoridades de la Segob se sentaran una vez más a platicar con ellos y cumplir las minutas que firmaron.

Pérdidas millonarias. La Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño del Distrito Federal (Canacope Servytur) y vecinos de la colonia Tabacalera solicitaron a los gobiernos federal y local que actúen con firmeza para quitar el plantón que mantienen los integrantes de la CNTE en el Monumento a la Revolución.

“No pedimos que sea la represión la vía para quitarlos sino abrir los canales de comunicación y hacer ejercicio de autoridad por parte de Gobierno del Distrito Federal y de la Secretaría de Gobierno (Segob). Esperamos un escenario de gobernabilidad que no permita más afectaciones a la ciudadanía, comerciantes y trabajadores”, afirmó el presidente de la Canacope, Gerardo López Cleto.

El líder empresarial pidió que el plantón sea removido antes de que comiencen las clases.

Recordó que desde 2013, año en que el plantón fue reubicado en el Monumento a la Revolución, las pérdidas económicas se sitúan en dos mil 300 millones de pesos. Asimismo se han perdido cinco millones de horas-trabajo y han cerrado 12 comercios por falta de clientes.

López Cleto dijo que buscarán a la nueva secretaria de Gobierno del DF, Patricia Mercado, para discutir la situación de los comerciantes.

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