La quema de combustibles fósiles, producción de cementos, deforestación, industria pesquera y la agricultura son factores que perjudican a los océanos por el incremento de la concentración de carbono, productos químicos, metales pesados y de basura en las aguas y esto genera la acidificación de estos recursos, lo que afecta directamente a la actividad económica y a los ecosistemas.

Ante estos problemas, el oceanógrafo francés Jean-Michel Cousteau urgió a los gobiernos de todo el mundo a tomar medidas para proteger los océanos, de los cuales todos dependen para tener una mejor calidad de vida, y México tiene grandes oportunidades para crear tecnologías e industrias que beneficien tanto a los mares como a la población.

“Hay oportunidades hoy, especialmente para los jóvenes, de crear tecnologías, industrias para capturar lo que vemos, pero también lo que no vemos, es decir, los productos químicos y los metales pesados antes de que lleguen a los océanos. Capturar esto quiere decir crear nuevas industrias que pueden crear millones de nuevos empleos. Hay oportunidades muy positivas y extraordinarias que se presentan hoy y creo que México tiene una oportunidad para realizar esto”, explicó.

“La población de México tiene el poder de controlar una parte enorme de la calidad de los océanos. Por eso me gusta trabajar con México. Actualmente estamos viendo lo que podemos hacer en el Mar de Cortés, que tiene una diversidad de especies que no encontramos en ningún otro lugar, y la oportunidad está, pero hay que protegerla y darla a conocer”, agregó.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el hijo de Jacques-Yves Cousteau afirmó que entre las posibilidades que se abren para el control de los océanos, está la creación de granjas de peces en la zona metropolitana de la ciudad de México para reducir la industria pesquera en los océanos, que daña los ecosistemas al destruir la flora y fauna de estos espacios marítimos.

“En la ciudad de México cuando toman agua, toman el océano. Esta información todavía no está llegando a todo el sistema educativo y es muy importante porque todo lo que mandamos a los ríos, lo que sale de los coches o de la industria o la agricultura, que sean objetos de plástico, productos químicos o metales pesados, todo eso termina en los océanos. Puede tomar tiempo cuando viene de la ciudad de México, pero termina en los océanos, y afecta a los de todo el planeta”, dijo.

La Agencia Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) señaló recientemente que la quema de combustibles fósiles, la producción de cementos y la deforestación son los principales elementos que perjudican a los océanos por el incremento de la concentración de carbono en las aguas.

“No hacemos suficiente en el planeta para proteger la calidad de los océanos y de los cuales dependemos todos. Puede ser por usarlos como basureros universales o por la industria pesquera que pesca más de lo que la naturaleza puede reproducir”, lamentó Cousteau.

Manifestó también su preocupación por la posibilidad de que haya más derrames petroleros como el que ocurrió con la explosión de la plataforma de British Petroleum en 2010 en el Golfo de México y que afectó toda la costa estadounidense, de mantenerse la actividad de explotación del recurso.

“Los dispersantes de petróleo que se usaron siguen presentes en el fondo del mar y hoy tenemos el problema que los camarones no tienen ojos, peces que tienen tumores, cangrejos que no tienen tenazas, delfines que dieron luz en el petróleo. El precio de esta catástrofe continuará durante mucho tiempo más. Hay que evitar que suceden catástrofes similares, hay que usar nuevas industrias energéticas como el sol”, dijo.

Google News

Noticias según tus intereses