WASHINGTON.— En un proceso judicial sin precedentes, producto de una larga investigación multinacional, el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció ayer formalmente la imputación contra 14 altos dirigentes de la Federación Internacional de Futbol (FIFA), casi todos ellos latinoamericanos, y de un grupo de empresarios deportivos y de promociones, por los delitos de corrupción, lavado de dinero y crimen organizado, que podrían enfrentar penas de hasta 20 años de cárcel una vez que sean extraditados y presentados ante un tribunal federal de Nueva York.

Hasta el momento ocho de los inculpados están a disposición de las autoridades; siete de los funcionarios de la FIFA fueron detenidos en un hotel de cinco estrellas en Zúrich; y uno más se entregó a la justicia en Trinidad y Tobago, en un golpe inédito a este organismo.

Anoche, el gobierno de Estados Unidos solicitó, además, al gobierno de Argentina la extradición de los empresarios Alejandro Burzaco, Hugo y Mariano Jinkis, influyentes personajes del negocio del futbol, ya que manejan millonarios contratos gracias a los cargos que ostentan en el departamento de publicidad de la FIFA.

Después de los arrestos de los dirigentes, que enfrentan un proceso de extradición a Estados Unidos, las autoridades suizas dijeron que abrirán una investigación penal sobre el proceso de adjudicación de las dos próximas Copas del Mundo.

En medio del escándalo, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, buscará en el congreso de mañana reelegirse para su quinto mandato consecutivo.

Al anunciar una lista de hasta 47 cargos contra los altos funcionarios de la FIFA y sus cómplices en países como Argentina, Brasil, Estados Unidos, el Reino Unido, Nicaragua, Costa Rica y Venezuela, la Fiscal General, Loretta Lynch, aseguró que con esta decisión Estados Unidos ha querido poner un alto a “decenas de años” de “corrupción sistemática y descarada” en el seno de la FIFA para erradicar del futbol, un deporte que aman millones en todo el mundo, las más vergonzantes prácticas de corrupción.

El monto de lo defraudado asciende, en principio, a poco más de 150 millones de dólares, de acuerdo con un reporte del New York Times.

A partir de una de estas operaciones fraudulentas, Sudáfrica obtuvo la sede del campeonato mundial de 2010: se tienen detectados sobornos por un total de 10 millones de dólares, que habría solicitado el ex vicepresidente de la FIFA, Jack Warner, según el Departamento de Justicia de EU.

La dependencia ayer registró las oficinas de la Confederación de Futbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf) en Miami, Florida. Poco después, la asociación dijo que las acusaciones no serán impedimento para el desarrollo de la Copa Oro en julio, luego de que Warner se entregó ante las autoridades de Trinidad y Tobago, y declaró: “Reitero que soy inocente de cualquier cargo. Me he alejado de la política del mundo del futbol”.

“Esto sólo es el principio”, dijo Lynch, ya que “la acusación sostiene que la corrupción ha sido rampante, sistémica y arraigada tanto en el extranjero como en Estados Unidos”.

“Estos individuos, a través de estas organizaciones, participaban en sobornos para decidir quién televisaba los juegos, a donde se celebrarían los partidos y quién en la organización se encargaría de supervisar el futbol organizado en todo el mundo”, agregó.

Los nueve cargos vinculados a la FIFA que figuran en la acusación incluyen a Eduardo Li, Jeffrey Webb, Eugenio Figueredo, Jack Warner, Julio Rocha, Costas Takkas, Rafael Esquivel, José Maria Marín y Nicolás Leoz.

Estamos hablando, prosiguió, de “al menos, dos generaciones de dirigentes del futbol que, se presume, han abusado de sus cargos de confianza para adquirir millones de dólares en sobornos y comisiones ilegales”. En este tiempo, prosiguió Lynch, “han perjudicado a los países que debieron beneficiarse de los ingresos generados por los derechos comerciales” que trae consigo el espectáculo del futbol.

“Este caso no tiene que ver con la práctica del futbol. Se trata de garantizar la equidad y hacer respetar la ley. El FBI, el Departamento del Tesoro y el Departamento de Justicia seguirán investigando crímenes financieros y seguirán la pista del dinero a donde sea que puede conducir, aseguró Richard Weber, de la División Criminal del Departamento de Tributación, que sigue la red de empresas utilizadas en Europa, América del Sur y EU.

Su investigación reveló un complejo esquema de lavado de dinero, millones de dólares de ingresos no declarados y decenas de millones en cuentas bancarias de funcionarios de la FIFA.

La imputación se produjo luego de que varios altos cargos de la FIFA y Concacaf se declararan voluntariamente culpables y aceptaran cooperar con la justicia de EU para develar una de las tramas más complejas para crear una red de complicidades que se benefició durante más de 25 años de sobornos y lavado de dinero para sacar el mayor partido a la industria del futbol.

“Como figura en la acusación, los inculpados promovían una cultura de corrupción y codicia que creó un campo de juego dispar para el mayor deporte en el mundo. Los pagos ilegales y clandestinos de dádivas y sobornos se convirtieron en una forma de hacer negocios en la FIFA”, dijo el director del FBI, James Comey.

UEFA pide cancelar elección

Ante el escándalo, los dirigentes del futbol europeo pidieron que se suspendan las elecciones en la FIFA, pero ésta informó que se llevarán a cabo en la fecha prevista. Después de los arrestos, Blatter, de 79 años, prometió erradicar las malas prácticas en el futbol. Con información de Reuters.

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