La defensa legal en Guatemala

del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, reafirmó hoy en esta capital que su cliente es víctima de una persecución política en México que impide que pueda ser extraditado a su país natal desde territorio guatemalteco, para que enfrente las acusaciones federales de presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada que habría cometido en su gestión de 2010 a 2016.

La advertencia fue hecha en momentos en que esta mañana se espera que Duarte, de 43 años, llegue a la Torre de Tribunales, en esta capital, para enfrentar una crucial audiencia en el Tribunal Quinto de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, de esta ciudad, que ventila su proceso de extradición por los supuestos delitos federales.

La audiencia está programada para que se inicie a las 08:30 horas locales (09:30 en el centro de México) y participarán Duarte, el abogado guatemalteco Carlos Velásquez—jefe de su equipo de defensa—, y la representación del Ministerio Público, como parte acusadora que defenderá las pruebas en contra del político que el gobierno mexicano entregó el pasado 7 de junio a la cancillería de Guatemala, para que las remitiera al Tribunal.

A una consulta de EL UNIVERSAL antes de la comparecencia, Velásquez reiteró una denuncia que reafirmó la semana pasada acerca de que Duarte se considera un perseguido político y de que las acusaciones federales en su contra tienen una connotación política.

“Como su abogado, no defiendo si (Duarte) es culpable o no por los cargos que se le atribuyen en la justicia federal mexicana. Lo que defiendo es que se cumpla el debido proceso de la extradición. Y si esto es una persecución política, y creemos que sí lo es, entonces la extradición no opera”, según el Tratado de Extradición entre México y Guatemala, recalcó.

“La connotación política es muy fuerte y seria”, reiteró, aunque se negó a anunciar si el político aceptará o se allanará hoy a ser extraditado a México o, en el caso de que el Tribunal apruebe su extradición en la audiencia que está próxima por iniciarse, dejará abierta las opciones de apelar y acudir a otros recursos que le ofrece la legislación guatemalteca.

Definir estrategia. Duarte, Velásquez y el abogado mexicano Pablo Campuzano de la Mora, quien actúa como consultor técnico del equipo legal guatemalteco, estuvieron trabajando durante el pasado fin de semana en la prisión de Matamoros, que funciona en una estación militar capitalina, en la estrategia que seguirán en la vista judicial de esta mañana.

“En esa tarea se pudo recopilar y clasificar la información (de la prueba aportada por México). Y se generaron algunos escenarios. Pero ya la decisión final acerca de si aceptará o no ser extraditado le corresponde única y exclusivamente a mi cliente. Yo, por la legalidad, le puedo dar una recomendación”, añadió, al advertir que por estar sujeto al secreto profesional “no podría” revelar si le sugirió o no aceptar que se le extradite.

“Faltaría a mi secreto profesional” al informar sobre su consejo, destacó.

El proceso “tiene dos estrategias, la jurídica, que la definimos los abogados, y la política, que le corresponde a él”, explicó.

El pasado martes 27 de junio, y en un trámite paralelo de una petición de extradición de México que se ventiló en el Tribunal Tercero de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, de esta capital, por seis delitos estatales en Veracruz, Duarte aceptó ser extraditado aunque ese acto quedó diferido o aplazado, porque depende del fallo de este 4 de julio sobre las acusaciones federales.

“Son procesos independientes”, aclaró el guatemalteco Juan Daniel Lemus, secretario del Tribunal Quinto.

La de esta mañana será la cuarta presencia de Duarte ante una autoridad judicial guatemalteca desde que fue detenido en la noche del pasado 15 de abril en un hotel de una localidad del suroccidente de Guatemala. Tras su arresto provisional, solicitado esa mismo día por México a Guatemala con fines de extradición, el ex gobernador fue presentado a un juzgado de paz de la zona donde fue aprehendido, que le remitió al Tribunal Quinto.

En la madrugada del 16 de abril ingresó a la cárcel de Matamoros, En la tarde del 19 de abril fue la segunda, ya que se presentó en el Tribunal Quinto y rechazó allanarse o aceptar su extradición a México y alegó que sin negarse a esa posibilidad de ser trasladado a su país, decidió conocer primero los alegatos y las pruebas que el gobierno mexicano presentó en la solicitud formal que aportó el 7 de junio.

La tercera se registró el martes 27 y hoy ocurrirá la cuarta.

Por problemas de salud y de seguridad, Duarte se excusó de acudir ayer en la tarde a un citatorio en el Tribunal Tercero, para recibir la documentación sobre el acuerdo de esa instancia en torno a su decisión de allanarse por los delitos estatales en Veracruz.

Velásquez garantizó que a pesar de que en los últimos días “le subió la presión arterial”, por lo que está tomando medicamentos para reducir su estado de ansiedad, Duarte se presentará esta mañana en el Tribunal Quinto para atender la audiencia.

Las autoridades del Órgano Judicial de Guatemala, responsables de la Torre, están ejecutando esta mañana fuertes medidas de seguridad para la comparecencia del político mexicano, como el despliegue de un mayor número de efectivos, con oficiales del Sistema Penitenciario fuertemente armados.

En una vía dispuesta para que los prisioneros ingresen y salgan de la Torre, primero a bordo de patrullas del Sistema y luego a pie, hay una gran expectativa con presencia de medios nacionales e internacionales de prensa.

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