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Hace dos años el predio el que fue abatido el presunto criminal Felipe de Jesús Pérez alías El Ojos, además de otras edificaciones ubicadas en perímetros de la delegación Tláhuac, eran terrenos baldíos, afirmaron vecinos.

El presunto líder de la venta de droga en el oriente de la Ciudad de México entraba y salía de su casa sin ser identificado por las autoridades.

En el mapa de Google, el cual tiene imágenes de julio de 2015, se puede apreciar que estos inmuebles eran terrenos baldíos e incluso las casas aledañas no estaban.

Tres días después de que el presunto líder del Cártel de Tláhuac fue abatido por personal de la Secretaría de Marina (Semar), la gente aún comenta la situación e incluso argumentan que no se podían imaginar que se tratase de El Ojos.

Como una persona seria y antipática, los vecinos calificaron a Felipe de Jesús Pérez, quien siempre estaba acompañado de una persona y no tenía seguridad.

“Nunca vi que platicará con nadie de los vecinos, a nadie le hablaba, no le gustaba gastar la saliva en balde, ¿quién se imaginaría que él fuera así?”, comentó uno de los vecinos.

Argumentaron que la zona es tranquila, puesto que nunca se registraron enfrentamientos ni aglutinamientos de personas, inclusive que El Ojos salía y comía tacos en un establecimiento ubicado a unas calles de su domicilio.

“Nunca hubiéramos sabido que se tratara de él, aquí todos hacíamos una vida normal, el comía tacos en la avenida Guillermo Prieto. Nosotros pasábamos por aquí normal, íbamos a las tortillas, la zona siempre estaba tranquila, hasta el jueves que se escucharon los disparos”, explicaron habitantes del lugar.

La policía capitalina continuó ayer con recorridos en las calles aledañas a los predios donde vivía el presunto líder criminal, así como con los retenes en los accesos a la colonia. Las actividades de fin de semana en la zona se registraron sin afectación.

Algunos vehículos fueron revisados mientras circulaban por la zona, pero en ninguno hubo alguna prueba para poder detenerlos.

El mercado sobre ruedas ubicado en la avenida Guillermo Prieto, los puestos de tacos y las tiendas se instalaron y abrieron sin problema, aunque cerca del mediodía elementos de la Marina regresaron a la zona y desalojaron el departamento en el que aparentemente vivía El Ojos.

Algunos electrodomésticos, cajas y bolsas fueron sacados por los uniformados federales y subidas a las unidades de la Semar, por más de una hora permanecieron los elementos y resguardaron la calle, impidiendo el paso a los habitantes.

Según autoridades de la Ciudad de México, la presencia policíaca continuará en la zona para evitar disturbios y trabajará para erradicar la actividad criminal referente a la distribución y venta de drogas y estupefacientes en la zona oriente de la ciudad. En el predio, elementos capitalinos hacen un resguardo durante el día y noche.

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