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En un radio de un kilómetro, en el poblado de Carrizalejo, en la sindicatura de Sanalona, al extremo oriente de la capital del estado, el Ejército aseguró cuatro laboratorios clandestinos para procesar drogas sintéticas, uno de ellos equipado con un sistema de refrigeración, para mantener congeladas diversas sustancias químicas.

Una supervisión terrestre, en la misma zona, entre improvisados caminos de terracería, bajo la sombra de varios árboles, algunos de ellos caídos, elementos de la Novena Zona Militar desenterraron 14 bolsas de plástico con 70 kilos de una sustancia que se presume es metanfetamina.

El oficial al mando, cuya identidad se reservó, explicó que por la experiencia adquirida en centenares de operativos, les llamaron la atención restos de bolsas de plástico, en una especie de montículo, con mucha tierra suelta, por lo que al escarbar encontraron las 14 bolsas.

Para ingresar a esta zona, escasamente habitada, el Ejército trasladó a periodistas en una unidad blindada y artillada, en un convoy de cinco vehículos, dos de ellos de la Policía Municipal, con personal de la Policía Militar.

El reporte de lo encontrado en los cuatro laboratorios da cuenta de 498 bidones que contenían diversas sustancias desconocidas; 618 ollas de peltre, 58 cilindros de gas butano; 384 costales y 18 lavadoras, entre otros, en esa zona donde opera el Cártel de Sinaloa.

El Ejército dio a conocer que la madrugada del martes, en una supervisión terrestre por el poblado de Carrizalejo, ubicado a 10.4 kilómetros al extremo oriente de Culiacán, cuyos accesos son difíciles, el olor a sustancias químicas los llevó a una primera finca.

Pese a que en línea recta de la carretera a Sanalona que conecta con Tamazula, Durango, la distancia es menor a un kilómetro y medio, para llegar se cruzan vados y se transita entre veredas y caminos poco accesibles.

Se trata de una construcción con un anexo edificado en una especie de un cuarto con techo de lámina, un enorme patio y dos tinacos para almacenar agua y en la entrada recargados varios cilindros de gas de 90 kilos cada uno de ellos.

En el inmueble rústico, se localizaron diversas sustancias sólidas y liquidas, equipos para procesamiento de drogas sintéticas y ventiladores.

A escasos metros de este punto se ubicó un cuarto construido con madera y láminas de cartón negras, en su exterior se observaron cuatro costales con sosa cáustica, tres bidones con una sustancia líquida no identificada y varias prendas de vestir de hombre colgadas.

En este punto, en el interior se aprecian diversas sustancias sólidas y líquidas, cilindros de gas, una especie de estufa, cubetas y pantalones de mezclilla, un par de botas y restos de envases de bebidas, sobre todo de agua.

Personal del Ejército, con trajes especiales y mascarillas, que resguardan los cuatro laboratorios clandestinos para fabricar drogas sintéticas, esperan que los peritos de la Procuraduría General de la República inicien con las primeras diligencias para cuantificar el volumen de reactores químicos e identifiquen los equipos localizados.

En un tercer laboratorio asegurado por elementos de la Novena Zona Militar, durante el operativo en el que no se tuvo detenciones, ubicado en una pequeña vivienda, construida con ladrillos y con cerca de malla ciclónica, se encontraron bidones con una sustancia líquida en color oscuro.

La zona donde se ubicó el cuarto laboratorio clandestino está llena de zanjas, abiertas presuntamente por los delincuentes para vertir sus desechos, por lo que el olor a las sustancias químicas es más fuerte.

Vehículos militares blindados y artillados vigilan el radio, donde se descubrieron los cuatro laboratorios y la zanja donde se ocultaban 14 costales, con un peso aproximado de cinco kilos cada uno de ellos, que contenían una sustancia blanca que se presume es metanfetamina.

La tarde del martes dos helicópteros con personal de la procuraduría aterrizaron en Carrizalejo para iniciar los primeros peritajes de los hallazgos y levantar las actas sobre los químicos hallados y los equipos de procesamiento.

Por las evidencias encontradas en dos de los laboratorios, uno de ellos, dotado de un sistema de refrigeración integral, se presume que los delincuentes al percatarse de la presencia militar alcanzaron a huir del lugar.

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