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Los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán y su ahijado se encuentran entre los 17 objetivos prioritarios que faltan para completar la lista de 122 que fijó el gobierno federal.

Se trata de Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, hijos y herederos del imperio que construyó El Chapo, así como Dámaso López Serrano El Mini Lic, a quien se le identifica como ahijado del capo, confirmaron fuentes ministeriales a EL UNIVERSAL.

Otros nombres que se incluyen en los objetivos que faltan por capturar son Ismael El Mayo Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, y Dámaso López Núñez El licenciado, padre de El Mini Lic y quien habría ayudado a Guzmán Loera a fugarse del penal de Puente Grande, Jalisco, en enero de 2001.

En la lista también se encuentra Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), la organización más poderosa hasta el momento, seguida del Cártel de Sinaloa.

La estrategia de neutralizar a 122 personas se enfocó en sus principales actividades dentro de las organizaciones delictivas, fuera por ser líderes u operadores financieros, además de la violencia que ejercen. En la lista se incluyen tanto del Cártel de Sinaloa como de Jalisco Nueva Generación, Zetas, Caballeros Templarios y los Beltrán Leyva.

El último objetivo detenido fue el número 105: se trata de Vicente Rufino Carrillo, el pasado mes de noviembre en Acapulco, Guerrero, perteneciente al Cártel de Sinaloa.

Entre los neutralizados que forman parte de la lista están Joaquín El Chapo Guzmán y Servando Gómez Martínez La Tuta, líder de Los Caballeros Templarios, ambos considerados fuertes golpes a la estructura criminal.

Identificado como el más sanguinario, Miguel Ángel Treviño Morales El Z-40 fue detenido en octubre de 2014 por elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México.

Del Cártel de Juárez, Vicente Carrillo Fuentes El Viceroy fue detenido en octubre de 2014 en Torreón, Coahuila; ese mismo año se informó de la muerte de Nazario Moreno El Chayo, de Los Caballeros Templarios, durante un enfrentamiento con fuerzas federales.

En octubre de 2010, en San Miguel de Allende, Guanajuato, elementos de la Unidad de Operaciones Especiales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) detuvieron a Héctor Beltrán Leyva, quien asumió el control del cártel que lleva su apellido tras la muerte de su hermano Arturo, El Jefe de Jefes, en diciembre de 2009.

Héctor, conocido en el mundo del narcotráfico como El H, era el último de los hermanos prófugo de la justicia. Al asumir el liderazgo del Cártel de los Beltrán Leyva se dedicó al trasiego de cocaína de Centro y Sudamérica hasta Estados Unidos y Europa.

Sin embargo, de acuerdo con las investigaciones, hizo alianzas con otras organizaciones criminales para expandir sus actividades en el comercio de drogas sintéticas. Además del trasiego de sustancias, logró crear una red de corrupción y lavado de dinero.

Las autoridades identifican que la disputa por el Cártel de Sinaloa ha generado una ola de violencia en algunas partes del territorio mexicano.

Asimismo, señalan fragmentaciones dentro del Cártel de Sinaloa a partir del 15 de agosto, cuando Iván y Alfredo Guzmán fueron levantados del restaurante La Leche, ubicado en Puerto Vallarta, Jalisco.

La línea de investigación que mantiene la Procuraduría General de la República (PGR) es que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que encabeza Nemesio Oseguera El Mencho, fue el grupo criminal que levantó a los hijos del narcotraficante.

Sin embargo, otra línea que se investiga es que quien planeó el plagio forma parte del Cártel de Sinaloa y busca quedarse como sucesor de El Chapo Guzmán, es el mismo Dámaso López Serrano El Mini Lic.

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