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César Yáñez Centeno, vocero de Morena, intervino ante el gobierno de Puebla en busca de liberar a su pareja sentimental, Dulce María Silva Hernández, detenida por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.

El secretario de Comunicación, Prensa y Propaganda del Comité Ejecutivo Nacional de Morena negoció con los equipos del secretario general de Gobierno y del fiscal general de Puebla, Diódoro Carrasco y Víctor Carrancá, respectivamente, en un intento de liberar a su novia, quien es señalada de aportar recursos de procedencia ilícita por 30 millones de pesos a una empresa presuntamente fraudulenta.

A través de cuatro grabaciones de llamadas telefónicas, en poder de EL UNIVERSAL, se revela cómo César Yáñez pretendió utilizar sus influencias con el fiscal Carrancá por medio de conversaciones con su secretario técnico, Rodolfo Alejandro Alducín Flores, para liberar a su novia, quien fue detenida el pasado 10 de marzo por aportar dinero de dudosa procedencia —a manera de préstamos mercantiles— a Edmundo Tiro Moranchel, apoderado legal de Grupo Inmobiliario Verhome SA de CV (conocido como Invergroup).

En los audios también se escucha al abogado Carlos Meza Viveros, quien asegura que su cliente, el senador Manuel Bartlett —por instrucción de Andrés Manuel López Obrador—, pacta con el secretario general de Puebla para que intervenga en el caso a cambio de que el líder de Morena deje de “madrear” al gobierno de Rafael Moreno Valle.

En una de las llamadas, el abogado Meza Viveros le comenta a César Yáñez: “Creo que mi jefe [el senador Manuel Bartlett] le dijo a su cuate Diódoro [Carrasco, secretario general de Puebla]. Diódoro es político de muchos años y él sabe que esa llamada que Bartlett nunca hubiera hecho sino es por el jefe tuyo [Andrés Manuel López Obrador], no la hubiera hecho nunca. Entonces ahorita es la gran oportunidad de ellos para decir, bueno, aprovéchate de la amistad que tienes con Manuel, bueno con don Manuel [López Obrador], para que no lo esté puteando. Porque si a alguien le importa que don Manuel no los madree, pues es a la gente de acá. Y un cambio de fichas, pues yo creo que está poca madre”.

EL UNIVERSAL contactó a César Yáñez, quien confirmó la veracidad de las llamadas telefónicas, pero aclaró que no hubo tráfico de influencias, ya que, explicó, a pesar de las llamadas Silva Hernández continúa en prisión después de siete meses de haber sido detenida.

De igual manera se contactó al senador Manuel Bartlett, quien se negó a dar declaración y pidió que ese asunto se tratara en su oficina: “Necesito saber qué es a fondo y con todo gusto lo vemos. Búscame en mi oficina. Estoy a sus órdenes”.

El caso. A principios de marzo Dulce María Silva Hernández fue detenida en Tlaxcala y, posteriormente, trasladada al Cereso de Cholula, Puebla, por aportar 30 millones de pesos al Grupo Inmobiliario Verhome SA de CV, empresa de Edmundo Tiro Moranchel, quien también se encuentra en prisión desde 2010, acusado de defraudar a más de 150 personas que invirtieron en sus empresas.

Después de la detención, César Yáñez, quien ha trabajado con López Obrador al menos durante los últimos 20 años, se comunicó vía telefónica con Rodolfo Alducín Flores, secretario de apoyo técnico y ejecutivo del fiscal de Puebla, para pedirle el favor al mismo fiscal Víctor Carrancá y conocer la situación de Silva Hernández.

“A Dulce Silva, que es mi mujer, la tiene el comandante Rafael Cortés Medina, el director de asuntos Metropolitanos. Entonces, quería hablar con Víctor al respecto. Tenemos ahí asuntos pendientes. Créeme que lo que menos quiero es tener a mi novia ahí, en ese asunto”, dice Yáñez en una de las llamadas telefónicas.

Alducín se muestra atento y responde a Yáñez: “No te había escuchado bien. No te preocupes yo veo. En este momento no lo puedo interrumpir [al fiscal], pero con mucho gusto”.

Avanzado el caso y ya con un auto de formal prisión a la inculpada, en otra grabación se puede escuchar al abogado de Manuel Bartlett, Carlos Meza Viveros, quien revela que el mismo senador —a petición del líder de Morena— se puso en comunicación con el secretario general de Gobierno de Puebla, Diódoro Carrasco, con quien plantea un intercambio de favores: el gobierno les ayudaría en el caso de Silva Hernández, a cambio de que López Obrador no “golpee” al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.

“Mi gente va a ir a verla para darle tranquilidad [a Dulce Silva], porque yo entre las cosas que voy a pedirle al secretario [Diódoro Carrasco], que es muy gente —por lo menos conmigo ha sido muy atento y, este, con don Manuel [Bartlett]—, pues muy cuate. Ayer me dijo Don Manuel: ‘No, se portó de maravilla, atento, amable, gentil, etcétera’. Político también. Eso está a toda madre, porque él va a cambiar una ficha pendeja, para que usted no les raje la madre, pues está a toda madre y además usted quiere atender a su cuate. Me dijo [Manuel Bartlett]: ‘Sí, yo ya le avisé a mi cuate, para decirle que está en buenas manos, que tú eres mi abogado, que la chingada y que confié en ti”, relata Carlos Meza.

Yáñez responde: “Ya hasta me regañó, me regañó ayer [López Obrador]. Porque no le había dicho antes”.

Negociación. En otra llamada, el abogado Carlos Meza Viveros explica a Yáñez Centeno que hubo problemas en el caso. “Ayer se lo comenté a mi jefe [Manuel Bartlett], que éste la cita, como este cuate está pidiendo informes y pendejada y media, quiere que nos veamos el lunes. Mira, yo siento que lo que nos partió la madre en gran medida fue un pinche senador, no sé quién sea”.

Y en una cuarta llamada, el hermano de Dulce Silva Hernández, Antonio, informa a César Yáñez que existe una contrapropuesta por parte de las autoridades y con una negociación de 10 millones de pesos.

“Pues concretamente son 10 [millones de pesos] y se concluye esto la próxima semana, tentativamente”, advierte Antonio.

En esta última llamada, Yáñez Centeno no está muy convencido con la contrapropuesta y responde: “Yo creo que para que hubiera formalidad; es decir, se aceptó que se vaya a tratar, ¿no?, y pues es ahí yo creo que el paso siguiente”.

El caso de Silva Hernández sigue abierto, el pasado 16 de marzo recibió auto de formal prisión y fue trasladada al Cereso de San Miguel, en la capital de Puebla, y días después tramitó un recurso de amparo para los cargos que se le imputan. A pesar de que César Yáñez pretendió negociar su salida, la ex candidata de Morena cumple ya alrededor de siete meses en prisión.

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