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En medio de un fuerte operativo de la Policía Federal (PF), ayer durante la madrugada alrededor de mil elementos de la corporación desalojaron de forma pacífica a los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes mantenían un plantón en las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación.

Después de una negociación con autoridades de la Ciudad de México, alrededor de 200 maestros terminaron por instalarse con sus casas de campaña en la Plaza de Santo Domingo, frente al edificio de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Alrededor de las 02:00 horas, de acuerdo con la versión de los docentes, el grupo de policías antimotines los rodeó y les exigió que en un plazo de 15 minutos levantaran el plantón y se retiraran. Las representaciones de la CNTE de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas se habían instalado ahí desde el domingo.

Los profesores aseguran que hubo un ofrecimiento de la PF de darles transporte, alimentación y seguridad para regresarlos a sus estados de origen. El momento fue tenso, dicen. “Nos ofrecieron camiones para que nos regresáramos, pero nadie lo hizo”, afirmó la profesora Leticia Guerrero.

Daniel López, representante de la Sección 7 en Chiapas, dijo que en la madrugada el interés de los dirigentes magisteriales era trasladar a los profesores a las instalaciones de la Sección 9, ubicada en la calle Belisario Domínguez, en el Centro Histórico, para que pudieran dormir.

Los profesores comenzaron a levantar el plantón a las 5:00 horas y empezaron a movilizarse sobre la avenida Juárez. Marcharon rodeados de un contingente de granaderos.

Encapsulados, medio adormilados algunos y todavía molestos, los maestros cargaban las pocas pertenencias que tenían en el plantón: casas de campaña, bolsas de dormir, lonas, cuerdas y mochilas con ropa.

Cuando comenzó a clarear, los representantes sindicales concluyeron que no tenía sentido ir a dormir a la Sección 9: ahora querían pasar al Zócalo. Nuevamente hubo tensión con la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, porque los maestros amagaron: “Nos dejan pasar o nos plantamos aquí”.

Después de casi cuatro horas, los tres principales negociadores de la CNTE: Enrique Enríquez Ibarra, de la Sección 9-Ciudad de México; Daniel López, Sección 7-Chiapas, y Juan Melchor, Sección 18-Michoacán, consiguieron destrabar el conflicto y acordaron que los maestros se instalarían en Santo Domingo.

Se compacta movimiento. De acuerdo con datos oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, el plantón y la presencia de los profesores en la Ciudad de México se ha venido compactando con el paso de los días: el domingo 15 de mayo marcharon cerca de 7 mil integrantes de la CNTE por el Día del Maestro y contra la reforma educativa; el miércoles 18 eran cerca de mil quienes permanecían en el plantón de la calle Bucareli; el viernes 20 llegaron entre 600 y 700 profesores a instalarse en la Plaza de Santo Domingo.

Entre los propios docentes hay quienes confiesan que plantarse no es una tarea fácil, e incluso comentan que no vienen a la Ciudad de México de vacaciones.

El plantón para ellos representa una serie de incomodidades, desde ir al baño y asearse, hasta los gastos que implica participar en él en temas como alimentación, que tienen que sufragar con sus propios ingresos.

Aunque en general están convencidos de que tienen que permanecer en la lucha, y en el discurso los profesores afirman que así será, también se percibe cansancio.

Ayer, mientras instalaban sus lonas en la Plaza de Santo Domingo, los profesores discutían en grupos, pues los representantes seccionales intentaban convencer a sus compañeros de permanecer en el plantón.

El principal argumento de quienes estaban más desanimados era el gasto personal que representa permanecer movilizados de forma permanente en la capital del país.

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