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El gobierno de México no impulsa o respalda ninguna campaña de desprestigio o de ataque en contra de la Comisión de Derechos Humanos (CIDH) ni del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), aseguró el subsecretario de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Cancillería mexicana, Miguel Ruiz Cabañas.

En entrevista con EL UNIVERSAL, descartó que exista un conflicto o confrontación con la CIDH y que la audiencia pública de ayer, donde hubo acusaciones del gobierno en este sentido, generen para México molestia o preocupación, pues los asume sólo como parte de un diálogo normal que se presenta en este tipo de foros.

En la sesión, un comisionado de la CIDH dijo que autoridades de México atacaron el trabajo del organismo y a su secretario general Emilio Álvarez Icaza con una denuncia. Otro refirió que no aceptar que hay violaciones a los derechos humanos, como ocurre con México, es síntoma de un principio de esquizofrenia.

¿Molesta a México que en una audiencia pública se acuse al Estado mexicano de esta forma?

—Es parte de un diálogo normal que México tiene con los organismos promotores de los derechos humanos. Hay que ir al fondo de los temas, México manifestó muchas coincidencias con las recomendaciones de la Comisión. No creo que el tema haya sido la denuncia que un particular presentó contra Emilio Álvarez Icaza, sino los desafíos que México enfrenta en el tema de derechos humanos.

Usted habló con los comisionados de la CIDH un día antes y les expuso varios temas que trataron en la audiencia de ayer, ¿a qué obedece que públicamente expongan a México?

—Algunos de los comisionados quisieron sacar de manera pública el tema para que quedara aclarado, fuera de toda duda, cuál es la posición y cuál era la verdad de las cosas en las que el gobierno no tenía responsabilidad [la denuncia contra Álvarez Icaza]. Somos una sociedad democrática compleja donde hay libertad de expresión y hay un derecho en el Código Penal de que cualquier persona puede presentar una denuncia.

Las palabras utilizadas en la audiencia fueron cobardía y esquizofrenia, y se usaron para acusar a México en dos cosas distintas. ¿Le preocupa o molesta al gobierno?

—Más allá de los adjetivos, que no creo que sean importantes, lo fundamental es que se habló del tema y que el gobierno de México se deslindó de lo que eran los ciudadanos particulares [que hicieron la denuncia].

Pero la referencia a esquizofrenia no fue por lo de Álvarez Icaza.

—Hay que ver lo que respondimos. Siempre dijimos que no coincidíamos con el diagnóstico de la CIDH, que era incompleto porque no tenían todos los derechos de ese tipo de informes, pero que estábamos de acuerdo con las recomendaciones. Es normal tener este tipo de diálogos, normalmente es lo que ocurre en estas sesiones, no hay nada de que alarmarse. México seguirá trabajando con la CIDH. Hay que acostumbrarnos a cómo son estos debates y cada quien se hace responsable de las expresiones que usa.

¿Ve una mala intención con la exposición que hubo en la audiencia?

—Lo que veo es un trabajo normal, de una comisión en sesiones públicas, y responden a un trabajo.

El subsecretario Ruiz Cabañas consideró que el GIEI ha aportado lo que debía a México y que, como se acordó con ellos, la prórroga de su mandato termina el próximo 30 de abril.

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