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Tenía 19 años, labios pintados, vestido entallado, tacones y su pecado era negar a su familia por ser pobre; era una joven muy ambiciosa que estaba harta de las penurias y quería lograr su sueño de ser artista. Así era Leticia Bustamante, el personaje que dio a conocer a Kate del Castillo en Muchachitas, telenovela de corte popular que le abrió las puertas a la actriz en 1991.

Un año después, la hija del orgulloso actor Eric del Castillo conocía el éxito y dejaba muy atrás a sus coprotagonistas del melodrama. Con el éxito —y el amor, sostuvo un noviazgo con Emilio Azcárraga Jean—, los protagónicos llegaron en cadena: Mágica juventud, Azul, Alguna vez tendremos alas, La mentira, Ramona y Bajo la misma piel, esta última con la que en 2003 cerró la serie de compromisos que mantenía en su contrato de exclusividad con Televisa.

Con una carrera a cuestas, consciente de que se había convertido en una líder de opinión, Kate decide apoyar abiertamente la campaña de Vicente Fox rumbo a la presidencia del país.

En ese año se casa con el ex futbolista Luis García, del que se divorciaría tres años después y al que acusa de violencia. Kate decide contar sus experiencias violentas en el libro Tuya.

Poco después debe enfrentar un problema legal en Los Ángeles, tras haber atropellado a una persona.

Pero Kate apuntaba más lejos: a los desafíos, a personajes más sofisticados, no a las telenovelas convencionales —que ella misma parodió en los programas de Eugenio Derbez— y sabía que en México no los iba a encontrar.

Se muda a Los Ángeles y comienza a buscar oportunidades. Las primeras llegaron con las películas American Visa, al lado del actor Demián Bichir —con quien tuvo una relación—, y La misma luna.

Del Castillo continúa los castings hasta que en 2009 llegó la serie Weeds, con un personaje que por vez primera le daba un panorama sobre el narcotráfico, el poder y las apariencias. Kate rondaba los treinta y tantos.

Regresa a México como una tratante de blancas en la serie El Pantera y entonces es contratada en Telemundo como toda una jefa: Teresa Mendoza, mejor conocida como La Reina del Sur, la serie basada en la novela de Arturo Pérez-Reverte, transmitida en 2011.

Tras salir de la cárcel y sobrevivir a la muerte, Teresa inicia un negocio de tráfico de drogas. Su habilidad la convierte más tarde en España en una de las principales y más respetadas traficantes.

Abierta, relajada y sin prejuicios, Kate lo vuelve a intentar en el amor y se casa con el actor Aarón Díaz, 10 años menor que ella, pero la relación duró poco.

“Afortunadamente, Kate es una gran mujer; tuvimos una relación muy civilizada y un divorcio muy civilizado”, contó el actor.

Entonces reconocida en Latinoamérica, segura y de nuevo divorciada, Kate expresa sus convicciones en una carta que comparte en Twitter el 10 de enero de 2012 en la que expresa que ha dejado de creer en los políticos, en la religión y en la Biblia: “Hoy creo más en El Chapo Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades, aunque sean dolorosas, quienes esconden la cura para el cáncer, el sida, etc...”.

Criticada, cuestionada y también celebrada por su carta, Del Castillo niega ante Adela Micha que El Chapo le hubiera respondido el tuit: “¿El Chapo? No, yo no conozco al señor... ¡Hasta me asustaste!”, dijo nerviosa la actriz, a lo que Adela insistió en referencia a algo más. “Yo creo que en ese mensaje me desmayo o me sale lo Teresa Mendoza que todas tenemos”, dijo.

Su familia le expresa todo el apoyo y le dice a la prensa que respeta su forma de pensar.

Kate, libre de contratos y segura de lo que hace, acepta una entrevista en el programa El Hormiguero, de TV Azteca, competidora de su ex casa Televisa, donde habla de todo.

“Hace mucho que me mando sola. El veto sólo existe en mentes pequeñas. Yo decido en qué canal quiero divertirme. FYI #nosoydenadie #aygüey”, expresó en Twitter.

Otra oferta televisiva llega para la actriz y no puede resistirse: Dueños del paraíso, en la que su personaje también es una mujer soberbia que se convierte en una jefa del narcotráfico.

Mientras grababa la serie, en 2015, se había reunido con los abogados de Joaquín Guzmán para planear su película. Cuando en julio se le pregunta en Marbella qué opinaba sobre la reciente fuga del capo, sólo atina a decir: “Es de risa loca”.

Kate se da tiempo para preparar el lanzamiento de su tequila Honor, con el apoyo del cantante Lupillo Rivera, y para el que supuestamente invita al actor estadounidense Sean Penn a Guadalajara en octubre pasado; con él posa y comparte fotos en su Instagram.

Menos de tres meses después estaba realizando, con su productora Kate del Castillo Productions, la entrevista a El Chapo, al lado de Penn, mientras el capo estaba prófugo.

Ya no era ficción. La realidad estaba ahí. Cuando a Kate, de 43 años, le preguntaron qué había aprendido de La Reina del Sur, dijo a Caracol TV: “Si la gente toma el mal camino termina como Teresa Mendoza, y eso es un infierno. Hay que saber tomar decisiones correctas. A ella no le quedó de otra porque era eso o su vida, pero el pasado siempre regresa”.

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