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Chilpancingo, Gro.— Desde septiembre de 2014, luego de la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, al estado no han dejado de llegar refuerzos en seguridad. Desde la Gendarmería hasta la Fuerza Estatal, apoyados por el Ejército y en algunas zonas la Marina han resguardado el territorio, pero los resultados han sido negativos mes con mes, a pesar de su presencia.

Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública sobre la incidencia criminal en la entidad indican que de enero a septiembre de este año en Guerrero se han cometido mil 985 homicidios, 87 secuestros y 113 extorsiones, que han sido denunciadas ante el Ministerio Público del fuero común.

La Secretaría de Gobernación, a través de su conteo, ubica a la entidad en los primeros lugares de homicidios; sólo está después de casos como el del Estado de México, donde se han denunciado 2 mil 556 asesinatos, y Guanajuato, con 2 mil 124 crímenes de este tipo.

Tamaulipas no supera los índices de criminalidad que alcanza Guerrero, pese a ser considerada una de las entidades más violentas y bastión de cárteles de la droga como Los Zetas y El Golfo, donde entre enero y septiembre de este año se registraron alrededor de mil 227 homicidios.

Aunque las denuncias por extorsión son bajas en el estado, porque la dependencia sólo ubica 113 en ese lapso, siete escuelas de la periferia en Acapulco, que aglutinan a aproximadamente 3 mil estudiantes, cerraron sus puertas por esa razón.

En cuanto a secuestros, la entidad sólo compite con 87 denuncias contra 247 de Tamaulipas y 133 del Estado de México.

Disputa del territorio. A 15 días de que el gobernador Héctor Astudillo Flores asumió el cargo, en ese lapso ya se registraron dos asesinatos colectivos: uno en el municipio de Chilapa, con saldo de seis muertos, cinco de ellos familiares del ex director de Seguridad Pública de esa demarcación, Silvestre Carreto González, vinculado por pobladores con el grupo delictivo de Los Rojos, que se disputa el territorio con Los Ardillos.

Al que se suma el asesinato de 12 personas en un palenque en Cuajinicuilapa, un ayuntamiento de la Costa Chica. Esa zona colindante con Oaxaca es blindada por elementos del Ejército y la Marina tras los hechos ocurridos el domingo en la noche, y el homicidio de dos de las autoridades y tres habitantes de la comunidad serrana de Políxtepec, en el municipio de Leonardo Bravo.

El 27 de octubre, junto al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el mandatario Héctor Astudillo puso a andar un esquema de seguridad con la llegada de 500 elementos en el puerto, pero no sirvió para reducir las muertes, pues suman 30 en lo que va del periodo del gobernador priísta.

En los primeros meses del año, de acuerdo con reportes de la Secretaría de Seguridad Pública y conteos periodísticos, han ocurrido 748 homicidios en el puerto de Acapulco, lo que incluye la zona rural, donde han sido ultimados varios policías comunitarios.

Las áreas más violentas son la región de la Tierra Caliente, la Costa Grande, la zona Centro y Acapulco. Guerrero se derrumba entre la delincuencia y crímenes y un operativo policiaco que, más que solución, sólo representa más policías en las calles, de acuerdo con la percepción de la gente.

En la zona norte, en el municipio de Iguala, ubicaron nuevas fosas ilegales que ya revisa la Procuraduría General de la República, mientras que muy cerca de allí, a una hora y media, en Carrizalillo, en la zona Centro, del 1 de noviembre a la fecha se han descubierto cuatro fosas clandestinas con siete restos humanos.

Según estadísticas del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, el año pasado Guerrero se ubicó como el segundo lugar más violento del mundo.

El fiscal general del estado, Miguel Ángel Godínez Muñoz, a pesar de las cifras que hay disponibles hasta septiembre, defendió que en la entidad han ocurrido no más de 500 homicidios; es decir, en cifras oficiales ha habido más de mil 485 más de lo que asegura el funcionario.

Dijo a mediados de octubre que de los 500 homicidios 100 se habían registrado en Acapulco.

En los nueve meses que van de 2015 algunos homicidios se registraron de la siguiente manera: enero, 190; febrero, 183; marzo, 207; abril, 251, y mayo, 248. Las cifras, así como los operativos, no han disminuido.

El operativo vigente, puesto en marcha por los gobiernos federal y estatal, está a cargo de la IX Región Militar de Acapulco al mando del comandante Alejandro Saavedra Hernández, mientras que en el estado —con base en declaraciones de funcionarios en días anteriores— sigue la disputa por el territorio entre los cárteles de la droga de Guerreros Unidos, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios, Los Rojos y Los Ardillos.

La lucha por la siembra, el paso y distribución de la droga ha dejado actividades a las que la FGE atribuye principalmente la violencia que ha cobrado la vida de un funcionario, el regidor perredista del municipio de San Miguel Totolapan, Roberto García, y el secuestro del ex candidato panista a la alcaldía, Juan José Slim Tirado.

Aun con este panorama hay menos de 3 mil elementos estatales acreditados para coadyuvar con las fuerzas federales en el combate al crimen organizado.

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