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Lorena González Hernández, La Lore, ex comandante de la Policía Federal acusada de participar en el secuestro y asesinato de Fernando Martí en 2008, lamenta el dolor que pasó el padre del joven, el empresario Alejandro Martí, pero asegura que ha sido tan víctima como él. “Él es víctima pero yo también, de un sistema judicial corrupto”.

La mujer accede a hablar con EL UNIVERSAL luego de que el sábado pasado, el Juez 32 Penal del Reclusorio Preventivo Sur, Jesús Ubando López, decretó su libertad por “insuficiencia probatoria”.

En la plática exige que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) reconozca públicamente que se equivocó y le ofrezca una disculpa. También pide que nadie le llame más La Lore.

“Lamento todo el dolor que él [Alejandro Martí] ha pasado. Porque los hijos son algo maravilloso, tenerlos con nosotros es algo invaluable. Yo [desde la cárcel] me ponía en sus zapatos porque también tengo un hijo. Cuando ocurrieron los hechos tenía 14 años, creo que coincidían en edad. Por eso su dolor me embargó por mucho tiempo y se volvió más fuerte porque sabía que mi familia también estaba sufriendo”, dijo.

“Me dolía lo de él, lo mío y lo de mi familia. Puedo decirlo, siempre lo dije: él es víctima pero yo también soy víctima de un sistema judicial corrupto”.

La ex agente denuncia que desde la integración de la averiguación previa “todo estuvo mal”, porque la PGJDF se empeñó en “armar” una historia basada en una banda de secuestradores a la que llamó La Flor. “Son cosas que se las sacan tal vez de la manga o de su imaginación. Todo era un armado, desde el nombre de una banda, desde las personas, mi apodo, toda una orquesta maléfica”.

Lorena González fue detenida por elementos de la Procuraduría capitalina cuando el titular era el actual jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera. Recuerda que el 4 de junio, cuando ocurrieron los hechos, estaba en Acapulco con su esposo. Los registros del Hotel Lizeth, donde se hospedaron, así lo demuestran, además de que las cámaras de seguridad de Capufe, los tienen grabados.

Agrega que fue hasta el 5 de septiembre, mientras trabajaba en sus oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, cuando fue incomunicada por tres horas.

González Hernández lamenta que a partir de ese momento hubo una fabricación de pruebas, con testigos falsos con credenciales apócrifas. Aun denuncia que es falso que el chofer de Fernando Martí la reconociera, “pues nunca hubo un careo”.

La PGR    detuvo en abril de 2010 a María Elena Ontiveros, La Güera, quien estuvo en el retén el día del secuestro de Fernando Martí. Aceptó haber sido la que detuvo el coche, dijo no conocer ni haber visto nunca a Lorena. González Hernández señala que desconoce por qué en este preciso momento fue liberada, “tal vez haya un motivo político”. Sin embargo, lo que sí exige es un reconocimiento público por parte de la PGJDF de que se equivocó. “Me lo deben. Lo más importante era obtener la libertad”.

Además, quiere dejar atrás el apodo de La Lore. “Mi nombre es Lorena González y toda mi vida me han dicho Lorena. De repente me dicen La Lore. Para mí, al agregarle la palabra ‘La’, es como si fuera algo que minimiza tu esencia y sí quiero dejarlo atrás”, sentencia.

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