Por desvanecimiento de pruebas, el Juez 32 Penal en el Distrito Federal dejó en libertad a Lorena González Hernández, "La Lore", después de casi siete años de permanecer en prisión acusada de participar en 2008 en el secuestro y homicidio de Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí.

González Hernández abandonó la madrugada de ayer el Centro de Reinserción Social Femenil Santa Martha Acatitla, en la delegación Iztapalapa, debido a que el juez de su causa determinó que los datos recabados en la investigación en su contra no eran sólidos para emitir una sentencia condenatoria.

Además, las personas que acusaban a la ex agente federal como una de las responsables del plagio, entre ellos Christian Salmones, chofer del joven Martí, no ratificaron sus denuncias.

Hace unas semanas, el abogado de Lorena González había exigido al juzgado a cargo del caso emitir cuanto antes un fallo, el cual por fin llegó y dejó libre a la antigua empleada de la extinta Policía Federal Preventiva (PFP), quien fue recibida por familiares y amigos a la salida del penal.

En septiembre de 2008, Lorena González fue señalada por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) de pertenecer a la banda de La Flor, grupo criminal al cual se le atribuyó en un inicio el plagio y asesinato de Fernando Martí.

El joven fue privado de su libertad el 4 de junio de 2008 en un falso retén de supuestos agentes federales en las inmediaciones de Ciudad Universitaria, cuando se dirigía a la secundaria a bordo de un auto BMW conducido por su chofer, Christian Salmones, quien sobrevivió a los hechos.

Tres meses después, el 9 de septiembre, Lorena González fue detenida, ya que presuntamente coordinó la instalación del retén en el cual Fernando Martí fue secuestrado. El arresto se hizo al considerar que ella también respondía al apodo de La Güera, la mujer que participó en el ilícito.

En el caso surgiría una confusión sobre la identidad de los autores intelectuales y materiales de la muerte del menor, debido a que el 17 de julio de 2009, autoridades capitalinas detuvieron a Noé Robles Hernández y José Antonio Montiel Cardoso, integrantes de la banda de Los Petriciolet, como presuntos responsables de asesinar a los adolescentes Fernando Martí y Antonio Equihua.

En 2010, el entonces procurador de justicia local, Miguel Ángel Mancera, aseguró que no se fabricarían culpables. En abril de ese año fue detenida a María Elena Ontiveros, La Güera, quien confesó su participación en el crimen, del que ya estaba acusada Lorena González.

Alejandro Martí emprendió una lucha en demanda de justicia. En agosto de 2008 en la firma del Acuerdo de Seguridad Nacional emitió un discurso en el que exigió a las autoridades: “Si no pueden, renuncien”.

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