“Está desesperado Maduro; quiere distraer”

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Las acusaciones que el gobierno de Venezuela hace sobre México son ridículas y reflejan que la administración del presidente Nicolás Maduro cae en la desesperación, expresó el representante mexicano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Alfonso de Alba.

Por supuesto, aseveró que México dialoga con Estados Unidos sobre la situación en Venezuela, pero lo hace también con Canadá, con Chile, con Colombia y no para tener planes oscuros, indebidos y secretos.

¿La OEA sigue siendo espacio de discusión para el tema Venezuela, quedó rebasada?

—La OEA sigue siendo el foro adecuado y probablemente el único en este momento que tenga todavía capacidad de actuar, porque otras instancias a nivel hemisférico han tenido dificultades y con la tensión que se ha generado sobre todo en el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la salida de Venezuela de ahí, la falta de capacidad de reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la OEA sigue siendo el foro en donde podemos ejercer una acción una presión y sobre todo mantener una oferta de acompañamiento, de apoyo para la búsqueda de una solución.

Venezuela acusa a México de que junto con Estados Unidos buscan derrocar el gobierno del presidente Nicolás Maduro. ¿Trabaja México con Estados Unidos para eso?

—Nosotros formamos parte de un grupo de países desde la OEA que se conoce como el grupo de los 14 del cual Uruguay sigue formando parte, y en ese grupo está EU, Canadá, están los principales socios de México en la OEA incluyendo varios caribeños, por supuesto que ese es el marco de colaboración que tenemos con ellos.

Tenemos una relación bilateral, compartimos preocupaciones y visiones en el caso de Venezuela, no necesariamente en todos los puntos, las acusaciones que nos hacen como tal, que nos hacen a partir de las declaraciones que hizo el director de la CIA [Michael Pompeo] son por decir lo menos, ridículas.

A mí me da la impresión que es un acto de desesperación, estar inventando incluso este tipo de historias para distraer la atención, es una muestra de debilidad de las autoridades venezolanas.

Las declaraciones que hizo el director de la CIA, son conversaciones como las que tiene todo mundo en estos días a propósito de la situación en el país [Venezuela], es más, sería extraño no tener esas conversaciones compartiendo la preocupación. Todos los días tenemos datos de violencia con pérdida de vidas, más de 100 muertes.

Las implicaciones son muchas, la crisis de Venezuela no se limita a su territorio, afecta a la región en su conjunto: movimiento de refugiados, desplazados, la posibilidad de que se distribuyan masivamente armas a la población civil, sería ilógico que no habláramos del tema, pero de ahí a que tengamos colaboración indebida, secreta, oscura, por supuesto que no.

Las sanciones que impuso el Departamento del Tesoro de EU a personajes venezolanos y por lo cual México dijo que actuará en consecuencia, ¿se dialogó también desde la OEA?

—Sí ha estado en conversación. Hemos tenido una discusión y seguramente lo vamos a seguir teniendo en los próximos días, sobre el tipo de medidas que se pueden tomar para ejercer presión, pero en el entendido de que cada país individualmente está haciendo su propia evaluación.

Hay muchos de los individuos que han sido identificados por el Departamento del Tesoro que están vinculados a crímenes y en ese caso hay mecanismos de cooperación internacional.

Y las sanciones económicas son una acción que se ha discutido. El tema de los castigos es complejo porque se ha utilizado ya en otros lados, no hay un patrón, hay lo que se conoce como sanciones inteligentes que son las que no afectan al grueso de la población y son apoyadas por un número amplio de países.

¿Qué queda por hacer cuando se está contrarreloj?

—Yo creo que lo primero es seguir haciendo el llamado reiterado para que se detenga ese proceso [de la Asamblea Constituyente], consideramos que Nicolás Maduro tiene una oportunidad histórica para detenerlo y generar las condiciones para abrir una mesa de diálogo auténtica y genuina, y además con acompañamiento internacional que le dé la confianza y la certidumbre a todos los actores, creemos que esto se puede y debe hacerse antes del domingo. Será ciertamente mucho más complicado poder armar ese ejercicio después del lunes.