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El programa Salud en tu Escuela será insuficiente para prevenir la obesidad infantil y el embarazo en adolescentes si no se garantiza que en las escuelas no se venda comida chatarra, que todas tengan bebederos y que los adolescentes tengan un programa completo de educación sexual que incluya acceso a métodos anticonceptivos, coincidieron especialistas.

Sobre la prevención de obesidad, sobrepeso y diabetes, la SEP adelantó que parte de esta estrategia será la instalación de 40 mil sistemas de bebederos escolares para 2018 y talleres de educación sexual por parte de especialistas en la salud.

Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, dijo que se tendrá que trabajar “a marchas forzadas” puesto que al corte de abril, el Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa había instalado 6 mil 295 sistemas de este tipo en todo el país.

“Tendría que estar a marchas forzadas y a una velocidad superior a la que han tenido para instalar los bebederos. Lo que me llama la atención es que no se está cumpliendo y no se habla de la regulación de los alimentos en las escuelas, que no se está cumpliendo, principalmente porque no saben cómo hacerlo”, señaló.

Especialistas en derechos de la infancia y educación sexual afirmaron que las pláticas y talleres planteados no son suficientes y tendrían que ir acompañadas de una estrategia integral para prevenir efectivamente el embarazo en adolescentes.

“Estamos retrasados en el tema porque las pláticas no van a servir de mucho. Necesitamos acciones articuladas, fortalecer el esfuerzo”, dijo Juan Martín Pérez García, de la Red por los Derechos de la Infancia en México.

Fabiola Pérez Baleón, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, que coordina el proyecto de la Encuesta Nacional de los Factores Determinantes del Embarazo Adolescente, dijo que los talleres que se dan en la Secretaría de Salud y el IMSS sólo abordan el embarazo, infecciones de transmisión sexual y métodos anticonceptivos.

Lo que funcionaría, señaló, serían talleres involucren a los jóvenes y los padres de familia, por separado, que duraran varias sesiones y que tocaran temas subjetivos: “Que hablaran de la comunicación, valores, género, derechos sexuales y reproductivos; si sólo se les va a explicar, pero no se les va a dar acceso, eso no va a funcionar. Hay que darles acceso a métodos [anticonceptivos], nos estamos quedando cortos; el miedo es no darlos por temor a los padres”.

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