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Gerardo Lozano Dubernard, finalista para la integración del comité ciudadano del Sistema Nacional Anticorrupción, denuncia que para integrar ese cuerpo se privilegiaron “cuates y cuotas” en lugar de perfiles que permitan el combate real a la corrupción.

“Le quitaron potencia al sistema”, advierte en entrevista con EL UNIVERSAL el contador público, quien desde 1986 ha participado como auditor externo en casos de corrupción.

Señala que la comisión de selección incluso incurrió en conflicto de interés porque al designar a los integrantes del comité ciudadano lo hizo previa recomendación que ellos mismos hicieron de quienes resultaron designados.

Asegura que no tiene el menor interés en promover un proceso legal de impugnación ante decisiones tomadas, pero lanza un observatorio del Sistema Nacional Anticorrupción, integrado por más de 40 expertos en diversas ramas como la auditoría y el derecho, para denunciar desde ahí anomalías y que la ciudadanía les acerque casos que considere pertinente acompañar de corrupción.

El también empresario señala que, por ejemplo, Mariclaire Acosta tiene toda la experiencia en temas de derechos humanos, pero no en asuntos de corrupción.

“Participé en el proceso porque me movió el gran amor que tengo por México. Tengo capacidad y experiencia para poder, dentro de esa experiencia, abarcar toda la parte del sistema que se ocupa de la transparencia, fiscalización y control interno. Me inscribí con gran ilusión, se integró una comisión de selección, de gente que pertenece a la Red por la Rendición de Cuentas y esa red ha trabajado mucho en el tema desde hace 10 años o más. Hasta ahí no veo problema. Tengo entendido que me fue muy bien en la entrevista, demostré mis 31 años como auditor externo, testigo social y participante en tercería. Todo mi expertise.

¿Le fue mal en las pruebas?

—Sé que quedé muy bien, pero de pronto veo con algo de sorpresa que no quedo dentro de los cinco integrantes porque además ofrecía al sistema más de 30 años auditando a la gestión pública y ofrecí tiempo completo, lo cual creo que es muy importante y ahora me entero que no era necesario estar de tiempo completo.

Me preocupa que miembros de la comisión de selección se refieren a la corrupción como el flagelo más importante del país y no va a ser atendido con personas que puedan dedicarle tiempo completo. Eso asusta y entristece, que así sea el comité de participación ciudadana. Había que dedicarle más que el tiempo completo para un problema de esta magnitud. La ley dice además que el comité no va a hacer las políticas, pero sí dará seguimiento al sistema y eso es dar seguimiento a las instituciones que conforman al sistema.

Ahí entramos al tema de la experiencia requerida en este tema…

—Absolutamente; es decir, tú necesitas personas con la experiencia y la capacidad para dar seguimiento a las instituciones que de alguna manera conforman el comité y comprender al Sistema Nacional Anticorrrupción y para poder meterte a los sistemas locales.

Evidentemente el comité debió estar integrado por las mejores personas para dar ese seguimiento. Era la fuerza del Estado en contra de la corrupción. Lo que debe mover al sistema son ciudadanos, las instituciones ya existían. El comité es la voluntad de los ciudadanos y nos representa a más de 100 millones de mexicanos.

¿Qué pasó ahí, hay mano negra o un grupo quiere secuestrar el tema anticorrupción?

—No quiero hablar de mano negra, creo que hubo afectos y cercanías. A mí nadie me conocía, no salgo en la televisión ni soy académico con artículos. Pero he detectado, documentado y denunciado la corrupción y hemos metido a gente a la cárcel. Creo que ganaron los afectos. Se manejó, incluso un entrevistado dijo que no era necesario tener auditores porque para eso está la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Entonces no tengas abogados si ahí va a estar la fiscalía.

¿Fue algo de cuates y cuotas?

—Sí. De entrada se aplicó una cuota porque no hubo equidad de género. Esto se trataba de que estuvieran las mejores mujeres y hombres, pero al final de los 15 sólo llegaron tres mujeres y 12 hombres y se eligieron dos lugares; eso no es equidad de género.

Conmigo no fueron equitativos, si había 12 para tres lugares. Eso es cuota. Hubiera sido magnífico que hubiesen quedado cinco mujeres, lo hubiese aplaudido. Pero se fueron más por nombres conocidos en los medios. Con respeto digo que hay una destacadísima defensora de los derechos humanos, destacadísima, pero no tiene las capacidades para combatir la corrupción, no tiene ni la experiencia, ni la preparación. En derechos humanos sí haría un espléndido papel.

Le quitaron potencia al sistema y desecharon a personas con gran capacidad. Prefieren un nombre de mucho impacto en los medios a alguien que no se conoce. Soy apartidista además y no me he desenvuelto en política.

¿Cómo interpreta que optaran por esta vía? ¿Ve alguna intencionalidad para que el entramado llegue debilitado?

—No puedo afirmar de manera contundente que haya alguien atrás moviendo la cuna para que se debilite al sistema. Es lamentable que no haya fiscal todavía. No soy enemigo del sistema. Les faltó visión a los miembros de la comisión de selección y no sé si alcanzaron a comprender el alcance del sistema, porque esa fracción en la ley que dice “darle seguimiento al Sistema Nacional Anticorrupción”.

No sé si fui incómodo para algunas instituciones, pude resultar incómodo y se pudo manifestar a través de la voz de alguien por el cúmulo de experiencia. Si dijeran que me fue mal en la entrevista o en currículum. No entiendo cómo alguien que quedó muy bien evaluado y con la experiencia para atender una parte importante... yo tranquilamente podría dar seguimiento a la ASF y a la SFP.

¿No hubo distribución de género?

—No. Fue el pago de una cuota.

¿Hay por lo menos presunción de conflicto de interés?

—Así es.

¿Entonces qué sucedió?

—Lo más importante es el conflicto de interés; se mostraron afectos y cercanías. Por supuesto hay un conflicto de interés entre quienes se propusieron y a mí nadie me propuso. En algunos casos es muy grave que uno de ellos, Juan Pardinas, él directamente, y no el Instituto Mexciano para la Competitividad (Imco) que encabeza, tiene un vínculo personalísimo con contratos con la ASF y manifestó además que no hace falta un auditor en el sistema pues para eso está la ASF.

Si no fue para descalificarme, fue una visión muy corta. Ellos van a decir que el día de la votación no votaron por todos, pero las deliberaciones no se hicieron ahí. La pregunta es: ¿En sus deliberaciones ellos se abstuvieron de empujar a sus recomendados? Te tienes que abstener de empujar a personas con quienes tienes cercanía.

¿Hay manera de impugnar?

—No me interesa. Yo tengo mi vida resuelta, soy empresario exitoso y participé por México. No descalifico a los cinco. Y quien no quiera ver el conflicto de interés, pues... Nadie quiere atacar al sistema. Es más, creo que un senador les dijo: “No vayan a terminar seleccionándose entre ustedes” y creo que fue lo que sucedió. Está bien que haya habido gente de la Red por la Rendición de Cuentas; han hecho mucho.

¿Van a impulsar una iniciativa ciudadana?

—Creo en el Sistema Nacional Anticorrupción y que hubiera nacido con los mejores perfiles. Hay dudas y a lo mejor solamente ellos creen que la gente no está dudando, pero sí hay dudas.

Se privilegiaron apellidos no experiencia y capacidad, no en todos los casos. Se han incorporado profesionistas del más alto nivel, son 40, todos comprometidos y nadie cobra nada, y vamos a dar seguimiento a las acciones y a poner lupa a todo el sistema, a la ASF y a la SFP. Y vamos a salir a hacer señalamientos a través de este observatorio con abogados, contadores, licenciados en ciencia política y ya estamos en redes sociales en @cpcsna para que nos sigan e interactuemos.

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