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Tuvieron que pasar 10 años para que a la presidencia de la Cámara de Diputados llegara una mujer. Desde el 1 de marzo la panista Guadalupe Murguía está al frente de la Mesa Directiva en San Lázaro.

En entrevista con EL UNIVERSAL reconoce que a pesar de los distintos avances por la paridad de género sigue habiendo inequidad en el ámbito laboral, en el hogar y en los espacios públicos, “a pesar de que las mujeres son las que mueven a este país”.

En sus hombros descansa la responsabilidad de presidenta de la Cámara Baja hasta el próximo 31 de agosto, que corresponde a la mitad del año legislativo. La primera mitad fue para su correligionario Javier Bolaños.

Desde su oficina, Murguía asegura que “es el tiempo de las mujeres” y ejemplifica su llegada a la presidencia de San Lázaro como una de ellas; sin embargo, acusa que la inequidad es un problema cultural en nuestro país y los avances no han sido suficientes.

Describe que todavía hay signos que revelan que no hay condiciones que favorezcan la participación de las mujeres en el ámbito laboral, porque no siempre se tiene la misma actividad, ni el mismo salario que los hombres, incluso acusa que sigue habiendo discriminación y acoso. Destaca que en el ámbito político-electoral es en el que se ha visto más la intención de llegar a la equidad.

Acusa que desde el género masculino hay celo porque pueden sentirse desplazados por las mujeres, e incluso, afirma, en muchas ocasiones las propias mujeres, cuando alguna destaca o es relevante en su sector, no siempre tiene el apoyo del sexo femenino.

Pide que en la Cámara de Diputados haya más trabajo para las mujeres en las presidencias de las comisiones y al presentar iniciativas.

Murguía afirma que se conducirá con objetividad, imparcialidad, pluralidad y sin sesgos partidistas como presidenta de la Cámara. Promete que habrá una relación institucional y de respeto con el Presidente de la República.

Hay avances, pero no bastan

¿Cómo se siente? Hace 10 años que no había una mujer en la presidencia de la Cámara de Diputados.

—Me siento muy honrada de estar presidiendo la Cámara de Diputados y también soy muy consciente de la alta responsabilidad que esto implica, en términos de desempeñar esta función con objetividad, imparcialidad, pluralidad y sin sesgos partidistas. Porque, finalmente, el Congreso es el espacio donde se expresan todas las voces del país. Tenemos que buscar esa facultad deliberativa, con orden y con el respeto que nos merecemos entre diputados.

¿El llegar a la presidencia es una señal de que la mujer puede llegar a cargos importantes?

—Estamos en el tiempo de las mujeres y esta semana, particularmente con el Día Internacional de la Mujer, es uno de los temas más relevantes.

Creo que ha habido avances importantes, evolución en el desempeño profesional, en lo político, en materia educativa, de salud, en general en el desempeño de las mujeres.

Hace 64 años las mujeres en este país no tenían derecho a votar, ha habido un proceso de evolución cultural, porque es cultural y socialmente importante, pero no ha sido suficiente.

Hoy creo que las mujeres podemos acceder a más opciones, puestos y más posibilidades que las que podían tenerse hace algunos años, pero no basta, todavía hay signos de que no hay condiciones que favorezcan la participación de las mujeres; en el ámbito laboral, no siempre las mujeres tienen una actividad o salario igual.

Discriminación, acoso en materia de trabajo, en el transporte público también se sigue presentando. Particularmente en el ámbito electoral es en el que más avances ha habido por estas acciones afirmativas de género.

Dentro de los partidos la aplicación de estas medidas afirmativas a veces generan mucha tensión entre quienes sienten que legítimamente han trabajado un distrito, que tiene la cercanía con la ciudadanía y se determina que es un distrito de mujeres, por ejemplo, pero esto ha favorecido mucho la participación del género femenino.

También hay un matiz, que podría ser discriminatorio, como cuando una mujer participa en un cargo de elección popular, a veces se busca descalificarla diciendo que es por cuota de género, es decir, como si se ignoraran o no se tuvieran los méritos, sus capacidades, su trayectoria, cercanía con la gente y se dice: ‘Es una cuota de género’, lo cual es verdaderamente injusto.

¿Qué papel juega la mujer actualmente en México?

—Somos casi 52% del padrón electoral, creo que tenemos una presencia muy importante, sí en política, pero también en el ámbito laboral. En la familia es fundamental su participación.

La mujer es la que mueve a este país. Escuchaba a algunas mujeres que dicen: ‘Sí somos 52% del padrón electoral, pero madres y esposas del otro 48%’, es decir, la transmisión de valores, conciencia cívica, el sentido de identidad nacional, eso se transmite en la casa, en mucho por la madre y el compromiso de las mujeres que hoy están trabajando y contribuyendo económicamente en su casa es cada vez mayor y se siente en la economía de las familias.

¿Coincide con las voces que dicen que existe mucha inequidad mujeres-hombres?

—Quiero ser objetiva, ha habido avances culturales y sociales muy importantes, pero todavía hay condiciones de inequidad, normalmente con las mujeres que desempeñan una actividad laboral remunerada, también hay que decirlo, las que están en su casa, también trabajan, pero no tienen un sueldo.

Además, en el ámbito laboral se le exige como a cualquier otro trabajador, en la empresa, en la fábrica. No hay consideraciones, y lo que tenga ella que hacer para llegar al espacio de trabajo y dar resultados, hace que haya una doble jornada laboral.

¿Quiénes son los que más se oponen a que haya equidad?

—Es un problema cultural, a veces puede haber cuestionamientos por parte del sector masculino, que se puede sentir desplazado y siente que las mujeres estamos abandonando nuestra función en la casa y como cabezas de familia, puede ser.

Pero también esto ha venido evolucionando, casi todas las familias requieren el que los dos vayan a buscar un espacio laboral y que contribuyan a los gastos, y ha cambiado la visión.

Pero también está la visión de las propias mujeres, siento que tenemos que avanzar en que las mujeres seamos más solidarias con las mismas mujeres, usualmente lo somos cuando una amiga o alguna mujer de la familia tiene un problema y necesita apoyo, pero en el ámbito social cuando una destaca en una posición relevante y de decisión no siempre cuenta con el apoyo de otras mujeres.

Pero como todo proceso cultural, tanto para hombres, como para mujeres, es algo que necesitamos ir caminando. Se está avanzando.

¿En la Cámara de Diputados hay equidad?

—Hay el planteamiento desde el origen de que hubo equidad en las candidaturas, ya para el desempeño como diputadas no todas ganaron sus distritos. Estamos hablando de que posiblemente 42% de los diputados son mujeres.

Qué es lo deseable, lograr también que al haber obtenido el triunfo en la elección hubiera ese 50% hombres y 50% mujeres.

En el desarrollo del trabajo legislativo, en presentación de iniciativas y comisiones, ¿hay equidad?

—Tenemos que avanzar en eso. Hoy, por ejemplo, la Mesa Directiva es mayoritariamente de mujeres y esto ha sido algo particular en esta Legislatura, pero en comisiones hay en su mayoría diputados hombres que las presiden.

Necesitamos una mayor presencia de diputadas, quienes tienen la capacidad de ser presidentas de comisión, así como en la presentación de iniciativas en la Cámara.

Privilegiaré acuerdos

¿Cuál será su agenda?

—En Mesa Directiva lo que tengo que privilegiar son los acuerdos, la expresión y la búsqueda de consensos. Tengo un compromiso de trabajar por recobrar la confianza ciudadana por parte de la Cámara de Diputados.

Necesitamos fortalecer nuestro vínculo con la ciudadanía, que sepan que en la Cámara de Diputados se dialoga, se trabaja, se buscan acuerdos y se logran los consensos que necesita el país, no los grupos o los intereses de un partido político u otro, sino los acuerdos que la nación requiere.

Es necesario que como Cámara de Diputados busquemos que se fortalezca la presencia del diputado en el ámbito ciudadano.

¿Ha habido excesos por parte de los diputados? ¿Los ciudadanos les han perdido la confianza?

—Estamos viviendo tiempos en los que la sociedad es cada vez más plural, exigente y crítica. Cuestiona a todas las instituciones, no hay institución en nuestro país que no sea cuestionada, particularmente en el caso de la Cámara de Diputados hay comentarios, señalamientos.

Hay expresiones de que se espera más de los resultados que estamos brindando, particularmente en materia de transparencia y rendición de cuentas, temas en los que ha habido varios avances.

Pero la exigencia de la ciudadanía es mayor, tenemos que partir de ahí, ese es un hecho y negarlo sería no aceptar lo que la ciudadanía nos está diciendo. A partir de eso, el trabajo debe ser actuar con transparencia y dar respuesta de lo que nos están solicitando. Somos representantes populares.

¿Pero ha habido excesos?

—Lo comentaba en el discurso de toma de posesión, el descrédito de uno de los diputados, frecuentemente es el descrédito de todos. Somos 500 diputados, cuando algo que hace uno no le gusta a la población, ésta tiende a generalizar, es uno de un número muy grande de diputados que todos los días están haciendo su trabajo.

Pero voy más allá, cuando en un periodo legislativo se cometen actos que podrían ser excesos, que podrían no ser bien vistos por la ciudadanía, este mal criterio, respecto a los diputados, pasa a las siguientes legislaturas, por eso es un trabajo de todos los días.

¿Cuál será su sello?

—Mi trabajo tiene que ser de apertura, imparcialidad, productividad, búsqueda de acuerdos, consensos, promover que el Congreso sea este espacio de diálogo y de discusión de todas las expresiones nacionales, pero también un espacio en el que busquemos estar nuevamente cerca de la ciudadanía y dar la respuesta que nos está pidiendo.

¿Cómo va a actuar ante las tomas de tribuna?

—Tendremos que hacer siempre el llamado a los diputados, a sus coordinadores, a que lo que se privilegie sea el diálogo, no la ofensa, el escándalo o romper cualquier posibilidad de acuerdo. Tenemos que entender también que las decisiones en el pleno se toman por mayoría, puede gustarnos a algunos o no el resultado, pero lo tenemos que aceptar todos.

¿Cómo será su relación con el titular del Ejecutivo?

—De respeto, institucional y de colaboración entre los poderes. Todavía no tengo en la agenda un evento con el Presidente, son encuentros a los que nos invitan en la coordinación de giras del Presidente y la semana pasada no hubo actividades de esas características.

PAN

A usted la ubican como una persona cercana a Ricardo Anaya, ¿ya platicó con él?

—Somos de Querétaro, nos conocemos desde hace muchos años, hemos estado en muchas causas comunes y hoy él es presidente del partido, muy brillante, con un sentido de lo político que trabaja, busca resultados y efectivamente, previo a entrar a la presidencia, incluso antes de que se diera a conocer todo esto, tuve la ocasión de hablar con él.

¿Lo ve como aspirante a la candidatura presidencial?

—Ahorita hay por lo menos cuatro. Es uno de los grandes activos, como Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle, o Ernesto Ruffo. Es el mejor de los mundos tener candidatos fuertes. ¿Cómo se va a elegir? el partido tendrá que decidir si nos vamos a elecciones internas o se privilegian los acuerdos internos, pero aún no es el momento.

La ven como próxima candidata a Querétaro, ¿le interesa?

—Es adelantar vísperas. Con todos los años que tengo en el servicio público, ahora en la representación popular, lo que considero más importante es dar los mejores resultados. A partir de ahí se abren espacios y oportunidades. Lo importante es el hoy y el trabajo, habrá que ver qué opciones se abren y si se dan las condiciones, cualquiera que éstas sean, tomaré las oportunidades, pero no me caso con ninguna.

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