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Difícilmente alguien podría decirle a Emilio García cómo hacer su trabajo siendo fotógrafo de charrería desde la década de los 80. Su lente ha visto pasar de todo en el lienzo charro de Constituyentes.

“He visto políticos que van a concursar y montar. Por ejemplo, Santiago Creel, el ex presidente Vicente Fox; [Manuel] Velasco, el de Chiapas; [Jaime Rodríguez] El Bronco, de Nuevo León. Algunos ex gobernadores como la familia Rojo Lugo, en Hidalgo; Carlos y Raúl Salinas de Gortari, algunos generales y hasta al secretario de Movilidad de la CDMX, Héctor Serrano. Entre el público he encontrado al ex presidente Felipe Calderón, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, y al jefe de Gobierno, Miguel Mancera”.

Por su experiencia como fotógrafo y miembro de la Asociación Nacional de Charros, García considera que el caballo es para el político un símbolo de poder y clase. “La charrería nace con las haciendas y sus dueños eran quienes tenían poder, dinero, posición social. Por eso me parece que tener caballos da un estatus: montar un buen caballo, una buena silla, portar un buen traje es símbolo de respeto y hay quien lo presume. Pero también es realidad que muchos lo hacen por amor a la charrería.

“A Creel le gustan mucho los caballos españoles que se utilizan principalmente para salto y adiestramiento; también los Cuarto de Milla, que son clásicos en la charrería. Y bueno, recordemos que el ex presidente Salinas fue jinete en los Juegos Panamericanos y, según entiendo, su origen fue también la charrería.

“En el caso de los caballos de los ex gobernadores Javier Duarte y Guillermo Padrés, me parece que fue más por bluf, por ponerse al nivel de gente que tiene caballos de verdad y que se dedica a eso”.

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