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Desde el 9 de noviembre, un día después del triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, se han registrado mil 94 incidentes de odio en toda la Unión Americana; de éstos, 315 están relacionados con el tema migratorio.

Cartas intimidatorias, pintas, groserías y amenazas, son algunos de los hechos que se han presentado tras el triunfo del magnate estadounidense y que se han considerado como actos de odio contra las minorías.

Un reporte de la organización Southern Poverty Law Center (SPLC), detalla que de los 315 incidentes relacionados con el tema migratorio, 152 fueron hacia personas por su origen latino, en tanto que 134 por sentimientos antiárabes y 64 por un perfil asiático.

Aparte de los reportes con un perfil migratorio, otros 221 fueron levantados por cuestiones raciales contra los afroamericanos,112 hacia personas que practican la religión musulmana, así como 109 por ataques contra la comunidad LGTTTBI.

En el reporte de incidencias se detallan ataques contra las mujeres, por cuestiones electorales, así como pintas con la figura de suásticas. El SPLC ha recibido notificación de la distribución de carteles con mensajes nacionalistas, antisemitas y de propaganda de la organización supremacista Ku Klux Klan.

También indica que en el estado de California se ha registrado la mayor cantidad de agresiones con 125, seguido por Nueva York con 94 y Texas con 71. Wyoming, Dakota del Norte y Hawai son los estados donde hasta el momento no ha ocurrido ninguno.

La organización detalla que de los mil 94 reportes, 226 acciones han ocurrido en escuelas, 203 en negocios como cafeterías, supermercados y restaurantes; en universidades y centros de educación superior se han reportado 172 actos.

Fueron 140 incidentes reportados en la calle, 134 en propiedades privadas, 68 al ir conduciendo, 46 en el transporte público, 44 en parques públicos.

El documento señala que si bien el número total de reportes ha superado los mil, los informes se han desacelerado significativamente en comparación con los días inmediatamente posteriores a las elecciones. La organización indica que los reportes son “desgarradores y exasperantes como antes”.

Por ejemplo, detalla que cuando una empleada de servicio de 18 años en Kalamazoo, Michigan, le preguntó a un hombre si necesitaba ayuda, éste respondió: “No necesito pedirte ninguna chingadera. Donald Trump es el presidente”. Luego la llamó “perra negra” y escupió sus zapatos.

En otro hecho, suscitado el 21 de noviembre, un mensaje dejado en el correo de voz del teléfono de una iglesia en Grand Rapids, Michigan, advertía que sabían que en ese sitio apoyaban a los homosexuales y a los inmigrantes sin documentos, lo que facilitaba poder ser expulsados de Estados Unidos.

“Creo que esta es una iglesia gay, y esto ayuda a que los gays sean expulsados del país junto con todos los pinches mexicanos que están ilegales y ustedes están escondiendo. Espero que Trump los atrape. ¡Trump, Trump, Trump! Trump va a sacarte por el trasero y tirarte tras el muro”, se escucha en la grabación.

Una madre de Colorado denunció un acto de amenaza contra su hija: “Mi hija de 12 años es afroamericana. Un chico se le acercó y le dijo: “Ahora que Trump es presidente, te voy a disparar a ti ya todos los negros que pueda hallar”.

El SPLC detalla que diversas mezquitas y centros musulmanes alrededor de la Unión Americana recibieron una carta idéntica que describía a los musulmanes como “hijos de Satanás” y ser “un pueblo vil y sucio”.

La organización manifiesta que a pesar de que sus estadísticas son posteriores a la elección presidencial, también tienen reportes de incidentes antes de la elección.

Apenas una semana antes del 8 de noviembre, una iglesia fue incendiada en Greenville, Mississippi. La policía local consideró que el atentado contra el inmueble históricamente visitado por fieles afroamericanos fue un acto de intimidación de los votantes, debido a que en sus paredes pintaron la frase “Vote por Trump”.

“Este tipo de ataques ocurrían en los años 50 y 60”, declaró Errick D. Simmons, alcalde de Greenville, “pero no debería ocurrir en 2016”.

La organización también informa que ciudadanos, de origen mexicano, algunos de ellos menores de edad, han sido insultados después de la elección de Donald Trump. Detalla que hay un reporte en una playa de Hermosa, California, donde un menor de 10 años fue abordado por un hombre blanco de mediana edad que lo llamó “beaner” (frijolero) y le dijo que “se fuera a la mierda” del país.

En otro incidente, en el condado de Tuscola, Michigan, una familia latina se sorprendió al encontrar en su casa una pared de cajas con mensajes que incluían frases en inglés como “Trump”, “Take America Back” y “Mexicans suck”.

SPLC subraya que los migrantes sin documentos la mayoría de veces no reportan este tipo de incidentes por miedo a revelar su estatus migratorio, por lo que nunca son documentados.

La organización detalla que muchos actos contra estos migrantes son reportados por amigos de los afectados, como el caso de una joven de 12 años, quien vive en Greenville, Carolina del Sur, y a quien ocho compañeros de su secundaria le dijeron que “no podían esperar a ver su horrible cara deportada”, acción que hizo que ella peleara con ellos, por lo que fue citada ante una corte judicial.

Ahora su mamá, informa el SPLC, “está aterrada, puesto que esto podría derivar en su deportación”.

En otro caso, en Punta Gorda, Florida, una discusión entre una familia hispana y una mujer que atravesaba un paso de peatones se intensificó cuando les dijo que “todos deberían ser deportados”.

En Dallas, un hombre blanco mayor caminó junto con un hombre hispano y, sin provocarlo, éste le gritó: “¡Vuelve a México!”. Un testigo del hecho notó que la mayoría de la gente parecía sorprendida, pero nadie dijo nada.

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