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El sentimiento de inseguridad en el país cobró fuerza en el tercer trimestre de 2016 para llegar a su nivel más alto en dos años y medio, de acuerdo con los resultados más recientes de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana dados a conocer por el Inegi.

Durante el noveno mes del año, la encuesta reveló que 71.9% de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro. Ese resultado es el segundo más alto desde que se realiza esta encuesta y el más elevado desde marzo de 2014, cuando alcanzó su nivel máximo de 72.4%.

Las expectativas de la seguridad pública en las principales ciudades del país también se han deteriorado. El 34.1% de las personas encuestadas consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su ciudad empeorará, lo que representa un aumento de 4.3 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre de 2015, para ubicarse en el porcentaje más alto del que se tenga registro.

Por otra parte, 35.8%de la población mencionó que la situación seguirá igual de mal en los próximos 12 meses, lo que representa un aumento en el indicador de 0.9 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre de 2015. Tomando en cuenta lo anterior, las expectativas de seguridad para 69.9% de la población son negativas, el nivel más alto desde que se comenzó a levantar esta encuesta de seguridad pública urbana en septiembre de 2013.

Los asaltos en vías públicas como los recientemente dados a conocer en el Periférico de la Ciudad de México, los secuestros y asesinatos como los de la española María Villar Galaz o del profesor Javier Uribe Patiño, así como la percepción de una mayor presencia de las bandas criminales han venido abonando en este sentimiento de nula protección en varias urbes del país.

Ciudades inseguras. En septiembre de 2016, las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Ecatepec, Estado de México, con 95.3%; la región oriente de la Ciudad de México, que incluye las delegaciones de Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco, con 94.2%; Coatzacoalcos, Veracruz, con 93.4%; Acapulco, Guerrero, con 93.3%; y Villahermosa, Tabasco con 90.7%.

Por el contrario, las ciudades cuya percepción de inseguridad resultó menor fueron: Mérida, Yucatán, con 33.2% de su población adulta; Tepic, Nayarit, con 35.7%, San Francisco, Campeche, con 35.7%; Puerto Vallarta, Jalisco, con 41.9%; y la ciudad de Durango, con 33.2% de los encuestados en esa urbe.

En lo referente a la percepción de seguridad en espacios físicos específicos, 79.6% de la población de 18 años y más manifestó sentirse inseguro en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, 71.7% en el transporte público, 65.9% en el banco y 62.5% en las calles que habitualmente usa.

La sensación de inseguridad por temor al delito y las expectativas que tiene la población sobre la seguridad pública se generan por la influencia de diversos factores, como la atestiguan de conductas delictivas o antisociales que ocurren en el entorno donde se desenvuelve la población.

Conductas delictivas. Los resultados de la encuesta durante el tercer trimestre de 2016 revela que la proporción de la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda fueron: consumo de alcohol en las calles (65.7%), robos o asaltos (62.9%), vandalismo (54.4%), venta o consumo de drogas (42.4%), bandas violentas o pandillerismo (36.9%) y disparos frecuentes con armas (33.3%).

Respecto a septiembre de 2015 se presentó una disminución de 7.5 puntos porcentuales en cuanto a la atestiguación de consumo de alcohol en las calles, mientras que para los casos de disparos frecuentes con armas y bandas violentas o pandillerismo se observaron aumentos de 10.3 y 2.6 puntos porcentuales, respectivamente.

Por lo que se refiere a conflictos y conductas antisociales, los resultados señalan que 44.1% de la población de 18 años y más tuvo de manera directa, durante el tercer trimestre de 2016, algún conflicto o enfrentamiento con familiares, vecinos, compañeros de trabajo o escuela, establecimientos o con autoridades de gobierno.

Los encuestados reconocieron haber tenido conflictos o enfrentamientos de manera directa por causa de incivilidades en su entorno, 71.8% mencionó que estos conflictos se dieron con los vecinos, mientras que 38.2% manifestó haber tenido conflictos o enfrentamientos con desconocidos en la calle.

Frente a este creciente sentimiento de inseguridad, seis de cada 10 adultos que habita en las ciudades encuestadas manifestó que durante el tercer trimestre de 2016 modificó sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito” por temor a sufrir algún delito, mientras que 56.4% reconoció haber cambiado hábitos respecto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda”; 49% cambió rutinas en cuanto a “caminar por los alrededores de su vivienda pasadas las ocho de la noche”, y 32.3% cambió rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”.

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