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El ex dirigente nacional del PAN y diputado federal del blanquiazul, Gustavo Madero Muñoz, se destapó y acepta que sí le interesa ser presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados a partir del mes de septiembre.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Madero Muñoz explica que es una posición de máxima representación a nivel nacional y es algo que para cualquiera sería un gran honor. El chihuahuense señala que aún falta tiempo y se están adelantando mucho las especulaciones y será hasta el mes de agosto cuando se defina.

Asegura que sería un error que la bancada del blanquiazul se fracturara en la decisión de elegir al sucesor del perredista Jesús Zambrano, por lo tanto, si no es electo por sus compañeros y por el dirigente nacional, Ricardo Anaya, apoyará al legislador que decidan.

Al preguntarle si “se la deben” después de que no fue designado coordinador de la bancada, sonríe y responde que esas son decisiones que tendrá que tomar la bancada, el coordinador y, posteriormente, las dos terceras partes de la Cámara Baja. Reconoce que hace mucho tiempo no platica con el líder nacional del PAN.

Sobre las voces en el PRI que aseguran que está “vetado” por sus expresiones en tribuna y lo crítico que ha sido con el gobierno federal, Madero Muñoz ataja y ofrece estar en la Mesa Directiva de manera institucional, y detalla que respetará a todos los diputados, pues “no es un cargo no partidista”.

Además de Gustavo Madero, en la bancada del PAN se mencionan como aspirantes a los diputados Federico Döring, Eukid Castañón, Jorge Triana y Edmundo Bolaños, y la decisión se tomará a finales de agosto.

¿Le interesa la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara Baja?

—Claro, pero todavía no está, es una posición de máxima representatividad a nivel nacional y, obviamente, es algo que para cualquiera sería un gran honor, incluso para un servidor y amigo, pero los tiempos todavía faltan, creo que se están anticipando las especulaciones y más bien es en agosto cuando estas decisiones se van a procesar.

¿Cómo ve que haya varios apuntados al puesto?

—Es normal, es una posición que permite representar a todo el Congreso y que, sin duda, es un reconocimiento y una oportunidad para cualquier legislador de los 500 que estamos aquí; entonces, donde quede, estaremos en las mejores condiciones para trabajar.

¿Si no es electo respetaría la decisión y apoyaría a quien sea elegido?

—Claro, sí. Este es un procedimiento que tiene que ser votado por el pleno y por todos los diputados y, obviamente, quien sea electo lo vamos a apoyar institucionalmente, sin reserva.

¿Al PAN le interesa la Mesa Directiva desde el punto de vista electoral?

—El PAN está volviéndose un referente nacional de primer orden para definir el futuro político del país y, sin duda, todos los foros son apreciados para consolidar la visión de nuestro partido, con miras al futuro. Hay un gran distanciamiento, incredulidad y descontento por parte de los ciudadanos hacia los políticos, y necesitamos hacernos cargo de ese reclamo con mensajes, con sinceridad y compromiso para atender este déficit de representatividad que tienen con el sistema político en general.

¿Ha platicado el tema con Anaya?

—No, hace mucho que no tocamos estos temas.

¿Se la deben después de que no fue electo coordinador parlamentario?

—(Risas) no, no, no. Estas son decisiones que tendrá que tomar la bancada, el coordinador y después el pleno para ver quién es la propuesta que mejor puede ocupar ese espacio en estos momentos, porque hay muchos liderazgos, pero hay que analizar en la coyuntura actual quién es el que puede hacerlo y que represente de mejor manera la Cámara y dignifique la actividad en el Congreso. Nos hace falta pagarle esa deuda a los ciudadanos de tener una mayor atención, comunicación y resultados.

¿No se viene una fractura en la bancada panista?

—No, no lo veo y sería el peor error después del gran resultado electoral que se tuvo y que fue extraordinario, que los panistas no entendiéramos que lo que nos están pidiendo los ciudadanos es unidad y que haya procesamientos institucionales, acuerdos e inclusión de nuestra diversidad al interior del partido, porque hay distintas expresiones y todas deben estar participando, de manera coordinada y unida, para fortalecer al partido. Estoy seguro que el PAN va a ganar la Presidencia en 2018, y para eso nos requiere a todos estar trabajando, coordinados y sin fracturas, sin duda, ese es el mejor mensaje que he recibido en la calle.

¿Tiene un ofrecimiento del gobernador electo de Chihuahua, Javier Corral, para irse a trabajar?

—El ofrecimiento es para apoyarlo en la transición, no se empalma, la transición, simplemente es la entrega-recepción y hay que ayudarlo con la coordinación de tareas, representarlo y ayudarlo frente al gobierno saliente en una situación crítica de una transición no tersa, más bien tensa, y por eso hay un grupo de personas que lo estamos apoyando en este procedimiento, que son 89 días.

Pero si le ofreciera un cargo, ¿le interesaría?

—No, mi primera prioridad está en la Cámara de Diputados y sí se da lo de la Mesa Directiva para mí sería una gran responsabilidad y oportunidad de participar aquí, y desde aquí ayudando al gobernador electo de Chihuahua, Javier Corral.

El PRI no lo ve muy bien como presidente de la Mesa Directiva.

—Tendría que contar con los votos de la mayoría de los diputados, sino se logra, pues nadie puede ocupar ese puesto sino cuenta con el respaldo mayoritario.

Entonces, ¿qué mensaje le mandaría al priísmo?

—No, yo creo que todo mundo entiende la posición que se ocupa y ese puesto es de respetar a todos los diputados, representar a la Cámara como institución de defender a todos los legisladores en todo momento, esa posición la entiende cualquier político, y sabemos respetar y ejercer la responsabilidad y función del cargo, es un puesto no partidista, no es una posición para crispar, más bien para acercar las posiciones y dar una cara institucional, de pluralidad frente a los ciudadanos.

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