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El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) “debe ser una voz” en la mejora de la evaluación magisterial y en la conformación del nuevo modelo de enseñanza, pero “no es correcto que participe en la toma de decisiones” de lo que ocurre en el Sistema Educativo Nacional, eso le corresponde al Ejecutivo, dijo Sylvia Schmelkes, consejera presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

En entrevista con EL UNIVERSAL señaló: “El sindicato tiene dos funciones fundamentales: defender los derechos laborales de sus agremiados y tener una voz informada en la materia que ellos conocen bien, pero es una voz informada, no se toman decisiones. Eso le corresponde al Ejecutivo”.

El 13 de julio, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el SNTE firmaron un acuerdo para avanzar en la implementación de la reforma educativa. En la ceremonia, el secretario Aurelio Nuño Mayer invitó al SNTE a participar en las mesas de trabajo con el INEE, para mejorar la evaluación. “Será un proceso de análisis, al cual, por supuesto, estará convocado el SNTE, para seguir escuchando sus puntos de vista sobre la evaluación”, dijo.

El secretario extendió “a esa organización sindical una invitación a participar destacadamente” en el enriquecimiento de la propuesta del Nuevo Modelo para la Educación Obligatoria 2016, que presentará la dependencia.

La consejera presidenta del INEE dijo que a la reforma educativa se le “puede corregir mucho dentro de la ley”, para lo cual es necesario dialogar y escuchar otras voces, entre ellas la del magisterio disidente. “Por la autonomía del instituto, somos nosotros quienes tendríamos que estar anunciando que se tienen que hacer estas reformas. Escuchamos el llamado, vamos a hacer el análisis y en unas cuantas semanas diremos qué consideramos que se puede modificar”, explicó.

¿La SEP y el sindicato no incluyeron al instituto en la revisión de la evaluación docente?

—El Instituto ha hecho una enorme cantidad de valoraciones sobre la evaluación. El INEE le pidió al Instituto Internacional de Planificación Educativa de la UNESCO que evaluara la prueba de ingreso.

La evaluación de desempeño tiene cuatro valoraciones: una sistematización por ley de su supervisión, la evaluación de la Oficina Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe, una encuesta de salida a 10 mil docentes que presentaron este examen y grupos focales con profesores que hicieron la prueba. Todas nos llevaron a hacer un diagnóstico sobre lo que se tenía que modificar en el diseño y su implementación.

Implementación que corresponde a la SEP...

—Lo que le corresponde a la Secretaría de Educación Pública. Estas evaluaciones condujeron al INEE a plantear que no se hiciera de inmediato la prueba tal como estaba. La SEP estaba consciente, aceptó y se creó un grupo interinstitucional, liderado por la SEP y el INEE. Todavía no terminamos de corregir el proceso y por eso no hay un anuncio público de lo que se ha hecho. El movimiento de la disidencia y el planteamiento del SNTE nos han llevado a escuchar al magisterio, puesto que hay otras cosas que modificar.

¿Escuchar a los miembros del magisterio disidente también?

—A todo el magisterio en general. La bandera de la reforma fue retomar la rectoría del Estado en la educación.

¿Con el acuerdo se abre paso para que el sindicato tome otra vez las decisiones?

—La creación del INEE fue para darle solidez técnica a la evaluación; en el momento que uno abre a comisiones paritarias la evaluación o el instrumento, esto se pierde por completo. No deberíamos regresar a eso.

¿Es correcto que el SNTE participe en la revisión de la evaluación?

—No, definitivamente no. Pero sí reconocer que la participación de los maestros es importante, de hecho se da y son ellos quienes elaboran los reactivos siguiendo los estándares internacionales, a través de comités constituidos por docentes. No se podría de otra manera. En todo caso, es importante abrir (la revisión de la evaluación) a los docentes, pero eso es diferente de abrirla al sindicato.

¿El sindicato que se quede en lo laboral y se aleje de la evaluación y del modelo educativo?

—El sindicato tiene dos funciones fundamentales: defender los derechos laborales de sus agremiados, para lo cual es indispensable; y tener una voz informada en la materia que ellos conocen bien. Pero es una voz informada, no se toman decisiones: lo que no es correcto es que el sindicato esté en la posición de tomar decisiones. Eso le corresponde al Ejecutivo.

Con lo ocurrido ¿la autonomía del instituto ha quedado vulnerada?

—Pensamos que no, por eso lo que estamos diciendo es que el análisis de las evaluaciones lo vamos a hacer nosotros y lo que resulte de ese análisis lo comunicaremos.

No nos vamos a sentar en una mesa con el SNTE y con la SEP como si fuéramos una tercera parte, sino que nosotros, de manera independiente y autónoma, vamos a hacer ese análisis. Sí nos interesa abrirnos a la crítica y escuchar al magisterio, pero la autonomía nos conduce a que seamos nosotros quienes hagamos este análisis y nosotros lo comunicaremos como una decisión.

Desde luego que en el proceso tendremos que escuchar y dialogar, pero eso es diferente a sentarnos en una mesa en la que estemos presentes los tres y nosotros seamos una voz adicional. La autonomía nos da la capacidad de hacer un análisis y que las decisiones que se tomen se respeten como autoridad en materia de evaluación.

¿El titular de la SEP debe sentarse a dialogar con la CNTE?

—Hay una obligación de todos al diálogo con todas las expresiones del magisterio, pero estoy hablando por el INEE, hemos escuchado al magisterio disidente a través de sus planteamientos, y de manera directa al SNTE.

¿Es necesario modificar la reforma educativa y sus leyes secundarias, como plantea la CNTE?

—En general, la mayor parte de los problemas que ha tenido la evaluación y la mayoría de las cosas que propone el magisterio, tanto la disidencia como el SNTE, se pueden resolver sin la necesidad de modificar la ley. No se necesitan cambios a la ley, sino a la implementación y al diseño de las pruebas.

¿Por qué la SEP retoma hasta ahora los planteamientos del INEE sobre mejorar la evaluación?

—Hemos estado sentados en la misma mesa desde que se hicieron los planteamientos. No es que ahora nos sentemos, desde enero y febrero estamos trabajando en esto.

¿Cambia en algo el acuerdo que hicieron la SEP y el SNTE?

—Hay muchas cosas que se tienen que mejorar, estamos escuchando al magisterio. Son tres cosas a las que nos comprometimos: la pertinencia de los reactivos e instrumentos, la contextualización y la amabilidad de la evaluación, para que no sea tan larga y tediosa.

¿El tiempo le dio la razón a la CNTE?

—El asunto de la contextualización estaba desde un principio, pero justamente porque escuchamos a los maestros notamos que no estaban satisfechos con lo que se hizo en esa materia. Vamos reconsiderando, viendo si se puede hacer algo más. Están quejándose de la falta de pertinencia de los reactivos, que muchos de ellos se refieren a la reforma educativa, que algunos son nada más de carácter memorístico, eso hay que revisarlo.

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