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Antonio Gali Fayad casi no ha dormido. Espera en un salón de un hotel donde sólo hay una mesa y ocho sillas. Ha comenzado a trabajar en el futuro de Puebla, en concretar sus 22 compromisos.

Aclara que de ninguna manera permitirá que haya influencia de Rafael Moreno Valle durante la gubernatura que encabezará y que sólo durará 22 meses y 10 días. Sabe que su triunfo impacta al interior del Partido Acción Nacional rumbo a 2018.

Dice que le “gustaría que un poblano fuera Presidente de la República”. Subraya que en México es verdadero el “humor social”, y señala que los ciudadanos confirmaron o castigaron a los partidos y a sus candidatos en la jornada electoral.

Han pasado menos de 24 horas desde que, de acuerdo con el PREP, ganó la elección de gobernador de Puebla y el abanderado del PAN, PT, Panal, PC y PSI piensa en la transición, en acordar con el presidente Enrique Peña Nieto y ver hacia el futuro.

Se compromete a ser un gobernador de manos limpias y aclara que de ninguna manera permitirá que Rafael Moreno Valle intervenga en las decisiones que tomará como gobernador de Puebla, pero “seguirá siendo su amigo”, señala.

¿Su triunfo puede apuntalar al gobernador Rafael Moreno Valle de cara a cualquier decisión que tome en torno a su futuro político?

—Cualquier persona que realiza su trabajo de forma transparente y ordenada, cuando observas el manejo adecuado de deuda, hay desarrollo económico, industrial, comercial, turístico, en educación, en salud y un estado manejado con gran seguridad, por supuesto que puede tener aspiraciones.

Le diría que me gustaría mucho ver a un Presidente de la República poblano. Además, en las 12 nuevas gubernaturas tendremos una gran influencia hacia 2018 y una gran responsabilidad en una elección inédita.

¿Cómo desmarcarse de una figura como la del actual gobernador y que no haya señalamientos de que quien sigue gobernando es Moreno Valle?

—Con la personalidad de cada ciudadano. Cada gobernante tiene un estilo. Yo tengo un estilo de gobernar con el que voy a trabajar. “Continuismo” sería hacer cosas que se hicieron mal. Continuidad es tomar todo lo bueno y modificar muchas cosas con un sentido propio y personal.

¿Hay forma de que el anterior gobernador influya en su gobierno?

—Claro que no. Sé que va a ser muy respetuoso del gobierno que vamos a encabezar a partir de 2017 y yo seré muy respetuoso de las decisiones que él tome rumbo a lo que quiera hacer en un futuro, pero sin perder el sentido de amistad.

¿Va a haber un gobernador poblano de manos limpias?

—Hubo guerra sucia. Tengo una familia de empresarios, de muchos años y muy querida en Puebla, la familia Gali: textileros. No importa el dinero que tengas, sino cómo lo obtuviste. Desde que soy funcionario, hace 33 años, no niego haber sido empresario. He dicho cuál es mi capital y el de mi familia. Mis bienes fueron investigados.

¿Influyó el gobernador Moreno Valle en su victoria?

—Ayudó el trabajo que se realizó desde el gobierno del estado y desde el municipio que encabecé.

¿Metió la mano el gobernador a su campaña para que ganara?

—De ninguna manera. Lo digo categóricamente. No hubo mayor influencia por parte del gobierno del estado.

Tiene 12 puntos arriba de su más cercano adversario, pero lo han acusado de un gasto excesivo, de intervención del gobernador y de presionar a los oponentes con la policía.

—No es cierto, categóricamente lo digo. Quien acusa debe presentar pruebas. Hemos sido puntuales en la demostración de gastos.

¿Cuánto desembolsó?

—El tope era de 35 millones de pesos y llevamos 22 o 23 millones.

¿No teme perder su triunfo?

—No tememos; somos muy meticulosos y decimos la verdad.

De las 12 gubernaturas, en siete se perfilan como triunfadores candidatos del PAN, ¿Cómo lee este resultado en el país, es parte del humor social?

—Definitivamente el humor social, el raciocinio y la memoria existen en los ciudadanos. Puebla tienen memoria. La entidad decide continuar porque se ha hecho un buen trabajo.

¿Por qué ganó Moreno Valle en su momento? La respuesta es que había una reprobación por parte de los ciudadanos al gobierno anterior.

Es el sentir ciudadano y se demuestra en las urnas, no veo otra explicación; independientemente de grandes campañas que cuentan mucho, de buenos candidatos, todo eso cuenta, pero obviamente tenemos una ciudadanía madura.

¿Cómo imagina su relación con el presidente Peña Nieto?

—Estaré muy agradecido que me invite a acordar. Si al Presidente de la República le va bien, si a los gobernadores les va bien, a México le va bien y a la sociedad también. Espero una gran relación con el Presidente de la República, con sus secretarios y con los delegados federales, para que haya más oportunidades de presentar programas y proyectos ante el Congreso de la Unión y obtengamos un mayor recurso económico.

¿No tiene rencores contra sus adversarios políticos?

—Nada. No guardo rencores ni odios, al contrario, se construye. Concluyó una contienda política.

¿Trabajará al lado de sus adversarios o será un gobierno del PAN y de sus aliados?

—Totalmente abiertos a todos los partidos y a la sociedad. A Blanca Alcalá la conozco desde hace muchos años, trabajamos juntos, es una senadora a la que le tocaré la puerta para conseguir más recursos para Puebla.

Bienvenidas las propuestas que ellos recogieron del sentir ciudadano para ver qué empata y con los foros ciudadanos de la transición se construye el Plan Estatal de Desarrollo.

¿Qué lectura le podemos dar a lo ocurrido el pasado domingo en la elección de Puebla?

—De que la sociedad quiere continuar por el camino correcto. La gran disyuntiva era regresar al pasado que ofendió y avergonzó, al pasado de Mario Marín directamente, o continuar por el camino correcto de la transformación, del progreso. La gente decidió.

¿Está latente el riesgo del regreso de gente como Mario Marín en el gobierno de Puebla?

—No, definitivamente, estaba latente.

Un año y 10 meses y 22 días de gobierno, ¿Para qué alcanza?

—Para mucho si haces más con menos. Son 22 compromisos que debemos cumplir con el estado privilegiando a la sociedad, dándole entrada a organismos empresariales, a consejos ciudadanos, a contralorías ciudadanas, a personas del campo, a indígenas, privilegiando los sectores, escuchando y abriendo las puertas.

Voy a trabajar de manera muy cercana con el gobierno federal y con los delegados, debemos pensar de manera plural y no egoísta, mi gobierno va a trabajar para todos.

¿Cuál será su principal reto?

—El de seguir construyendo esta Puebla de progreso y del desarrollo social. Las siete regiones muestran diferentes caras, es un estado disperso con 217 municipios con diferentes necesidades. Me preocupa como futuro gobernador el desarrollo de las familias, pero que sobre todo no crezca la pobreza.

Es necesario lograr la igualdad, la inequidad es la que provoca grandes diferencias. El compromiso que tengo es el desarrollo social, obviamente continuar con programas importantes de salud, de educación, de cultura, de seguridad, ahí no se pueden afectar los presupuestos. Si hacemos un bloque con el Presidente de la República, ese tipo de enroques, de pensar solamente en un bien común, en la ciudadanía, sin pensar en cuestiones políticas lo podemos lograr y lo voy a hacer en Puebla.

Gali insiste en la plática en torno a que el modelo de familia será base en la construcción de políticas públicas para su mandato. Subraya la necesidad de que los poblanos trabajen unidos, que el gobierno sea sensible. “Los ciudadanos eligieron la continuidad, no el continuismo”, concluye.

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