El declive electoral del PRI inició en 2015 y se agudizó en 2016, de acuerdo con un análisis de la consultora Integralia, de Luis Carlos Ugalde, ex presidente del extinto IFE.

Según el análisis, en esos dos años el priísmo ha perdido 203 cargos electivos locales, así como cuatro gubernaturas (perdió siete en 2016, pero una no la gobernaba y recuperó dos).

En un comunicado, Integralia señaló que el PAN gobernará 13.6 millones más de personas a nivel estatal, en tanto que el PRI dejará de gobernar a 11.8 millones de ciudadanos.

En el documento se indica además que la coalición PAN-PRD ganó 109 posiciones adicionales.

No obstante, salvo la Ciudad de México, el PRI sigue siendo el partido con más fuerza electoral homogénea en el ámbito regional.

Se precisa a la vez que el PRD y Morena perderían el registro en varias entidades al no obtener el 3% de la votación total.

En materia de abanderados independientes, ganaron 10 candidatos, de los cuales nueve fueron alcaldes y un diputado constituyente en la Ciudad de México.

“El año pasado cinco candidatos independientes ganaron la elección, uno de ellos de gobernador. En 2016 es posible que se confirme el triunfo de 10 de ellos, nueve como alcaldes y un diputado constituyente. Salvo dos posiciones de alcaldías en Chihuahua, una de ellas Ciudad Juárez, el resto de los triunfos se circunscribe a ayuntamientos de menor tamaño.

“Aquellos independientes que buscaron disputar gubernaturas a los partidos no lograron rebasar la barrera de 5% [excepto José Luis Barraza en Chihuahua, quien sobresalió con 18.21% de la votación]”, se detalló.

De acuerdo con Integralia, la fuerza política con mayor ganancia neta luego de las elecciones fue la coalición entre el PAN y el PRD.

De los programas de resultados electorales preliminares (PREP), esta coalición habría ganado 109 posiciones adicionales en las 13 entidades con elecciones (se omite la Ciudad de México): 33 diputados locales y 76 ayuntamientos.

“El perdedor neto es el PRI y sus aliados: tendrán cuatro gubernaturas menos [perdieron seis que gobernaban, pero recuperaron dos], así como 54 diputaciones de mayoría y 58 ayuntamientos menos.

“Entre los partidos de izquierda, Morena ganó 27 espacios [12 diputados locales y 15 ayuntamientos], mientras que el PRD perdió 69 cargos [ocho diputados locales y 61 ayuntamientos]”, se informó.

Además, luego de las elecciones del pasado 5 de junio, la población gobernada por los partidos cambió.

A nivel estatal, el PAN (sólo y en coalición con el PRD) gobernará a 35.35 millones de personas, un incremento de 79.9% con respecto a la población que gobierna actualmente.

“En contraste, el PRI dejará de ser mandatario de 11.89 millones de mexicanos. Aunque el tricolor haya sido el perdedor neto de las elecciones, sigue siendo el partido con mayor fuerza regional, pues en todas las entidades fue uno de los competidores principales (a veces frente al PAN, o frente al PRD, o a una coalición de ambos, y en dos entidades frente a Morena).

Ya sea que se trate de competencias de dos o de tres partidos, el PRI sigue siendo uno de los protagonistas. Ningún partido tiene esa fuerza homogénea en todas las entidades”.

Se observa que el PRI con sus aliados obtuvieron la mayor votación en las 12 entidades que eligieron gobernador.

La coalición PAN-PRD obtuvo mayor votación promedio en las entidades donde postuló candidato. En estados donde el PRD compitió solo —Aguascalientes, Chihuahua, Hidalgo, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas y Tlaxcala—, los votos de Morena lo superan por casi 77 mil en promedio.

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