Obispos omiten declaraciones y eluden entrevistas

Varios de los obispos acusados de promover el voto de castigo durante las pasadas elecciones en contra del PRI, ante la propuesta del presidente Enrique Peña Nieto de aprobar el matrimonio igualitario en México, decidieron no ofrecer entrevistas y tampoco presidir misas dominicales.

Por ejemplo, los dos obispos más importantes de Veracruz no emitieron declaraciones, aunque sí lo hicieron sus voceros.

A través de este medio, la Iglesia celebró la alternancia electoral en el estado y felicitó al gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares.

El obispo de Culiacán, Jonás Guerrero Corona, ofreció su tradicional misa en la catedral de esa ciudad, sin embargo, al término de la ceremonia declinó recibir a los medios para emitir comentarios respecto al tema.

El obispo de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, se tomó un receso de sus actividades religiosas y ayer no tuvo participación en alguna de las misas celebradas en esa diócesis, en tanto que en Chihuahua el arzobispo Constancio Miranda asegura que el triunfo del panista Javier Corral no fue un voto de castigo al PRI, simplemente fue un acto de democracia.

En entrevista, el jerarca católico también manifestó desconocer si la oposición de la Iglesia a la iniciativa del presidente Peña Nieto de legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo haya influido en los resultados electorales: “Yo no sé si influyó, yo no soy politólogo”.

La diócesis en Hidalgo no hizo ningún llamado a votar en contra de algún partido o candidato; los matrimonios igualitarios, pudieron haber influido, pero los resultados que se dieron de la elección fueron porque la población es más participativa y sabe dónde están las oportunidades, consideró el obispo de Tulancingo, monseñor Domingo Díaz Martínez.

El supuesto llamado que se hizo para votar en contra de partidos o candidatos que estuvieran en contra de la vida o del matrimonio igualitario aquí no existió, dijo; “nosotros no hicimos ningún llamado así, nosotros dejamos que la gente votara por el que quisiera. Nosotros no hicimos ninguna promoción así, ni siquiera nos pronunciamos. Nosotros estábamos seguros de que la gente nos había escuchado y sabía lo que tenía que hacer, en ningún momento dijimos: ‘por estos no voten’”.

La Iglesia católica de Oaxaca evitó dar un posicionamiento claro acerca de su participación activa o pasiva en las elecciones del pasado 5 de junio y eludió comentar sobre la iniciativa presidencial. “No quiero dar opiniones, más bien es de algo que ayude a la sociedad; habría que hacer el análisis (del resultado electoral), no porque alguien lo diga nada más. Repito, ¿es objetivo?, ¿es real? Puede ser que haya algo, pero no creo que sea lo único, yo creo que hay otra cosa más, a lo mejor esto quiere ser una desviación, simplemente”, dijo el arzobispo de Antequera, José Luis Chávez Botello.

El arzobispo de Durango, José Antonio Fernández Hurtado, opinó que los resultados de las pasadas elecciones fueron producto del cambio que la población exige y no por el tema de los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Para el obispo de la prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo, la derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Quintana Roo, se debió a la “corrupción y la impunidad” del gobierno, mas que al “voto de castigo” ante la iniciativa para modificar la Constitución y aprobar el matrimonio igualitario.

Sin embargo, al ser cuestionado sobre esta posible operación, admitió que aunque no se meten en política y son apartidistas sí pidieron no votar por candidatos que atentaran contra la familia y contra la vida.

“La Iglesia católica no tiene ningún partido, pero cuando hay un partido que no tiene los mismos valores, por ejemplo, la defensa de la familia o de la vida, la Iglesia tiene la obligación de decir ‘no voten por ese’”, dijo.

En Puebla, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa felicitó al gobernador electo del PAN, Antonio Gali Fayad, y le pidió cumplir sus promesas de campaña. Dijo que le pidió atender los temas prioritarios, como educación, salud, seguridad y empleo.

El obispo de Tamaulipas, Antonio González Sánchez, se limitó a decir que el triunfo del panista Francisco Javier Cabeza de Vaca se está viendo como una esperanza.