Marco Antonio del Toro, abogado de Elba Esther Gordillo, confía en que su defendida no vuelva a pisar la cárcel, y que durante su estancia en el Hospital Ángeles de Interlomas se den los fallos judiciales a su favor con ese fin.
“Sin que se haya programado de esa manera están en la puerta una serie de resoluciones que a juicio nuestro van a poner, y deben de poner fin a este asunto”, señala.
En entrevista con EL UNIVERSAL dice que con fallos a su favor por el delito de lavado de dinero y defraudación fiscal, la maestra se acerca a su libertad.
“Si bien es cierto que se encuentra en un hospital, también es razonable que en el ámbito jurídico se resuelva favorablemente la prisión preventiva domiciliaria y favorablemente el fondo mismo de las acusaciones que se le hicieron”, dice.
En resumen, del Toro visualiza un escenario jurídico favorable mientras su clienta está en el nosocomio privado. “Nos sentimos optimistas a la luz de un análisis jurídico serio”.
El fallo
El abogado -quien se dice contento de que su defendida esté desde ayer en una situación distinta- detalla que Gordillo abandonó la Torre Médica del penal de Tepepan ayer miércoles, cerca de las 7:00 de la mañana, por una resolución del juez Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales, “en donde una vez que se habían constatado una serie de padecimientos que presenta la maestra, avalados incluso hasta por los peritos de la PGR, se determinó que debía de ser objeto de un cuidado que el hospital no podía proporcionarle”.
La maestra será tratada por dos aneurismas cerebrales y un problema de la carótida, que impide el flujo sanguineo correcto, detalla.
La vigilancia
Hoy la ex líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) cuenta en el nosocomio con una guardia discreta de custodios, del área de Reclusorios del Gobierno del Distrito Federal.
Las custodios se relevan a lo largo del día para mantener la vigilancia de Elba Esther Gordillo Morales.
Del Toro asegura que la ex lideresa magisterial no evadirá la prisión en esta nueva etapa en la que seguirá en calidad de presa, pero en otro hospital, donde puede ser tratada adecuadamente de sus padecimientos.
Asegura Del Toro que el operativo montado para vigilar a la otrora líder del SNTE no afecta en nada a los demás pacientes.
“No constituye un riesgo de fuga, ni nada que se le parezca… es un operativo discreto que el gobierno del Distrito Federal diseñó para esto, para las condiciones de una persona que no constituye un riesgo de fuga”, afirma.
“¿No hay riesgo de que la maestra evada la justicia?”, se le pregunta.
“No, de ninguna manera, no sólo no existe esa posibilidad, sería lo último que haría, por una cuestión de dignidad, ni siquiera le pasaría por la mente. Y máxime cuando se encuentra cierta, como lo estoy yo, de que es inocente de las imputaciones que se le hicieron y que poco a poco se ha dado cuenta la opinión pública la fragilidad de las mismas. No existe el interés ni la posibilidad. Ella debe de salir con la frente en alto después de haber derrotado esas acusaciones infundadas”, responde el litigante.
Los tiempos
Marco Antonio del Toro explica que la creadora del partido Nueva Alianza (Panal) estará en el hospital “el tiempo que sea necesario” hasta que la den de alta, pues el fallo para que fuera trasladada de Tepepan, donde estaba recluida, no tiene una fecha límite.
Afirma que la maestra será sometida a estudios y después se valorará una posible intervención quirúrgica.
“En la reunión con las autoridades tanto médicas como de Seguridad Pública, fueron enfáticos que la maestra debe estar en condiciones idóneas, pues donde estuvo (Tepepan) no las tenía.
“Sin menospreciar el enorme esfuerzo que se hace en ese hospital, que es general no tiene posibilidades de atender cuestiones de esta envergadura”, refiere el abogado.
Rechaza que el traslado sea algún tipo de privilegio, y sólo se ejercen los derechos de la maestra Gordillo.
Del Toro dijo que una vez que la maestra salió de Tepepan sigue defendiendo su inocencia.
Sostiene que México no puede ser partícipe de “acusaciones infundadas” y afirma que paralelamente a su internamiento, siguen corriendo los juicios y procedimientos legales.
De acuerdo con el litigante, la apelación para que se reconsidere haberle negado la prisión domiciliaria sigue su curso.
El juez de primera instancia dijo entonces –recordó- que ni el Ministerio Público ni la defensa probaron o no el riesgo de fuga, y había que hacerlo con peritos.
Al respecto, ya apelaron y en la segunda resolución el magistrado dijo que la persona tenía que tener 70 años cumplidos en el momento en que se dictó la orden de aprehensión en su contra, no cuando está solicitando la prisión domiciliaria.
Explicó que están en este momento en un juicio de amparo y confían en que procederá la prisión domiciliaria.
ml