Integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresaron su preocupación respecto a la posible legalización de la marihuana y destacaron que se deben analizar todas las implicaciones que esta medida traería consigo, sobre todo en el tema de la salud de los niños y adolescentes, así como del interés de grupos criminales que quieran acaparar este tema, pues podría abrir la puerta a riesgos.

En conferencia de prensa con motivo de la Centésima Asamblea Plenaria de la CEM, el presidente de dicho órgano, Francisco Robles Ortega, indicó que al abrir la puerta al debate sobre la legalización de la marihuana se abre también un sinnúmero de riesgos que hay que analizar muy seriamente antes de dar este paso.

“La postura del Episcopado es que al mismo tiempo que se abre una puerta para la democracia, preocupa que no seamos conscientes que se abra una puerta para muchos riesgos que hay que considerar, que hay que analizar muy cuidadosamente antes de legalizarlas, me refiero al renglón de la salud, el riesgo que se pone a los niños adolescentes y jóvenes, al tema de la violencia o el interés de grupos por acaparar este tema”, enfatizó Robles Ortega.

En tanto que Carlos Garfías Merlos, arzobispo de Acapulco, indicó que se tiene que tener toda la información sobre el daño que pudiera causar la legalización del enervante, pues podría dar pie a un abuso, por eso es necesario que “todo mundo conozca los riesgos” y que en el caso de que participen formalmente en una mesa sobre el tema, acudirán con los argumentos suficientes.

“Esta abierto el debate, como Iglesia estamos expresando nuestro parecer. Fundamentalmente para nosotros el tema es el riesgo, el daño a la salud, yo creo que es un sentir de los obispos y es bastante claro el riesgo a la salud”, apuntó el arzobispo de Acapulco.

Mientras que Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán, indicó que le preocupa la salud de los mexicanos y que se incremente el consumo; apuntó que todos tienen la obligación de cuidar tanto su cuerpo como el de los demás. Afirmó que no están fácil señalar si consumir marihuana es pecado o no.

“No podemos decir es pecado aquello, es pecado esto, porque de fondo esta también la conciencia de cada quien de cada persona no están fácil como decir esto es pecado. Pero el deber de cuidar la salud es algo que cada uno lo debe tener para sí mismo y también como preocupación para el prójimo”, sostuvo Rodríguez Vega.

Por su parte, Eugenio Lira Rugarcía, secretario general de la CEM, dijo que hay que considerar al individuo en su dimensión social, ya que vive rodeado por las relaciones con los demás, por lo que pidió entender a toda persona a partir de una perspectiva integral, para tomar las decisiones que sean oportunas.

“Habría que preguntarse que tanto esto podría afectar las relaciones con los demás. Si habría afectaciones o daños a terceros, creo que es algo muy importante de tener a la persona pero también entendida en toda su integralidad, su cuerpo, su vida psico afectiva, espiritual y también la parte social. Es importante un diálogo que permita una visión más completa de esta realidad”, indicó Lira Rugarcía.

El lunes, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó a la Secretaría de Gobernación abrir un amplio debate, vía la Subsecretaría de Derechos Humanos y con la participación de especialistas, a fin de definir las políticas públicas como Estado ante el consumo de la marihuana.

afcl

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