Jesús Zambrano, ex presidente del sol azteca y quien acepta parte de la culpa en la crisis, considera que la nueva dirigencia debe surgir de un acuerdo de corrientes, pero que Nueva Izquierda no se jubilará. “No nos vamos a hacer a un lado”, apunta, y dice no creer en un externo para salvar al partido.

Guadalupe Acosta, también ex líder y quien por el momento se distanció de NI, afirma por separado tajante: “No me voy del partido”. Aunque abre la puerta a que un externo, una vez afiliado, pueda ser dirigente, coincide en que Los Chuchos van a contribuir a que el partido camine y abone. En su autocrítica dice que les afectó la división de la izquierda.

Ambos señalan que con López Obrador sólo habrá diálogo, no sumisión.

jram

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