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Trabajadores del Instituto de Educación Estatal Pública de Oaxaca (IEEPO) que forman parte de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), saludaron la reestructuración del órgano educativo para quitarles el control a sus dirigentes que abusaron del poder; incluso advirtieron que era “un cáncer” que había que atacar de fondo.

“En Oaxaca, el IEEPO es el botín más grande de dinero que existe”, comentó Carmen Mendoza, una de las trabajadoras, quien recordó que sólo para este año la partida presupuestal fue de más de 17 mil millones de pesos.

Felipe “N” y otros trabajadores que pidieron el anonimato —por temor a represalias al haber desobedecido a la dirigencia—, dijeron que modernizar al instituto era una decisión que se debía tomar.

Carmen Mendoza, quien en su momento fue líder de los trabajadores de la Sección 22 que dirige Rubén Núñez, reconoció que el gobernador que entregó el poder del IEEPO al sindicato, Heladio Ramírez López, no se dio cuenta del grave error que cometía.

“Le pusieron dinero en las manos a un hambriento, y el día de hoy al interior del instituto se van a preocupar quienes tenían más de 15 años viniendo sólo a cobrar, que se amparaban porque tenían amistades al interior del IEEPO”, enfatizó.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la trabajadora administrativa del área de secundarias técnicas mencionó que el gobierno estatal tardó en retomar la rectoría del instituto encargado de la educación, que estuvo en manos del magisterio por más de dos décadas.

“El gobernador (Gabino Cué) tuvo en sus manos la oportunidad de mejorar la calidad de la educación, pero hace falta surtir de todo el material que requieren las escuelas para mejorar la calidad de la educación”, dijo.

Hizo un llamado a que se capacite a los maestros, porque algunos se quedaron rezagados desde hace 30 años, sólo con los conocimientos que adquirieron en la normal.

“Con el nuevo IEEPO van a rescatar el presupuesto educativo de Oaxaca, porque de manera sindical se abusó. Yo fui parte de las filas de la Sección 22, como dirigente, y me percaté de que el gobernador en turno no midió el poder que le entregó al sindicato”, reiteró.

Felipe, quien lleva 17 años como trabajador del IEEPO, dijo que la reforma educativa es lo mejor que pudo haber pasado. Consideró que si bien fue un primer paso la modernización del instituto, quitando el poder a la Sección 22, aún faltan cosas por hacer porque no se atacó de fondo el problema.

“Esto es un cáncer, no se atacó de fondo, porque estoy viendo personas que robaron y que siguen aquí; también tuvieron que haberlos quitado de sus puestos”, dijo.

Algunos empleados que llevan menos de dos años en el instituto, dijeron que la medida que tomó el gobernador fue la mejor, ya que les abren las puertas a los jóvenes.

“Seguramente algunos no van a querer acatar el reglamento porque estaban acostumbrados a no firmar, a salir a la hora que querían; se habían mal acostumbrado por las palancas que tenía, pero se les acabó, ahora todos parejos”, señaló.

Durante el tercer día de adscripción, los que salían luego de firmar el nuevo reglamento se observaban satisfechos por el lugar de trabajo al que habían sido asignados; el mecanismo continuará hasta el lunes día para el que se espera que terminen de pasar los mil 200 trabajadores de la Sección 22.

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