Los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) hicieron suyo el boicot electoral para este 7 de junio propuesto por los padres de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, desde diciembre de 2014.

En una Asamblea Nacional Representativa (ANR), en la que participan todos los dirigentes de la CNTE, llevada a cabo en la ciudad de México el 23 de mayo, determinaron establecer una estrategia para impedir las elecciones a nivel nacional. Las acciones, acordaron, “serían en función de las condiciones propias de cada contingente”.

“A partir de esta fecha (1 de junio) se acuerda realizar la Jornada Nacional para concretar el boicot al proceso electoral con acciones sincronizadas en los estados (capitales, distritos electorales y municipios) y en la ciudad de México, considerando el menú de actividades propuestas en esta Asamblea Nacional Representativa”, dice la minuta aprobada entonces.

En la asamblea de Oaxaca del 16 de mayo se determinó el boicot estatal.

Debido al número de integrantes en esa sección, más de 70 mil profesores y trabajadores, son las asambleas de profesores oaxaqueños las que establecen la línea de acción en el resto de las secciones de la CNTE en el país.

En aquella reunión de mayo respaldaron la iniciativa del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), Organización Popular Ricardo Flores Magón de Chiapas, los padres de familia de los estudiantes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, el Frente Amplio Social Unitario y la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre de Puebla.

Desde entonces a la fecha han sido diversos los grupos que han manifestado su solidaridad y respaldo a la propuesta de ir contra la “farsa electoral”, como se ha calificado. Por ello se prevé que movimientos de anarquistas participen en las movilizaciones.

En 2013, en el mayor número de estados movilizados con la dirección de la CNTE contra la reforma educativa, se logró la representación de 26 entidades. No obstante, ahora la propia CNTE reconoce que la movilización en la jornada electoral será sobre todo en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán; y en la medida de sus posibilidades en la ciudad de México, Zacatecas y Veracruz, entre otros.

Instancias de seguridad del gobierno federal prevén las manifestaciones más violentas en Guerrero y Oaxaca. Desde el impedimento de la instalación de casillas hasta la quema de material electoral, instalaciones e incluso, en un caso extremo, la detención de funcionarios de las mesas de votación.

Producto de las asambleas de la última semana, la CNTE en Oaxaca definió un plan de acción hasta el mes de septiembre de este año, en el que se prevé participen organizaciones como el Frente Único de Lucha y el Frente Popular Revolucionario.

“Es necesario como una presión más para el Estado, la toma de las embajadas y consulados que tienen representaciones en nuestro país”, señala uno de sus pronunciamientos.

De manera individual y no como organización, integrantes del Frente Popular Francisco Villa participarán en las acciones convocadas por la CNTE. Reconocieron que aunque se adhieren a muchos reclamos de la organización magisterial no pueden llamar a un boicot porque ellos mismos tienen candidatos que son votados el domingo.

Además, en el Distrito Federal, personas pertenecientes al Frente Oriente han expresado su rechazo a la “farsa democrática” del próximo domingo; y estudiantes de diversas universidades han respaldado acciones de la Coordinadora a fin de interrumpir las elecciones, por lo que han participado, de acuerdo con información difundida en sus páginas en redes sociales, en las mesas para definir acciones.

Ayer en la mesa de negociación de la Secretaría de Gobernación con los dirigentes declararon un receso en la mesa de diálogo que sostuvieron para atender los 11 puntos del pliego petitorio del magisterio disidente. Por la noche, tras el anuncio de Gobernación de iniciar un operativo para resguardar la elección, la CNTE lo consideró como una ruptura del diálogo.

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