En el PRI no es tiempo para apuntarse ahora en la carrera presidencial de 2018 porque hay trabajo que hacer, como concretar las reformas, porque los destapes anticipados sólo distraen a los políticos en momentos que son para trabajar, asegura el dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz.

Los destapes son anticipados y distraen a quienes lo anuncian y al resto. “Ahorita es el tiempo de trabajar para concretar las reformas, para dar muchos resultados”, comenta.

Satisfecho por el triunfo del pasado 7 de junio, Camacho Quiroz defiende al presidente Enrique Peña Nieto en sus dichos de atribuir la victoria a la política económica del país.

Descartó que los escándalos de corrupción con los que se acusó a los gobernadores Rodrigo Medina, de Nuevo León, y Aristóteles Sandoval, en Jalisco, hayan sido factor de derrota, pues sólo fueron mediáticos.

En el PRI, dice, “no hay cabida para la nostalgia, aquí no hay cabida para los rencores, aquí no hay cabida para cobrarle las cuentas a nadie, es un partido muy ancho, un partido entre cuyos méritos está darles a todos su lugar, un partido en el que se privilegia la militancia y se reconoce, pero que se sabe que con la militancia sola no ganamos”.

¿Cómo será la elección del presidente del PRI?

—Será el Consejo Político Nacional el que designe a la fórmula que nos suceda a Ivonne Ortega y a mí (...) hay mucha tela de dónde cortar. Por ahora no es motivo de mi preocupación ni de eso me ocupo.

¿A quién quiere como sucesor?

—Yo quiero a alguien con gran capacidad para concertar y escuchar. Alguien que esté imbuido en el proyecto de país que se erigió triunfador en 2012, el proyecto que encabeza y mantiene Enrique Peña Nieto.

¿Peña Nieto meterá mano?

—El presidente Enrique Peña Nieto es parte de nuestro Consejo Político Nacional; él, como militante en ejercicio pleno de sus derechos, también tiene un asiento en nuestros órganos colegiados de dirección.

Ya hay destapes presidenciales para 2018. ¿Alguno inquieta?

—Me parecen anticipados, me parece que se distraen los políticos de marras y nos distraen al resto; ahorita es el tiempo de trabajar para concretar las reformas, para dar muchos resultados, para estar a la altura de las expectativas ciudadanas. Yo respeto porque son expresiones de libertad el apetito de algunos, de alguien incluso que supone que después de tres o cuatro intentos fallidos puede obtener por prescripción una posición definitiva. Cada quien asume su responsabilidad de cada partido, yo puedo adelantar que en el PRI nosotros, por ese sentido de responsabilidad, nos vamos a seguir dedicando a trabajar para consolidar lo logrado y para ir por más y ese no es tema de la agenda de los priístas.

¿En el PRI nadie se adelanta?

—No es tema, no tiene por qué, tenemos trabajo, mucho trabajo, trabajo complejo, retador. Nosotros tenemos muchas cosas qué hacer, los diputados, ya urge que llegue el 29 de agosto para la instalación de la Cámara el 1 de septiembre, para el presupuesto, hay muchas cosas por hacer, no hay que distraernos ni distraer al resto.

El Presidente atribuyó el triunfo priísta a su política económica, lo que se leyó como el destape para el secretario de Hacienda.

—Aunque sea expresión de Perogrullo: dijo lo que dijo, no más, no menos.

¿El Presidente no destapa?

—Él dijo lo que dijo, que las reformas están permitiendo el crecimiento económico del país y lo que falta.

¿Deja usted un PRI disciplinado?

—Sí hay un partido disciplinado, no es un partido Montessori, hay disciplina con base en la ley y en los estatutos, en sus reglas, esta es una organización seria donde la libertad tiene cauces. Pero no es este un partido de unanimidades, este es un partido que construye la unidad y la unidad se construye a partir del respeto por el otro, se construye a partir de la capacidad para escuchar e incluir, la disciplina al final acaba siendo una expresión de libertad.

¿Qué balance hicieron del proceso electoral? Sus números bajaron.

—Tenemos una posición de optimismo, aquí no hemos echado campanas al vuelo, entendemos muy bien el mensaje de las urnas: más que triunfo nos dieron una oportunidad (...), por razones fundamentalmente éticas estamos impelidos a no fallar. Más que discursos y pretextos, resultados. Vamos a San Lázaro a impulsar iniciativas, a defender proyectos en actitud concertadora.

¿Viejos tiempos con mayoría absoluta (en San Lázaro)?

—Los viejos tiempos ya se fueron, para la política y la sociedad (...) en los siguientes años la competencia se va a hacer más intensa.

Perdieron plazas importantes: Nuevo León, Querétaro, Guadalajara. ¿Qué les falló?

—En la política se gana y se pierde intermitentemente. Esto nos dice que no nos dio lo que teníamos para triunfar y hay fenómenos muy destacados. La candidatura llamada independiente de 'El Bronco' en Nuevo León siempre llamó nuestra atención, pero nunca advertimos lo fuerte que podría ser la votación a su favor. Cuando hablamos de ganar y perder, también recuperamos Monterrey, recuperamos Sonora, no obstante que siempre se tildó al gobernador (Guillermo) Padrés de un gran operador político y, por supuesto, que desplegó banderas. Recuperamos Guerrero, un estado que por su perfil sociodemográfico algunos consideraban que podía quedarse muchos años como opción de izquierda.

En Nuevo León, en Jalisco, ¿pesaron las acusaciones en contra de los gobernadores y sus progenitores?

—Hay una serie de factores, no obstante que el desahogo de esos señalamientos sólo ha sido mediático. Destaco como éxitos de la gestión de Rodrigo Medina el impulso económico y el crecimiento de las inversiones productivas que han generado muchos empleos.

¿El PRI defiende, más que llamar a cuentas?

—El PRI está expectante. Él (Rodrigo Medina) no necesita defensa, él tendrá su defensa, como lo ha hecho. Creo que hay algún viso de persecución en esto, de consigna para hacerle daño a una persona. En el caso de Jalisco, creo que algunos señalamientos, a propósito de las actividades o la actuación del padre del gobernador, fueron en su momento aclaradas.

¿Ya se vio como coordinador del PRI en la Cámara de Diputados?

—Ya me veo como diputado y me gusta mucho.

¿Realmente ve la mayoría absoluta en San Lázaro?

—La veo, sí. El Partido Verde es nuestro aliado electoral, programático y legislativo. Con el Partido Nueva Alianza hemos construido también una alianza programática. Creo que nos fue bien a todos.

¿Los escándalos del Partido Verde realmente no les afectan?

—Es nuestro aliado, pero cada quien decide su estrategia mediática.

Gustavo Madero acusó al Pacto por México de las derrotas del PAN. ¿Se puede negociar con alguien que acusa al pacto?

—Ese es su cálculo partidario, tendrá sus razones.

¿Va a negociar con alguien que desacredita la negociación?

—La política es una actividad por naturaleza vinculada con los acuerdos. Así como a veces hay enfrentamientos, choques, colisiones que a nadie deben escandalizar, a veces los partidos tenemos posiciones fuertes, radicales, firmes. Cada partido sabrá cuáles son sus márgenes de tolerancia o de cesión.

Pero dependen de si están en el gobierno o no.

—Claro. Estar en la oposición permite algún grado de irresponsabilidad, a veces se dicen cosas con la comodidad de no estar en el gobierno.

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