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En México, 90 millones de botellas de refrescos y de agua hechos de Polietileno Teraftalato (PET) son lanzados a la vía pública, carreteras, bosques, playas, ríos y mares, lo que genera preocupación a los integrantes de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, por lo que analiza una reforma a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, para regular el manejo de envases y embalajes de este material.

Los legisladores analizan una reforma de Germán Ralis Cumplido (Movimiento Ciudadano), en la que establece que el consumo de PET en México asciende a 722 mil toneladas al año. Además, de que México es el segundo consumidor de envases de PET para refrescos en el mundo y el primero para recipientes de agua embotellada.

Agregó que nuestro país es líder en el Continente en acopio y reciclaje de PET, con 50.4% del material reutilizado y 14 empresas recicladoras. Sin embargo, esos esfuerzos no son suficientes, debido a que “el consumo va de la mano con los malos hábitos que como mexicanos tenemos”.

En el país, el consumo de refresco es elevado; en promedio, cada mexicano ingiere 163 litros de refresco al año, siendo de PET la gran mayoría de envases utilizados; como consecuencia, se emplean 450 mil toneladas de este plástico, aproximadamente.

Ralis Cumplido refirió que el uso de agua embotellada también representa un problema. En 2014, se consumieron 234 litros por persona, lo que generó 21 millones de botellas de PET al día, de lo cual sólo se recicló 20%.

Argumentó que la tercera parte de la basura doméstica en México se debe a los envases de PET, ya que se producen aproximadamente 9 mil millones de botellas al año. Además, es un material de riesgo para el ser humano, su uso constante puede liberar compuestos químicos como DEHA (dietilhidroxilamina), sustancia que provoca cáncer o BBP (butilbencilftalato), el cual altera el funcionamiento hormonal e incluso puede provocar irritación en la piel, ojos y pulmones.

En la actualidad, los océanos se llenan de 8 millones de toneladas de plástico al año; se estima que para 2020 serán 500 millones de toneladas, debido a la producción acelerada de plásticos y a que el proceso de degradación del PET en los océanos es más lento que en la tierra.

La iniciativa de Germán Ralis busca concientizar a la población para que consuma menos PET, a reutilizar o reciclar sus envases, a producir menos recipientes de PET, a la par de que se usen otros materiales menos dañinos al medio ambiente, y disminuir la cantidad de residuos urbanos.

Con la adición del capítulo “Del manejo de los envases y embalajes de PET” en la ley, las empresas productoras y consumidoras promoverán la reducción de la generación, valorización y gestión integral de los residuos urbanos, con la finalidad de controlar la contaminación ambiental.

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