La XV Reunión Interparlamentaria México-Cuba —que comienza mañana viernes en La Habana—, no sólo es la oportunidad para mejorar las relaciones comerciales entre ambas naciones, sino también para dar un viraje a acuerdos bilaterales, en los que México desempeñe un papel más pragmático y relevante con el régimen del presidente Raúl Castro.

Así lo consideran el ex embajador de México en Cuba durante el sexenio de Vicente Fox, Ricardo Pascoe, y la internacionalista de la Universidad Iberoamericana, Pía Taracena.

Señalan que la reunión se da en un contexto inédito, dentro del proceso de normalización de las relaciones diplomáticas de Cuba con Estados Unidos y en un periodo de reformas económicas dentro de la isla.

Ricardo Pascoe expone que México tiene que revisar con mucho cuidado qué tipo de nueva relación quiere tener con Cuba, no sólo de manera bilateral, sino ahora en una relación trilateral donde también participa Estados Unidos.

“Los tres países somos el circuito de acceso entre América Latina y América Anglosajona. Tiene que ser una reunión interparlamentaria de una gran creatividad que sea capaz de replantear muchos de los paradigmas y elementos que tradicionalmente se han tenido”, agregó Pascoe.

Taracena explica que en la normalización de la relación Estados Unidos-Cuba, México fue el gran ausente y su lugar lo ocuparon El Vaticano y Canadá, por esta razón, nuestro país debe recuperar la posición más fuerte en la región del Caribe.

Condena al “bloqueo” de Cuba. En junio de 1996 el Congreso de la Unión y la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) de Cuba suscribieron un protocolo en el que quedaron establecidas las reuniones interparlamentarias México-Cuba.

Su objetivo es el de sentar las bases para mantener una cooperación e intercambio de información permanente que ayuden a dar solución a los problemas de las dos naciones y apoyen al desarrollo de Latinoamérica.

La primera reunión se llevó a cabo ese mismo año, del 9 al 11 de agosto en la Ciudad de La Habana, donde uno de los temas torales, fue el rechazo y oposición a la aplicación de medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos hacia Cuba.

Relación México-Cuba-EU. A 19 años de distancia, la académica de la Universidad Iberoamericana considera que las reuniones interparlamentarias pocas veces tienen influencia en las decisiones de la política exterior porque esta facultad la ejerce el Ejecutivo, aunque señala que se pueden llegar a acuerdos importantes en temas como el comercio, el turismo, la migración, entre otros.

Para el ex embajador Ricardo Pascoe, desde hace años en todas las interparlamentarias se habla de una relación entre Pemex y CUPET, la empresa cubana de petróleo, pero hoy, en este nuevo contexto —agrega— se tiene que buscar muy seriamente fomentar e impulsar una relación en este rubro entre México, Cuba y Estados Unidos.

“Ya no solamente es compartir tecnología, sino también el tema de exploración conjunta, de tener una visión de la zona como una reserva petrolera que no sólo tiene impactos en la desarrollo de los países, sino del mundo, es decir, la nueva relación implica una visión trilateral en materia de petróleo”, señala.

Asimismo, Pascoe destaca que la relación con Cuba ya no puede estar basada en la retórica de izquierda y derecha. “Hay que eliminar esa concepción y cimentarla en las nuevas realidades económicas y políticas de la zona. Hoy estamos en otra etapa y México tiene que entender eso”.

Pía Taracena coincide en que con Cuba se comparten algunos recursos, zonas geográficas, porque ese país y Estados Unidos están muy cerca de los yacimientos petroleros y nuestra nación no.

“México tiene que ser más pragmático, porque el despertar de Cuba a un sistema más capitalista, mixto o como vaya a ser, no sólo va a implicar una cooperación, sino también una competencia para México en muchos sentidos llámese inversiones o turismo”, afirma.

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